En Bogotá y otras 22 ciudades del país, miles de colombianos salieron a las calles a cumplir la cita organizada por el senador Álvaro Uribe Vélez y su partido Centro Democrático. En Montería tuvo que ser pospuesta por el paro armado.A las 10:00 a. m., hora fijada por el senador Uribe para manifestarse contra el presidente Juan Manuel Santos, la concentración en el Parque Nacional en Bogotá ya se iba prolongando tres cuadras. Minutos después, iniciaron el recorrido hasta la Plaza de Bolívar.Mientras avanzaba una muy larga serpiente humana por la carrera Séptima, identificada con bombas y camisetas amarillas y rojas, Santos sostenía una determinante reunión en la que definió que el país no entraría en racionamiento de energía.La marcha provocó que colapsara el tráfico del Centro de Bogotá. Y entre los numerosos propósitos que la convocaron, se veían camisetas con el rostro de los exministros Diego Palacio o Andrés Felipe Arias, Luis Alfonso Hoyos y algunos mensajes contra las FARC. Avanzaron con pitos y cornetas, pero la arenga que más proclamaron es "No más Santos". A las 11:00 a. m. ese grito superó la plaza de toros y la torre Colpatria. (Lea: El uribismo vuelve a medirse en las calles). Al mediodía, el párroco apenas podía celebrar la eucaristía en la Catedral de la ciudad, los sonidos de pitos y cornetas y la bulla de la gente alcanzaba a traspasar las puertas de la iglesia. Algunos de los manifestantes entraron a la misa para refugiarse. Un monumental aguacero cayó en el centro de la capital.Bajo el agua, la plaza de Bolívar empezó a registrar un lleno aparente, por lo menos a la altura del Palacio de Justicia había un trancón humano para acceder a algún espacio en la plaza mayor. El fuerte aguacero espantó a muchos marchantes, pero al mirar hacia el norte no se apreciaba el final de la movilización.Durante el avance de la marcha, por la carrera Séptima, los manifestantes eran blanco de miradas de rechazo por parte de los incautos transeúntes que miraban con asombro desde los andenes. Pero nada alteró el normal desarrollo de la movilización. Por las calles que atraviesan la séptima se sumaron cada vez más manifestantes, un famoso vendedor de lotería frente al edificio del Banco de la República los describía: "de ahí ninguno sabe lo que es pasar hambre".En la Catedral las consignas cada vez aumentan sus decibeles, han puesto a sonar varias veces el himno nacional, que ha sido entonado con exagerado fervor, y ya se lanzaron con el primer "Uribe, Uribe, Uribe". El aguacero no se detiene.Medellín, la ciudad uribistaNo eran pocos. Algunos policías dijeron que eran más de 80.000 paisas los que estaban ahí marchando alrededor del senador Álvaro Uribe Vélez. El expresidente era vitoreado por las calles por las que pasaba y un conjunto musical llamado ‘Los uribistas del vallenato‘ animaba la marcha que coreaba cosas como “No más FARC, no más santos” y pedían la libertad de políticos hoy investigados, fugados o tras las rejas —Luis Alfredo Ramos, María del Pilar Hurtado, Sabas Pretelt—. Mientras tanto la protesta ocupaba más de veinte cuadras del centro de Medellín y todavía había multitud esperando salir.La marcha salió a las 9:30 a. m. del teatro Pablo Tobón Uribe y a las 10:30 a. m. aún tenían congestionado el punto de salida, mientras tanto la punta de la multitud formó un trancón en la avenida Oriental y en la calle San Juan. Uribe abandonó la protesta cuatro cuadras después de salir, mientas la gente se abalanzaba para tocarle aunque sea la mano. Cuando el operativo lleno de escoltas se llevó al expresidente en una camioneta, todos aplaudieron como si se tratara de la ascensión.Dora, una mujer de unos sesenta años caminaba al margen, lejos de la masa, dijo: “Yo nunca había venido a estas cosas, pero tengo mucha rabia con este gobierno”, y un hombre le contestó: “Y cómo si este farsante le va a entregar el país a esos guerrilleros, y ahora se lo va a entregar también a los del ELN”.La marcha, poblada de jovencitos, de adultos, de ancianos con la camiseta de la Selección Colombia, hacía una petición furiosa: que Juan Manuel Santos deje la Casa de Nariño. También apareció un grupo de venezolanos rechazando la supuesta cercanía que tiene el gobierno con Venezuela. La multitud llegó a la Parque de las Luces antes del mediodía, donde los coros se hicieron más fuertes.
CaliCon una mañana gris y amenaza de aguacero, cerca de 15.000 caleños salieron a las calles a marchar en protesta por lo que ellos consideran las falencias de este gobierno y el proceso de paz con la guerrilla de las FARC. Tal como estaba previsto los marchantes se concentraron en la Plaza de las Banderas (junto al estadio Pascual Guerrero de Cali), desde donde arrancaron en una larga caminata. En las imágenes se observa que los marchantes se tomaron uno de los carriles de la emblemática Calle Quinta de Cali y en el recorrido alcanzarían a ocupar 30 cuadras hasta llegar al centro de la ciudad. La marcha se concentró en ese sector de la capital del Valle, específicamente en la mítica Plazoleta de San Francisco, donde, entre otras cosas, se encuentran la Gobernación y la Asamblea Departamental. Según explicó Juanita Cataño, diputada del Valle por el Centro Democrático, en ese lugar se le dará la palabra a los marchantes para que expongan sus argumentos de la protesta, “calculamos que la concentración allí no durará más de una hora”, dijo la joven asambleísta.
BarranquillaDesde las 9:00 a. m. comenzaron a llegar a la calle 76 con carrera 51 centenares de barranquilleros para marchar contra el gobierno de Santos. A las 9:45 arrancó la marcha liderada por los senadores del Centro Democrático Jaime Amín Hernández y Orlando Castañeda.El recorrido de unas pocas cuadras hasta el parque Washington, en la calle 80 con 53, se hizo bajo una sofocante temperatura superior a los 35 grados y una alta humedad relativa y mucha nubosidad.A la marcha se sumaron un grupo de militares retirados de las FF. AA., pero en su mayoría fueron vecinos de la zona norte de Barranquilla. También asistió el concejal del CD Carlos Meisel. La concurrencia en Barranquilla fue calculada entre 5.000 y 7.000 personas y el recorrido terminó 45 minutos después en completa calma.Al final del recorrido, en una tarima ubicada en el parque Washington, intervino el coronel Carvajal en representación de la reserva, quien afirmó que se vinculó a la marcha para protestar por los "atropellos" que está cometiendo contra las Fuerzas Armadas, al "equipararlos" con las FARC."Los policías y soldados de Colombia no somos alzados en armas, no somos narcotraficantes, no encubrimos al crimen ni somos terroristas", afirmó el coronel (r). Le siguió el concejal Carlos Meisel, quien dijo que el Centro Democrático también quiere la paz, pero una paz desde las instituciones, "no desde la impunidad y el perdón para criminales que han desangrado a Colombia durante 50 años".