“Eso es terrorismo, eso no es un paro”. Con estas palabras Alfredo Carrascal definió lo que le ocurrió el jueves en la mañana cuando transportaba 24 toneladas de papel en una tractomula Kenworth negra, la adoración de su vida.Este consagrado conductor de camiones, que conoce como la palma de su mano las carreteras de Colombia, vivió en carne propia la tragedia del paro. A pesar de tener su camión diez días parado en un parqueadero en las afueras de Bogotá, el miércoles decidió ir a recoger un cargamento de varios rollos de papel.Le sugerimos: Las 6 razones por las que no acabará aún el paro camioneroDe regreso a la capital, a la altura de Madrid (Cundinamarca), el viejo conductor sintió que la vida se le iba en un microsegundo cuando una tuerca terminó en su panorámico. El objeto había sido lanzado por una persona ubicada a un costado de la carretera.El impacto lo dejó ciego por un instante, las esquirlas volaron por la cabina, pero por fortuna ninguna alcanzó sus ojos, a 60 kilómetros por hora y con una carga tan pesada frenar un carro de esas proporciones es casi imposible, por eso dice que se salvó de una tragedia. “Imagínese que me hubiera volcado o estrellado con un bus”. Tras el susto, el resto del camino, antes de llegar al parqueadero en la calle 13 en la localidad de Fontibón, este conductor tuvo tiempo para reflexionar. Aunque considera que la protesta es justa y que los camioneros están trabajando “a pérdida”, piensa que los ataques con piedras y tuercas no son más que “terrorismo”.“La necesidad de trabajar unos la tenemos y otros no”, dice para justificar haber sacado el carro y cargarlo. Uno de sus hijos, quien también trabaja como conductor, lleva parado 12 días con el camión cargado en una vía en Boyacá. “Me llamó para que le mandara plata, está pagando hotel, yo le dije que de dónde iba conseguir el dinero”.Este jueves se cumplió el primer mes desde cuando los gremios de camioneros dieron la orden de apagar los motores. En los parqueaderos de todo el país y en algunas carreteras se mantienen los automotores a la espera de que el Gobierno y los voceros de los camioneros lleguen a un acuerdo tras 32 días de paro.Por ahora, los camiones seguirán estacionados, cargados de alimentos y productos de primera necesidad. Lo cierto es que las conversaciones se mantienen, pero están en un punto muerto.