Uno de los secretos mejor guardados del ataque contra el centro comercial Andino, en junio del año pasado, quedó al descubierto hace poco. Se trata del paradero de Violeta Arango Ramírez, la única integrante prófuga del grupo autodenominado Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), responsable de ese atentado en el que murieron tres personas y diez terminaron heridas. Desde hace un año, nueve de los camaradas de Arango permanecen detenidos por cuenta del ataque, aunque hace pocas semanas estuvieron cerca de quedar en libertad por un error de la Fiscalía, que dejó vencer los términos. Cuando estaban por regresar a las calles les notificaron nuevas órdenes de captura y hoy están en varios penales. Aunque la Policía y la Fiscalía los detuvieron a casi todos pocas semanas después del ataque, solo Violeta logró eludir a las autoridades, a pesar de la oferta de 20 millones de pesos por información para capturarla. Puede leer: Juez vuelve a enviar a prisión a tres implicados en el ataque al Andino Casi un mes después del atentado, el 13 de julio de 2017, Violeta divulgó un extenso comunicado en el que negaba cualquier relación con la bomba, el MRP o grupo alguno. “…Han iniciado toda una campaña que daña mi buen nombre, pone en riesgo mi integridad, viola todos mis derechos y me condena sin siquiera ir a un juicio. Esta persecución legal de la que estoy siendo víctima, junto con mi familia, a la que tienen acosada, perseguida y ultrajada, no es otra cosa que un montaje... han decidido emprenderla contra un buen grupo de personas”, dice uno de los apartes.
Por medio de sus abogados y familiares, Violeta y los otros detenidos del MRP siempre han rechazado las sindicaciones en su contra a pesar de las contundentes evidencias. Todos han negado pertenecer a esa célula terrorista y tener relación con el ELN. Sin embargo, en el caso de ella, al igual que otros de los detenidos, las pruebas demuestran lo contrario. Desde que Violeta desapareció, las autoridades tenían serios indicios de que había buscado refugio en las filas del ELN, organización que entrenó y capacitó en acciones terroristas a algunos de los integrantes del MRP, de acuerdo con la Fiscalía. No estaban equivocados. El pasado 28 de julio murió en el sur de Bolívar, durante una operación de la fuerza pública, Jacob David Acuña Gelis. Conocido con el alias de Samuel, era un veterano y sanguinario miembro de la dirección nacional del ELN, y mano derecha de alias Gabino, uno de los jefes de ese grupo. En su poder estaban las pruebas que demuestran que a diferencia de lo que decían los detenidos y sus abogados, Violeta y sus amigos sí estaban en actividades ilegales y tenían fuertes relaciones con esa guerrilla. SEMANA tuvo acceso exclusivo a una serie de fotografías que portaba Samuel, en las que Violeta aparece con uniforme del ELN, cargando un fusil y con varios de los integrantes del Frente de Guerra Rubén Darío Ramírez Castro (FDGR), que comandaba el guerrillero muerto. También hay varios mensajes cruzados entre la hoy fugitiva y el jefe subversivo y también las recomendaciones que este dio para “cuidarla”.
A Violeta la protegía en las filas de esa guerrilla Jacob Acuña, conocido con el alias Samuel, miembro de la dirección nacional del Eln ya abatido. Lea la historia completa en la edición 1900 de la revista SEMANA. Si está suscrito haga clic aquí, sino puede suscribirse a la revista en este enlace.