Los señalamientos en contra de Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia y ahora exdirector de Inteligencia del presidente Gustavo Petro, se convirtieron en contundentes pruebas de la Fiscalía que fueron presentadas en la imputación de cargos a Sneyder Pinilla y a Olmedo López, exdirectivos de la Unidad para la Gestión del Riesgo (UNGRD). Por eso, su salida del Gobierno era cuestión de horas.
El presidente Gustavo Petro no lo echó, González renunció. Lo hizo mediante una carta motivada por la exposición de la Fiscalía, que lo ubicó en el centro de la “empresa criminal” en la UNGRD. Según el ente acusador, el entonces director del Dapre fue quien dio instrucciones a Olmedo y a Sneyder para repartir los sobornos entre congresistas.
En la carta de despedida, el hombre de confianza de Petro y compañero desde el M-19, reconoce que su cargo resulta “insostenible” después de las revelaciones en los medios de comunicación, aunque el golpe de gracia fue la imputación de cargos de la Fiscalía.
“Mi posición en este cargo se hace políticamente insostenible e incompatible con cualquier investigación, he considerado separarme del cargo para tranquilidad de los investigadores y de la opinión pública”, señaló la renuncia de González.
Aunque la imputación de la Fiscalía era en contra de Olmedo López, Sneyder Pinilla y el contratista Luis Eduardo López, el escándalo estalló con los nombres de Carlos Ramón González y hasta del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Las revelaciones los dejaban, al primero, como “instructor” y al segundo, como “coordinador” de los millonarios contratos y la entrega de sobornos.
“La entrega de 1.000 millones de pesos directamente al presidente de la Cámara, Andrés David Calle, conforme con las instrucciones que le dio Carlos Ramón González, quien para ese momento se desempeñaba como director del Departamento de la Presidencia de la República (Dapre)”, dijo la fiscal en la imputación.
En la diligencia, la Fiscalía dejó pocas dudas sobre la participación y los roles de los protagonistas. En el caso de Carlos Ramón González, fue la confirmación de lo que habían señalado los testigos en entrevista con SEMANA. Además de las pruebas que incluyeron chats, audios y declaraciones, todas llevaron a una investigación preliminar en contra el amigo del presidente Petro.
González se va del Gobierno Petro, pero deja enormes dudas sobre sus actuaciones, no solo en el Dapre, que son investigadas por la Fiscalía, sino su paso por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). El senador David Luna hizo graves denuncias con sospechas de que, a través de la Unidad de Análisis Financiero, la Dian y la misma DNI, podría estar en marcha una operación de seguimientos e interceptaciones en contra de periodistas, magistrados y opositores del Gobierno.
El presidente Gustavo Petro, al aceptar la renuncia de Carlos Ramón González, dijo que era lo mejor para darles “tranquilidad” a los fiscales y jueces que adelantarán esta investigación, un escándalo nacional y una vergüenza internacional.