No voy a repetir mi historia”, así, Nicolás Petro selló la que desde ya se podría considerar su confesión. El hijo del presidente de la república, Gustavo Petro, terminó metido en un entramado criminal que lo llevó de diputado a imputado. Durante meses, ante los medios, autoridades y sus propios electores, Nicolás Petro negó, con vehemencia, todos los hechos revelados por SEMANA, luego de la denuncia pública de Day Vásquez, su aún esposa y con quien volvió a compartir las noches, esta vez en el búnker de la Fiscalía, en calidad de detenidos.

La Fiscalía actuó con cautela y mientras el país esperaba un resultado, los investigadores acumularon pruebas: audios, videos, fotos, documentos, contratos, actas, facturas y chats, un volcán que hizo erupción en la imputación de cargos, cuatro días después de su captura. Nicolás Petro no era el mismo, la fuerza del diputado, hijo del presidente, se apagó.

El fiscal Mario Burgos imputó cargos, Nicolás los negó, pero después de un receso, el hijo del presidente lloró y dijo que quería confesar, contar cómo ocurrieron los hechos, las personas que estarían vinculadas y otros eventos de corrupción que eran de su conocimiento.

Quería ser testigo de la Fiscalía, colaborar con la justicia. “Quiero anunciar a Colombia que hemos decidido iniciar un proceso de colaboración donde me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia. Lo hago por mi familia y por mi bebé que viene en camino”, dijo el hijo del presidente Gustavo Petro.

En el búnker de la Fiscalía General, y luego de una larga exposición de pruebas del fiscal Mario Andrés Burgos, Nicolás Petro decidió confesar.

En ese momento, la historia del proceso judicial contra Nicolás Petro cambió, también la historia del país. El propio fiscal Burgos advirtió la gravedad del anuncio del hijo del presidente, a tal punto que era necesario suspender la diligencia, escucharlo en interrogatorio y definir cuál sería su futuro judicial. Lo dicho por Nicolás Petro dejó perplejo al representante de la Fiscalía.

“El señor Nicolás Fernando Petro aportó información relevante que hasta el momento la Fiscalía General de la Nación desconocía, entre ellos, llamo la atención sobre lo siguiente: acerca de la financiación de la pasada campaña presidencial del actual presidente, doctor Gustavo Petro Urrego, y de los dineros que ingresaron a dicha campaña, los cuales, al parecer, habrían superado los topes mínimos permitidos por la ley y una parte de ellos no habría sido debidamente reportada ante las autoridades electorales”, leyó el fiscal Burgos.

El jueves, en las instalaciones del búnker y por más de ocho horas, Nicolás Petro cumplió su promesa, se convirtió en testigo de la Fiscalía. Reveló de manera detallada los hechos de corrupción, corroboró la información que presentó el fiscal durante la imputación de cargos y se comprometió, por su familia, a entregar todas las pruebas de su confesión, la antesala de una matriz de colaboración para un eventual principio de oportunidad.

“Deja en claro los siguientes compromisos: primero, que corrobora y ratifica la teoría del caso de la Fiscalía General de la Nación, ya que él mismo indicó que fueron respaldados con suficientes elementos materiales probatorios, evidencia física, información legalmente obtenida, con los cuales el ente persecutor procedió a formularle cargos”, señaló el fiscal Mario Burgos.

La colaboración que Nicolás Petro firmó, en presencia de su abogado, tenía dos escenarios claves. El primero, reconocer su responsabilidad en los hechos expuestos por la Fiscalía y que fueron argumento de la imputación de cargos.

El segundo, su compromiso a declarar, a contar lo que es de su conocimiento y a sustentarlo con evidencias. “Y no es que se le esté presionando al señor Nicolás Petro Burgos, como lo andan diciendo los expertos; antes, por el contrario, él podrá hacer manifestaciones desde ya, de manera libre, sin ninguna clase de presión. Se atrevió a colaborar con el país y con la administración de justicia, por su compañera sentimental, como es la señora Laura Ojeda, y por su hijo que está por nacer”, dijo el fiscal durante las audiencias judiciales.

Incluso, después del interrogatorio que rindió Nicolás Petro, y tras encontrarse nuevamente en la sala de audiencia virtual, la Fiscalía presentó un esquema de “relaciones” en la investigación que bautizaron Fasad, corrupción en hebreo. Se trata de un listado de personas que, según el fiscal, formarían parte de un “círculo vicioso”, entre ellas, la primera dama Verónica Alcocer y reconocidos empresarios de la costa caribe.

“Tanto el señor Nicolás Fernando Petro Burgos y, por supuesto, la señora Daysuris del Carmen Vázquez Castro reconocieron la participación activa de todos y cada uno de ellos… Que hicieron distintos aportes, honorable señor juez, que al parecer ayudaron tanto al señor Nicolás Fernando Petro Bustos como a la señora Daysuris, a incrementar su patrimonio de manera injustificada”, relató la Fiscalía en su intervención.

El mismo Nicolás Petro advirtió en su confesión que las declaraciones que entregó a la Fiscalía eran espontáneas, libres y conscientes, el juez se lo preguntó en la imputación y así lo resaltó el fiscal Mario Burgos. El diputado podría corroborar su propio dicho en aras de advertirle al país lo que ocurrió durante la campaña de su papá, el hoy presidente Gustavo Petro.

“Y esto lo dijo hoy, sin ninguna clase de presión, el señor Nicolás Fernando Petro, hoy colaborando con la administración de justicia, hoy, su señoría, y como lo ha dicho el señor Nicolás Petro Burgos, ‘no voy a repetir mi historia’”, resaltó el fiscal Mario Burgos mientras cerraba la solicitud de medida de aseguramiento contra el hijo del presidente.

Las escandalosas revelaciones de Nicolás Petro serán motivo de compulsas de copias, de otras investigaciones, como lo advirtió la propia Fiscalía. Los hechos son de extrema gravedad para la institucionalidad del país, incluso algunas personas que aparecieron mencionadas pidieron pista en el ente acusador, como Máximo Noriega, el político que se quedó esperando el aval del Pacto Histórico para aspirar a la Gobernación del Atlántico.

“La Fiscalía no se vale de especulaciones, de lo que dicen los medios con suficiencia probatoria que de una u otra forma relaciona a todos y cada uno de ellos, máxime cuando el señor Nicolás indicó un aporte trascendental en esa campaña presidencial del año 2022. Llamaremos uno a uno, si tienen que ser presentados ante un juez de la república”, señaló el fiscal.

El ventilador, que promete reventar un escándalo solo comparado con el Proceso 8.000, lo activó el mismo Nicolás Petro cuando decidió colaborar con la Fiscalía, con miras a proteger a su familia inmediata y en medio de una tensa relación con su padre, quien tras conocer de su detención le envió un mensaje en Twitter: “Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores”, frase que para muchos, más que un apoyo, implicaba una acusación.