El proceso con el ELN sigue levantando polémica e indignación. Cada vez es más frecuente que el grupo guerrillero desautorice al Gobierno. Hace pocas horas, Antonio García, comandante del ELN, rechazó algunas de las conclusiones a las que llegó el presidente Gustavo Petro en su declaración tras su regreso de Cuba. Aunque el mandatario le puso una fecha al fin del conflicto con esta guerrilla y anunció al mundo que la guerra se acabaría en mayo de 2025, García aclaró que esa afirmación no era cierta y que, seguramente, Petro se confundió.

“El tema del Fin del Conflicto es el Quinto punto y sobre él aún no hemos conversado. El presidente Petro lo confundió con el 4 punto del Acuerdo sobre Participación de la Sociedad que dice: el desarrollo del proceso de participación abarca los tres primeros puntos del Acuerdo de México y se desarrollará hasta el mes de mayo de 2025; momento en el que se establecerán los resultados de los puntos 1, 2 y 3 del Acuerdo de México y se firmarán los acuerdos correspondientes a los mismos”, dijo García.

Antonio García | Foto: AFP or licensors

Además, sobre el cese al fuego bilateral y temporal que se anunció en la isla, el comandante guerrillero explicó que lo pactado, por ahora, son temas de procedimiento que se implementarán, pero que aún no hay nada sustancial entre las partes.

El comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo, también salió a dar unas claridades sobre el cese al fuego. Explicó que de acuerdo con lo manifestado por el Gobierno nacional, ese decreto con el que se ordenará la suspensión de operaciones militares ofensivas contra la guerrilla se estaría expidiendo hasta la primera semana de agosto.

El anuncio del cese cayó mal, tras las declaraciones del grupo guerrillero de que ellos seguirán secuestrando y extorsionando. “Las operaciones de finanzas se empezaron a discutir, pero ese punto no terminó. Se seguirá discutiendo y en estos protocolos no se incluyeron. Si nosotros cobramos un impuesto en las regiones, eso son las finanzas del ELN. Por ahora, las mantendremos”, dijo el jefe de la delegación guerrillera, Pablo Beltrán.

Aun en medio de ese cruce entre las dos partes en diálogo, trascendió que una de las propuestas de la Mesa de Negociación es “subsidiar” al grupo guerrillero para que pueda dejar de cometer crímenes. Se trata de una idea muy polémica que caerá muy mal en el país si es aprobada, pero por ahora apenas está en discusión.

Exclusivo: comandante de las Fuerzas Militares reaccionó al anuncio descarado del ELN de que seguirá secuestrando y extorsionado. ¿Qué dijo?

Desinflado quedó el país con el anuncio del cese al fuego bilateral entre la guerrilla del ELN y el Gobierno, luego de que el grupo criminal reconociera que iba a continuar con ejecutando secuestros y extorsiones.

SEMANA habló en exclusiva con el comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo, quien dijo que se aplicará el peso de la ley a la guerrilla si es sorprendida cometiendo delitos en flagrancia así exista un cese al fuego vigente.

“Estamos en este momento construyendo el instructivo para nuestras Fuerzas Militares de acuerdo a lo acordado y de acuerdo a los tiempos determinados allá en la Habana (...). Todo delito que esté en flagrancia debemos actuar conforme a lo que demandan la Constitución y la ley”, dijo el oficial.

El país estaba a la espera de los prometidos avances en la árida negociación de paz entre el Gobierno y el ELN. El viernes, en México, por fin se logró la firma del cese al fuego que a principios de este año la guerrilla se había negado a implementar.

El júbilo duró poco y vino un golpe de realidad, un soberbio Pablo Beltrán, jefe negociador de la organización criminal, advirtió que continuarán con el secuestro y la extorsión.

De este modo se avinagró el que sería el primer gran hito en la negociación de paz con el ELN, que para esta ocasión contó con la presencia, como invitados de primer nivel, del presidente Gustavo Petro y el máximo jefe de esa guerrilla, Antonio García, que, con un apretón de manos, sellaron el acuerdo ahora cuestionado.

Y no es para menos, el golpe de realidad lo dio Pablo Beltrán cuando, en una improvisada rueda de prensa, advirtió que “las operaciones de finanzas del ELN se empezaron a discutir, pero esa discusión no terminó, en estos protocolos no entraron”.

El Gobierno y el ELN firmaron el acuerdo con el que se hace oficial el cese al fuego bilateral. | Foto: Twitter: @ComisionadoPaz

Pues las “operaciones de finanzas” o “los impuestos que cobran en las regiones”, como las denomina este cabecilla del ELN, se mantendrán. Eso, en la práctica, significa que la extorsión que tiene acorralados a pequeños y grandes comerciantes continuará.

Como si fuera poco, también continuarán secuestrando, eso sí, con la dialéctica del ELN. “Por lo general nosotros no hablamos de secuestros, hablamos de retenciones, si no son necesarias, no se harán”, lo que no explicó es cuándo serán necesarias. Lo dicho por Beltrán va claramente en contravía de lo que esperaba el país, pues está claro que el secuestro es uno de los peores delitos, sin importar la forma como pretendan llamarlo.

“Qué vergüenza, cese al fuego que admite que los terroristas del ELN extorsionen y secuestren. Es inaceptable”, criticó de inmediato la senadora Paloma Valencia.

También habló uno de los negociadores del Gobierno, el presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia, José Félix Lafaurie, el gremio más afectado por los delitos de secuestro y extorsión. “Rechazo que el ELN mantenga las prácticas criminales y exijo claridad en las negociaciones. Acá hay unas reglas de juego que son importantes conocer por parte de todos los actores”, dijo Lafaurie.

El presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia, José Félix Lafaurie, el gremio más afectado por los delitos de secuestro y extorsión, rechazó que el ELN mantenga las prácticas criminales y exigió claridad en las negociaciones. | Foto: Revista Semana

Es una declaración que refleja la incertidumbre que dejó en el país la firma de un cese al fuego que ilusionaba, pero que ahora no está claro, ni siquiera para los mismos negociadores. Por lo pronto, en medio de la agridulce celebración, anunciaron que dentro de lo pactado se estableció que el tiempo de vigencia del cese será de seis meses con fases progresivas. La primera comenzó el viernes 9 de junio y va hasta el 6 de julio, tiempo en el que se hará el alistamiento del proceso, se determinarán los protocolos, la pedagogía en los territorios y se dará a conocer lo acordado con las estructuras del ELN.

También se alistará el mecanismo de verificación con las Naciones Unidas y la Iglesia católica. La segunda fase será desde el 6 de julio hasta el 3 de agosto. Ahí se aplicará el desescalamiento y se suspenderán las acciones ofensivas. La tercera empezará el 3 de agosto y será por 180 días prorrogables, con base en las evaluaciones periódicas. Sin duda alguna, una de las mayores críticas que ha recibido el Gobierno es la de haber pactado el cese al fuego con las principales organizaciones criminales del país sin tener protocolos de verificación listos.

Para este caso se hará cada dos meses y se creará un mecanismo de evaluación que actuará de manera local y regional para estudiar los posibles problemas que se pudieran presentar.

Desde el primero de enero, cuando inició el cese al fuego, hasta el pasado 30 de abril, se registraron 141 violaciones de parte de estos grupos a lo pactado con el Gobierno. | Foto: AFP or licensors

Dicha instancia estará conformada por integrantes del Gobierno Petro, el ELN, las Naciones Unidas y la Iglesia católica, que tendrán como misión verificar posibles violaciones al cese y dirimir los conflictos.

En medio de las críticas hay una promesa del mismo presidente Petro y que se espera resulte más sólida que este primer anuncio del cese al fuego, del cual se deduce, y es claro, que no habrá enfrentamientos entre Ejército y ELN, pero sí les dejó vía libre para seguir delinquiendo. “En mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre ELN y el Estado”, vaticinó el presidente Petro desde Cuba, donde estrechó la mano de García como gesto de sello al primer gran acuerdo con el ELN.