La promesa de paz total del Gobierno del presidente Gustavo Petro no solo ha desencadenado en una violencia desbordada en el país. Ahora se repite el escándalo de otras negociaciones, los grupos criminales están colando a peligrosos delincuentes para sumarlos a una eventual negociación política y hasta han entregado listas llenas de fleteros, paramilitares, secuestradores, cabecillas de bandas comunes y hasta feminicidas, todo con la venia de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Lo que el Gobierno del presidente Gustavo Petro prometió con el “cambio” se repitió. En el proceso con el ELN hay colados y así quedó en evidencia con una resolución del Inpec, que conoció SEMANA, en la que uniformaron criminales comunes con camuflado de guerrilleros.
Además, en la naciente negociación con la Segunda Marquetalia de Iván Márquez fueron sumados los Comandos de Frontera, un peligroso grupo de herederos del paramilitarismo que de la noche a la mañana los agregaron a la negociación política.
Falsos guerrilleros
En el caso del ELN, al correo electrónico del director del Inpec llegó un oficio firmado por el alto comisionado, Otty Patiño, el 28 de diciembre de 2023. Allí se adjunta un listado de personas privadas de la libertad, hombres y mujeres que, según el oficio, pertenecen al ELN, pero el asunto resultó en un ‘conejazo’.
El objetivo del oficio fue solicitar al Inpec, por razones de “acercamiento procesal y familiar”, el traslado de 307 integrantes del ELN a cárceles previamente definidas y en acuerdo con los mismos privados de la libertad. El problema es que este famoso listado del alto comisionado de Paz está plagado de personas que no son miembros de esa guerrilla.
El Inpec confirmó a SEMANA que el listado de traslados, incluidos en la resolución 0293 del 18 de enero de 2024, fue entregado por la Oficina del Alto Comisionado, Otty Patiño, con la advertencia de que se trataba de integrantes del ELN, en concordancia con los diálogos que avanzan con esa guerrilla, así que no hay duda de dónde vino al orden.
“La Oficina del Alto Comisionado para la Paz, con el cual solicita el traslado de un grupo de PPL masculinos y femeninas de varios Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional, quienes pertenecen al Ejército de Liberación Nacional por motivos de seguridad, acercamiento procesal y familiar, en aras de generar condiciones para la educación y el diálogo para la paz”, señala la resolución del Inpec.
El documento advierte que el traslado ocurre en el marco de las negociaciones que adelanta el Gobierno con ese grupo criminal y que se espera “generar condiciones para la educación y el diálogo para la paz”.
La resolución tiene 33 páginas, 30 de ellas están dedicadas a enumerar los privados de la libertad. Con nombre propio y prontuario criminal, antecedentes que advierten situaciones y datos que no encajan con la experiencia de un guerrillero. De manera intercalada, revisando y contrastando con las autoridades cada nombre de esos 307 presuntos integrantes del ELN, aparecen muchos que no tienen relación con la guerrilla. Por ejemplo, está el peligroso cabecilla de una organización criminal que en Cali es conocida como los R15. Un delincuente que falleció en extrañas circunstancias en la cárcel de Palmira, a donde fue trasladado.
El presunto “colado” fue identificado como John Mario Hortúa Grisales, alias Pinocho, cabecilla de la banda de atracadores los R15 y falleció hace un par de semanas. Según el Inpec, después de consumir un brebaje afrodisiaco que también provocó la muerte de otros dos detenidos y ocho más resultaron intoxicados. La familia de Hortúa, el cabecilla de los R15, pidió adelantar con rigurosidad las investigaciones tras su muerte.
La hipótesis de una intoxicación con el “brebaje afrodisiaco” no los convence. Aseguraron que están atentos a los resultados de Medicina Legal para avanzar con las denuncias. Pero el cabecilla de los R15 no sería el único: alias Chepe, de la banda los Tomates; alias Pelo Puyo, de los Tamarindos Club, o alias la Araña, de la banda criminal los Zorros, aparecen en este listado de beneficiados con los traslados, que incluyen bajar el nivel de peligrosidad.
En el listado del alto comisionado se incluyó por lo menos a dos hombres condenados por feminicidio. Casos mediáticos en su momento, pero que ahora, según la resolución, se trataría de integrantes del ELN. Por ejemplo, Luis Evelio Peña Mateus fue capturado en agosto de 2022 por el feminicidio de su esposa, Sandra Liliana Díaz. Llevaban 27 años juntos, ella decidió terminar la relación y él la mató.
En la resolución también se reseñan a integrantes de organizaciones de alto impacto criminal, pero que nada tienen que ver con el ELN. Condenados por lavado de activos, tráfico de drogas, secuestro y extorsión, pero que en los expedientes de la Fiscalía figuran como miembros del Clan del Golfo, el EPL y las disidencias.
La Oficina del Alto Comisionado aseguró que quienes entregan los nombres de los miembros del ELN privados de la libertad son justamente delegados de la guerrilla. Advirtieron que la verificación de esos nombres se hace “posterior y cuando se trabajen los temas jurídicos”. Sin embargo, han pasado más de siete meses, la verificación sigue pendiente.
Colados de la Segunda Marquetalia
En el caso de la Segunda Marquetalia, organización criminal con la que se instalarán diálogos el 24 de junio en Caracas (Venezuela), el Gobierno Petro revisará con lupa las listas que pase ese grupo criminal porque está claro que hay paramilitares que formarán parte de esa negociación.
Por ejemplo, Giovanny Andrés Rojas firmó el acuerdo que las partes publicaron donde anuncian el inicio de los diálogos y la hoja de ruta para la negociación. Rojas es cabecilla principal de los Comandos de Frontera, un grupo criminal compuesto por paramilitares, disidentes y delincuencia común que está dedicado exclusivamente al negocio del narcotráfico en los departamentos de Caquetá y Putumayo.
Rojas integró el grupo de los Rastrojos y en 2010 fue condenado por diversos delitos, pero ahora quiere tener reconocimiento político por una alianza criminal de los Comandos de Frontera y la Segunda Marquetalia. Detrás de este comandante paramilitar hay unos 800 hombres que, de un día para otro, por decisión del Gobierno Petro, tendrían reconocimiento político bajo el paraguas de los disidentes.
Justamente ese será un reto para el Ejecutivo, porque personas cercanas a Iván Márquez aseguran que la alianza criminal nace para tratar de demostrar que la Segunda Marquetalia es una organización consolidada y numerosa.
Según Armando Novoa, jefe de la delegación de paz del Gobierno, son unos 1.800 hombres en armas, pero no está claro si todos son disidentes del acuerdo de paz de 2016.