El teléfono celular de Marelbys Meza, exniñera del hijo de Laura Sarabia, se ha convertido en una de las piezas clave de la investigación que adelanta la Fiscalía por este escándalo, que empezó como un simple hurto de dinero, creció con el presunto abuso de poder e intimidación con el interrogatorio y polígrafo al que sometieron a Meza, y explotó esta semana con la confirmación de que en medio de las irregularidades también estaban chuzando teléfonos de forma ilegal.
SEMANA conoció que en las últimas horas la Fiscalía recibió el aval de un juez para extraer toda la información, chats, correos, llamadas, videos, fotografías, con los que se espera aparezca valiosa información para el proceso. Desde ayer un equipo de peritos forenses inició labores para obtener el contenido del teléfono.
Marelbys, quien está siendo protegida, les ha dicho a las autoridades que es la más interesada en que se conozca la verdad. Esto forma parte de las tres líneas de investigación que ya está trabajando la Fiscalía en medio del escándalo más grande que haya enfrentado el Gobierno del presidente Gustavo Petro y que les costó la cabeza a dos de sus principales alfiles: la jefa de gabinete y el embajador en Venezuela, Armando Benedetti.
Fue la vicefiscal general, Martha Mancera, quien dio a conocer estas tres líneas de investigación: el hurto del dinero, el interrogatorio y uso del polígrafo en la niñera, realizado en un edificio adscrito a la Casa de Nariño, y la última y más explosiva que se enfoca en las chuzadas.
Precisamente, este escándalo nació por el robo que denunció Laura Sarabia, del que en un principio habló de 4.000 dólares (17 millones de pesos). En la ampliación de denuncia que se dio esta semana, Sarabia dijo que se trataba de 7.000 dólares (30 millones de pesos) y según Marelbys Meza, al ser interrogada, le preguntaban por 150 millones de pesos.
Para concretar esta información, Mancera dijo que “se le preguntará a la última persona que vio el dinero, que es la señora Laura, que nos especifique qué cantidad fue la que realmente se perdió para poder marcar los perjuicios del hurto, que es lo primero que se va a hacer”.
“Es una investigación que se adelantó contra el patrimonio económico, y entendemos que a quien le robaron este dinero fue a la señora Laura Sarabia. Esto qué significa, que la primera parte, que era la de colocar el denuncio, era la correcta (…) se trata de un delito contra el patrimonio económico, no contra la seguridad nacional”, explicó la vicefiscal Mancera.
El ente acusador también investiga la forma como fueron presionados, seguidos y hasta objeto de requisas los familiares más cercanos de Marelbys Meza, tal como ocurrió en el Terminal de Transporte de Bogotá, donde fueron abordados y les desocuparon las maletas en busca de dinero.
“Por supuesto que estamos investigando si eso se trata de una situación que se ordenó para verificar si en la maleta de la mamá de Marelbys llevaba el dinero que han estado buscando. No en el tema de seguridad nacional, sino en la búsqueda del dinero perdido en el apartamento de la señora Laura”, hizo hincapié Mancera, desvirtuando la tesis que manejan en la Casa de Nariño.
Sarabia ha señalado como la principal sospechosa a Marelbys, pero eso lo tendrá que determinar la justicia, y así lo planteó el fiscal Francisco Barbosa, quien advirtió que en esta primera etapa de las investigaciones “todos son sospechosos”.
La duda es grande y los señalamientos también. En entrevista con SEMANA, la exniñera había señalado que ella no cogía el maletín en el que se perdió la plata, pero que Sarabia, en las noches, se metía en su cuarto y se escuchaba el tiqui, tiqui, tiqui de la caja fuerte. Todo eso forma parte de la investigación.
La otra línea que trabaja la Fiscalía tiene que ver con el uso presuntamente arbitrario del polígrafo para interrogar a Meza en un sótano del edificio contiguo a la Casa de Nariño.
“El tema de la poligrafía o de someter a la señora Marelbys a polígrafo lo estamos verificando, porque si se trata de seguridad nacional no se deben hacer preguntas concretas dentro de un caso de hurto. Tenemos que decir es que quien era la dueña del dinero es la señora Laura, eso no se puede perder de vista, como tampoco que la investigación se inició contra el patrimonio económico”, explicó Mancera.
El fiscal Barbosa fue más enfático y contundente al calificar el hecho “como si estuviéramos con la Gestapo en Colombia. La trasladan en un carro, le hacen un polígrafo que no tiene nada que ver con seguridad nacional por las preguntas de las que hoy la Fiscalía tiene en trazabilidad judicial. Es importante decirlo, no vamos a permitir que surjan narrativas, ni noticias, ni especulaciones, esta es la realidad del asunto”.
Sobre la presunta responsabilidad y extralimitación de Sarabia, la vicefiscal Mancera fue clara: “Por supuesto que tendrá que rendir interrogatorio e informarle a la Fiscalía cuáles fueron los actos propios que determinó, si hizo o no el llamado para el polígrafo, y si ello tuvo algo que ver con relación a la determinación de las interceptaciones”.
La tercera línea de investigación se relaciona con el naciente escándalo de las chuzadas ilegales a las empleadas de Laura Sarabia, que nuevamente está sacando chispas entre el presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa.
Luego de mantener el hermetismo frente al gigantesco escándalo, el presidente Petro aprovechó una ceremonia de ascensos en la Escuela Militar José María Córdova para despacharse y, pese a las contundentes pruebas recogidas por la Fiscalía, negar de forma tajante que su Gobierno ordene o realice interceptaciones ilegales.
“Aquí no puede quedar ni mancha ni duda siquiera de que este Gobierno va a repetir las suciedades que otros Gobiernos hicieron. No venimos a eso, venimos a que las armas se pongan en función del pueblo y de la Constitución. Nadie ha ordenado una sola interceptación telefónica ilegal, ni a ilustres y poderosos exfuncionarios ni a personas humildes en el país”, afirmó Petro con voz en cuello ante los militares.
Además, pese a que la Fiscalía ya ha dicho una y otra vez que este no fue un asunto de seguridad nacional, sino de un robo particular, Petro, justificando el actuar de Sarabia, afirmó: “Si en mi casa se perdiera un papel reservado, de inteligencia o alguno por el estilo, tendría que hacer lo mismo con las personas que me rodean, porque necesitaría la máxima confianza. No sobre lo que me pase a mí, sino lo que le pase a la nación si un documento de esos llegase al poder de las organizaciones criminales”.
La declaración del presidente Petro se dio justamente como respuesta a la contundente afirmación del fiscal Barbosa, quien, sin titubear, había advertido que “es grotesco que las chuzadas hayan vuelto a Colombia, es tremendamente grave para la democracia. Esto no es un asunto de carácter personal entre funcionarios, son evidencias. A la niñera de Laura Sarabia la volvieron alias la Cocinera (…) es una vergüenza para la justicia”.