El interrogatorio de Nicolás Petro, que conoció SEMANA, es revelador y en momentos descarado. El hijo del presidente Gustavo Petro dijo, sin sonrojarse, que no contaba los fajos de billetes con 5 y 10 millones de pesos en efectivo. Ese era un trabajo que dejó en manos de Day Vásquez; él solo se dedicó a llenar la caja fuerte del apartamento que compartían en Barranquilla.
El exdiputado del Atlántico habla de “aportes”, entregas de dinero que pasaron de los 200 millones de pesos y llegaron a los 500. Buena parte de ese dinero se quedó en los bolsillos de Nicolás Petro para cubrir lujos y excentricidades que mantenían con su expareja Day Vásquez. Sin embargo, dejó claro que no se lo embolsilló todo, un porcentaje lo invirtió en la campaña presidencial de su papá.
También reveló algunos “obsequios” que recibió. La Fiscalía le recordó a Nicolás Petro el nombre de un empresario, Jorge Robayo, de quien recibió al menos 100 millones de pesos en efectivo en un apartamento del norte de Bogotá, según su versión, de propiedad de Euclides Torres, el millonario financiador de la campaña presidencial.
Nicolás Petro insistió en que el dinero recibido del señor Robayo no se incluyó en la campaña; esos recursos fueron usados de manera exclusiva para “asuntos personales, fue un obsequio”, dijo el exdiputado cuando la Fiscalía le preguntó por este capítulo. “Bueno, eso es diferente al tema de campaña electoral, él me dio alrededor de 100 millones de pesos, pudo haber sido entre agosto y septiembre de 2022, como obsequio”.
El hijo del presidente explicó, de manera descarada, cuál era la razón o la motivación para recibir este tipo de obsequios del señor Jorge Robayo, un compromiso implícito que sabía, en ese momento, no podía cumplir, pero esto no fue argumento suficiente para rechazar el millonario regalo.
Bloqueado
“Cuando él me da ese obsequio, mi situación personal empieza a fracturarse y, a raíz de esa fractura de mi situación personal, vivo una especie de bloqueo a nivel de Gobierno y la gente me empieza a bloquear. Entonces ya no me buscan como me buscaban para pedirme favores, realmente el señor Robayo no logró nunca pedirme algo, ni yo hacerle un favor”, dijo Nicolás Petro.
El otro “obsequio” que le llegó a Nicolás fue por cuenta de una mujer del departamento de Boyacá, quien también de manera bien interesada le entregó 100 millones de pesos, sin compromiso, pero que dejó empeñado al hijo del presidente con aspiraciones a cargos en el Gobierno.
“Creo que es de Boyacá, más adelante les puedo dar el nombre también a manera de obsequio, ella igualmente dio 100 millones de pesos exactamente. Eso fue en el hotel Tryp o el que queda al lado, Wyndham, acá en Bogotá”, advirtió en su interrogatorio el hijo del presidente.
La misteriosa mujer de Boyacá llegó a Nicolás Petro por cuenta de su primo Camilo Burgos. Un día se encontraron, compartieron algunas palabras y, como si nada, le pasó por segunda ocasión algo que solo podría ocurrir una vez en la vida: la mujer le regaló 100 millones de pesos. “Ella quería un buen cargo, pero nunca dijo qué cargo y pasó la misma situación del señor Robayo”, dijo el exdiputado.
Nicolás Petro insistió en que sus benefactores se quedaron esperando los “favores” que incluían cargos en el Ejecutivo. Su situación familiar se complicó y fue “bloqueado” por el Gobierno que lidera su propio padre. Le cerraron las puertas de la Casa de Nariño.
Antes de terminar la primera parte de la diligencia, el hijo del presidente anunció otra promesa que rompió. “Quiero dejar constancia que más adelante voy a seguir dando nombres, porque ahorita no los tengo”.