El direccionamiento de 23 contratos que, en plata blanca, equivalen a 9.000 millones de pesos, tiene en graves problemas judiciales al exgobernador del Cesar Luis Alberto Monsalvo Gnecco, acusado por la Fiscalía esta semana por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación en favor de terceros.
Para la Fiscalía, existen pruebas que permiten inferir que el entonces mandatario departamental, en 2020, direccionó los contratos que tenían como finalidad mitigar la crisis social generada por la cuarentena decretada durante la pandemia del covid-19.
Desde la Gobernación se buscaba comprar 73.500 mercados para las familias más vulnerables, es decir, aquellas que se encontraban en una situación crítica por el confinamiento y las medidas ordenadas para prevenir la propagación del coronavirus, debido a que su única manera de conseguir su sustento era salir a las calles a trabajar.
Sin embargo, en la compra de dichos mercados se habrían presentado sobrecostos e irregularidades en cuanto a cantidad y calidad de los mercados que eran entregados. En la acusación hecha esta semana en contra de Monsalvo Gnecco ante la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía aseguró que estos contratos le fueron entregados, bajo un acuerdo de palabra, a personas que no contaban ni con la experiencia ni con la idoneidad para ejecutarlos.
“No existió un adecuado estudio de mercado para establecer el costo real de cada kit”, advirtió el fiscal delegado ante la Corte. Las pruebas documentales indican que en la compra de cada kit, que contenía alimentos de primera necesidad y elementos de aseo, existieron graves falencias.
“Es así como se impuso arbitrariamente un valor unitario de 126.600 pesos, sin atender factores de calidad, cantidad y lugar donde iban a ser entregados”, enfatizó el delegado del ente investigador.
Igualmente, citando a varios testigos, se llegó a la conclusión de que Monsalvo Gnecco era quien dictaba la última palabra, la cabeza de este escándalo de corrupción. El entonces mandatario departamental habría sido la persona encargada de entregar directamente la lista de los beneficiarios.
“Con este actuar se vulneraron todos y cada uno de los principios de la contratación pública estatal, generando un detrimento patrimonial aproximadamente de 408 millones de pesos”, afirmó el fiscal.
“El reproche que hace la Fiscalía se centra en que aun cuando la función contractual estaba delegada al secretario general de la Gobernación, el gobernador (Monsalvo Gnecco) no se separó de esa función, pues asumió comportamientos activos para la estructuración de los documentos precontractuales”, agregó el fiscal en la acusación.
Es decir, Monsalvo Gnecco estuvo presente en todo lo relacionado con los estudios de mercado que terminaron con la entrega exprés de los contratos. La Fiscalía le reprochó al exgobernador no haber ejercido de manera adecuada sus funciones de control y vigilancia que “impidieran las irregularidades que se materializaron”.
Como si fuera poco, el entonces gobernador, como lo señalaron varios testigos cuyos nombres están en reserva, tuvo relación directa con un grupo de empresarios y contratistas con el fin de convencerlos de que participaran en esta licitación que estaba direccionada, según el expediente. “Haber amañado los procesos contractuales para adjudicarlos a determinados oferentes mediante el establecimiento de criterios económicos que no se ajustaban a las condiciones objetivas del mercado”, concluyó el fiscal.
Por esto, Monsalvo Gnecco deberá enfrentar un juicio por los delitos de contratos sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación a favor de terceros.
En la actualidad, el exgobernador del Cesar cumple una condena de 21 años y ocho meses de prisión impuesta en marzo pasado por la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia por las irregularidades en millonarios contratos del Programa de Alimentación Escolar (PAE).En su primer paso por la Gobernación, en 2015, Monsalvo Gnecco habría entregado a dedo un contrato por 17.000 millones de pesos que tenía como objetivo la prestación del servicio de alimentación escolar a niños, niñas y adolescentes escolarizados en las áreas rurales y urbanas del departamento.
Sin embargo, y en un modus operandi muy parecido al caso por el que fue acusado esta semana, el entonces mandatario departamental habría entregado a dedo y a una empresa que no contaba con los requisitos dicho contrato, afectando así la calidad de vida de los estudiantes que en el papel iban a ser beneficiarios.
“Numerosas irregularidades que se evidenciaron durante todo el curso de la contratación y la liquidación como las deficiencias en estudios previos que carecen de los análisis de necesidad y conveniencia de la contratación, el número de estudiantes beneficiarios, que fue muy superior al real; el plazo de ejecución que se hizo por 59 días cuando el convenio interadministrativo, suscrito por el propio acusado, disponía de hacerse en todo el calendario escolar, es decir 180 días”, sentenció la Corte en esa oportunidad.
Los Gnecco, aliados de Petro
El 16 de julio de 2020 fue la última vez que el presidente Petro tecleó en sus redes sociales en contra del clan. Ese día, el entonces candidato, cargado de tigre, dijo: “El clan Gnecco se ha robado La Guajira, el Cesar y Magdalena. Se origina en el robo de los autos”.
Con la banda presidencial puesta, al primer mandatario parece que se le olvidó el pasado del clan político, porque el senador Luis Alfredo Gnecco –que forma parte del Partido de la U– terminó aliado del Gobierno, pese a que respaldó a Rodolfo Hernández y se oponía a la llegada de la izquierda a la Casa de Nariño.
Del desagravio pasaron a los abrazos en privado, los compromisos estatales con el Cesar, una región dominada por los Gnecco, y la aprobación de las reformas estructurales de Petro en el Congreso. El senador de La U Antonio Correa, quien terminó primero en el círculo cercano a Petro, fue quien trajo a Gnecco al palacio presidencial.
Las fotos que confirman la cercanía de la casa política hablan por sí solas. Hace una semana, el senador Luis Alfredo Gnecco acompañó al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, a una jornada que el médico adelantó en el Cesar. “Pudimos consolidar el compromiso del ministro con el fortalecimiento de la red hospitalaria de todo el departamento. Nuestra intención es y será siempre propender por la mejor calidad de vida de los cesarenses”, escribió Gnecco.
En la foto, el senador aparece con la senadora Imelda Daza, del Pacto Histórico. También con la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, cuota política de los Gnecco.
Sanjuán –quien le agradeció en su discurso a Cielo Gnecco cuando ganó las elecciones en octubre de 2023, pese a que esa mujer es investigada por presunto homicidio– terminó convertida en una de las gobernadoras políticas más cercanas a Petro, pese a que votó por Rodolfo Hernández.
El 25 de abril de 2024, el presidente inauguró un centro médico en el corregimiento de Media Luna, en San Diego, Cesar, y la mandataria tomó la visita como su mejor regalo de cumpleaños. Ese día, Cielo Gnecco también apareció en el evento organizado por la Presidencia, pese a que días atrás estuvo escondida de la Justicia. Ella saludó de mano al presidente, a pesar de que fue cuestionada por él años atrás. Su sobrino José Alfredo Gnecco hizo lo mismo sin esconder su emoción.
Y es que desde el pasado 3 de abril, el senador Gnecco había roto el hielo con Petro, quien invitó a cenar a los senadores aliados del Partido de la U y él tuvo su asiento. El exministro del Interior Luis Fernando Velasco estuvo presente.
El saludo entre Petro y Gnecco fue afectuoso. “Hubo apretón de manos y abrazo”, le narró un testigo de la cena a SEMANA. “Esa noche se confirmó que, pese a las diferencias, puede existir unión”, añadió la fuente. José Alfredo Gnecco fue prudente en la cena, donde algunos de sus compañeros se despacharon contra el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano. Al fin y al cabo, el 8 de marzo de 2024, el senador del Cesar acompañó al funcionario a una reunión en Valledupar.
La lista de ministros que Gnecco ha visitado es larga y va desde el exministro del Interior Luis Fernando Velasco, con quien gestionó el 29 de abril la materialización del Centro Administrativo de Valledupar, hasta el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, con quien estuvo el 20 de febrero de 2024.
El senador Gnecco y la gobernadora Sanjuán no son hoy los únicos del clan aliados de Petro. También está su fórmula a la Cámara por el Cesar, José Eliécer Salazar, a quien conocen en el Congreso como “gobiernista”, tal como ocurre con más del 90 por ciento de la Cámara Baja de La U.
José Alfredo Gnecco, quien vota mayoritariamente a favor del Gobierno en el Legislativo, no habla con la prensa, tampoco en el Congreso, ni se le conocen grandes proyectos o debates sobre los temas más importantes del país. Salazar, por su parte, no tuvo problema en reconocer, en su momento, su cercanía con el Gobierno. “Estamos manejando cordialidad con el presidente, así no sea de la línea nuestra, hay que manejarla porque se pasan cuatro años peleando con Petro y pierde la región”, le dijo a SEMANA.
Los políticos del clan Gnecco cada vez están más cerca de Petro, así muchos líderes de izquierda cuestionen al exgobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco, acusado formalmente esta semana por la Justicia.