Un giro de 180 grados tomó en los últimos días el proceso penal que se adelanta en contra del expresidente Álvaro Uribe por los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal. SEMANA tuvo acceso al informe parcial probatorio, encargado por sus abogados, que confirmó las peores sospechas de la defensa del exmandatario: las pruebas en contra de Uribe habrían sido manipuladas y ahora tendrán que responder justamente quienes lo acusan. El contragolpe está cantado.

La conclusión es demoledora, gran cantidad de evidencia utilizada por la Fiscalía para acusar al exjefe de Estado fue manipulada, alterada y hasta eliminada, según ese informe. Situación por la cual, desde ya, se anunció una denuncia para que se identifique plenamente a cada una de las personas que participaron en estos gravísimos hechos y será radicada el lunes de la próxima semana.

Y es que el informe de análisis pericial realizado a los equipos del cuestionado testigo estrella Juan Guillermo Monsalve es muy claro y plantea que “los relojes aportados como parte de los elementos materiales probatorios se encontraban en condiciones físicas que impidieron la realización de un procedimiento completo de adquisición de imagen forense. En otras palabras, presentaban daños o alteraciones físicas, tales como la pila ‘soplada’ y tapa suelta en uno de ellos”.

Desde la audiencia celebrada el pasado 6 de septiembre, se había puesto sobre la mesa el hecho de que varios elementos materiales probatorios que fundamentan la investigación contra Uribe no habían sido entregados en su totalidad para su respectivo análisis.

El expresidente Álvaro Uribe fue enfático al advertir que no le estaban permitiendo el derecho a defenderse de forma adecuada. El Tribunal Superior de Bogotá le dio la razón.

Entre ellos, el celular del senador Iván Cepeda y los dos relojes con cámara con los cuales el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve había realizado las grabaciones en la cárcel La Picota, de Bogotá, donde cumple una condena de 33 años por secuestro.

Pues bien, aun sin conocer el contenido total de los equipos de Monsalve en los que, tal como documentó la defensa del expresidente Uribe, encabezada por el abogado Jaime Granados, existe una diferencia de 102.000 archivos, 72.000 del computador y 25.000 en el celular, es claro que lo que se encuentre puede ser muy delicado y cambiar el rumbo del juicio.

En el informe forense conocido por SEMANA queda claro, sin ambages, que “el hecho de que la tapa del reloj estuviera suelta no parece corresponder con un desgaste natural o con un simple accidente. Este tipo de daño sugiere que el dispositivo pudo haber sido abierto intencionalmente para acceder a sus componentes internos. Tal intervención puede haber tenido el objetivo de deshabilitar el reloj o interferir con cualquier capacidad de almacenamiento o transmisión de datos”.

Desde la audiencia celebrada el pasado 6 de septiembre, se había puesto sobre la mesa el hecho de que varios elementos materiales probatorios que fundamentan la investigación contra Uribe no habían sido entregados en su totalidad para su respectivo análisis.

Y agrega que “el cable que alimentaba la corriente entre la batería y la tarjeta madre del dispositivo interno del reloj, el cual normalmente viene soldado de fábrica, fue encontrado desconectado. Un cable roto dentro de uno de los dispositivos refuerza la hipótesis de una intervención manual. Los cables internos de dispositivos electrónicos no se rompen fácilmente sin manipulación. Es posible que la rotura del cable forme parte de un intento deliberado por desactivar funciones específicas del reloj, posiblemente vinculadas a la recolección de datos o a la preservación de información electrónica”.

La obtención de los elementos contenidos en los dos relojes, que tenía bajo su custodia el abogado Miguel Ángel del Río, se extendió por varias semanas. La Fiscalía citaba al abogado, pero no se hacía presente, cancelando a última hora las citas y justificándose con compromisos personales y profesionales.

Ahora, el asunto dio una voltereta para el abogado Del Río y hacia él apuntan los reflectores. Por eso, publicó un mensaje en redes sociales en el que se defiende: “Como apoderado de los testigos Juan Guillermo Monsalve y Deyanira Gómez, rechazo el anuncio de la defensa de Uribe sobre manipulación de los relojes con que se grabaron legalmente a Cadena y Pardo. Un refrito y su soterrada apuesta a la prescripción”.

Estas imágenes demuestran cómo expertos peritos forenses analizan en detalle los equipos. La conclusión es clara: fueron manipulados.

Ante la publicación de esta opinión, llegó el informe técnico pericial que además concluye que “la batería de los relojes se encontró ‘soplada’, lo que significa que había sufrido una deformación o expansión (...) es posible que haya sido inducido intencionalmente, generando una sobrecarga de energía para provocar un fallo completo del dispositivo”.

El documento explica lo que pudo haber ocurrido con la pila: “Una batería soplada podría haber sido utilizada como un medio para asegurar que el dispositivo no pudiera operar correctamente o que los datos almacenados en su interior fueran inaccesibles o destruidos”.

Así las cosas, por estas grandes “fallas”, que las consideran intencionales, la defensa de Uribe, con la denuncia que ya anunciaron, busca que se identifiquen a todas las personas que tuvieron contacto con estos relojes y se establezca la forma en cómo se ejecutaron estos daños que impidieron una recolección completa de la información allí almacenada.

No es un asunto de poca monta. Durante la acusación realizada en mayo pasado, la Fiscalía citó en varias oportunidades las grabaciones hechas por Monsalve con estos relojes que le fueron entregados por su entonces pareja sentimental, Deyanira Gómez, para que grabara las supuestas presiones que estaba recibiendo con el fin de que se retractara de los señalamientos que había hecho contra el expresidente Uribe.

Y aunque la manipulación ya resulta innegable, según la defensa, hay verdades que probablemente nunca se conocerán.

Monsalve, atendiendo una supuesta recomendación de investigadores de la Corte Suprema, grabó las conversaciones que sostuvo con el abogado Diego Cadena y Enrique Pardo Hasche, su compañero de patio, y quien también fue vinculado por la Fiscalía a este proceso penal. Tras realizar las grabaciones, Monsalve le devolvió los relojes a su esposa, quien se los entregó a su abogado, Miguel Ángel del Río, para que los custodiara.

Y aunque la manipulación ya resulta innegable, según la defensa, hay verdades que probablemente nunca se conocerán, pues el informe preliminar forense destaca que los daños que registraron los relojes “impidieron realizar un procedimiento completo de adquisición de imágenes forenses, lo que imposibilitó extraer datos o verificar cualquier tipo de interacción o almacenamiento interno de información en dichos dispositivos”.

La defensa del expresidente Uribe ya puso de presente que los elementos hallados en el computador y el teléfono celular de Juan Guillermo Monsalve, y los cuales le fueron incautados por agentes del Inpec, también fueron alterados y parte de la información eliminada.

El abogado Jaime Granados anunció la presentación de una denuncia por la manipulación de las pruebas. Esperan dar con los responsables. | Foto: COLPRENSA ©

A esta conclusión se llegó tras realizar la comparación de la copia “espejo” que le entregó la Fiscalía y la copia “original” que estaba en los computadores de la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia.

El equipo de defensa del expresidente Uribe enfrenta una carrera contra el tiempo para establecer qué archivos fueron alterados, la forma como fueron manipulados y las fechas en las que se registraron estas acciones. También, tal como fueron manipulados estos equipos, según dicen, esperan comprobar que lo mismo ocurrió con las versiones de las consideradas víctimas y testigos para enlodar al expresidente Uribe.