El país estaba a la espera de los prometidos avances en la árida negociación de paz entre el Gobierno y el ELN. El viernes, en México, por fin se logró la firma del cese al fuego que a principios de este año la guerrilla se había negado a implementar.
El júbilo duró poco y vino un golpe de realidad, un soberbio Pablo Beltrán, jefe negociador de la organización criminal, advirtió que continuarán con el secuestro y la extorsión.
De este modo se avinagró el que sería el primer gran hito en la negociación de paz con el ELN, que para esta ocasión contó con la presencia, como invitados de primer nivel, del presidente Gustavo Petro y el máximo jefe de esa guerrilla, Antonio García, que, con un apretón de manos, sellaron el acuerdo ahora cuestionado.
Y no es para menos, el golpe de realidad lo dio Pablo Beltrán cuando, en una improvisada rueda de prensa, advirtió que “las operaciones de finanzas del ELN se empezaron a discutir, pero esa discusión no terminó, en estos protocolos no entraron”.
Pues las “operaciones de finanzas” o “los impuestos que cobran en las regiones”, como las denomina este cabecilla del ELN, se mantendrán. Eso, en la práctica, significa que la extorsión que tiene acorralados a pequeños y grandes comerciantes continuará.
Como si fuera poco, también continuarán secuestrando, eso sí, con la dialéctica del ELN, “por lo general nosotros no hablamos de secuestros, hablamos de retenciones, si no son necesarias, no se harán”, lo que no explicó es cuándo serán necesarias. Lo dicho por Beltrán va claramente en contravía de lo que esperaba el país, pues está claro que el secuestro es uno de los peores delitos, sin importar la forma como pretendan llamarlo.
“Qué vergüenza; cese al fuego que admite que los terroristas del ELN extorsionen y secuestren. Es inaceptable”, criticó de inmediato la senadora Paloma Valencia.
También habló uno de los negociadores del Gobierno, el presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia, José Félix Lafaurie, el gremio más afectado por los delitos de secuestro y extorsión. “Rechazo que el ELN mantenga las prácticas criminales y exijo claridad en las negociaciones. Acá hay unas reglas de juego que son importantes conocer por parte de todos los actores”, dijo Lafaurie.
Es una declaración que refleja la incertidumbre que dejó en el país la firma de un cese al fuego que ilusionaba, pero que ahora no está claro, ni siquiera para los mismos negociadores. Por lo pronto, en medio de la agridulce celebración, anunciaron que dentro de lo pactado se estableció que el tiempo de vigencia del cese será de seis meses con fases progresivas. La primera comenzó el viernes 9 de junio y va hasta el 6 de julio, tiempo en el que se hará el alistamiento del proceso, se determinarán los protocolos, la pedagogía en los territorios y se dará a conocer lo acordado con las estructuras del ELN.
También se alistará el mecanismo de verificación con las Naciones Unidas y la Iglesia católica. La segunda fase será desde el 6 de julio hasta el 3 de agosto. Ahí se aplicará el desescalamiento y se suspenderán las acciones ofensivas. La tercera empezará el 3 de agosto y será por 180 días prorrogables, con base en las evaluaciones periódicas. Sin duda alguna, una de las mayores críticas que ha recibido el Gobierno es la de haber pactado el cese al fuego con las principales organizaciones criminales del país sin tener protocolos de verificación listos.
Para este caso se hará cada dos meses y se creará un mecanismo de evaluación que actuará de manera local y regional para estudiar los posibles problemas que se pudieran presentar.
Dicha instancia estará conformada por integrantes del Gobierno Petro, el ELN, las Naciones Unidas y la Iglesia católica, que tendrán como misión verificar posibles violaciones al cese y dirimir los conflictos.
En medio de las críticas hay una promesa del mismo presidente Petro y que se espera resulte más sólida que este primer anuncio del cese al fuego, del cual se deduce, y es claro, que no habrá enfrentamientos entre Ejército y ELN, pero sí les dejó vía libre para seguir delinquiendo. “En mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre ELN y el Estado”, vaticinó el presidente Petro desde Cuba, donde estrechó la mano de García como gesto de sello al primer gran acuerdo con el ELN.