Sorprendidos quedaron los residentes del barrio Prados Club, en Cúcuta, Norte de Santander, cuando vieron a uno de sus vecinos capturado en medio de un gran operativo de la Policía y la Fiscalía.
El ciudadano que salió con las manos sujetadas con los grilletes metálicos por el Grupo de Operaciones Especiales (Goes) era Mahdy Akil Helbawi, alias el Turco, sobre quien pesaba una orden de captura por los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito, uso de documento falso y aprovechamiento ilícito de recursos naturales. Lo que pocos sabían eran sus estrechos vínculos con la organización terrorista Hizbulá.
Al efectuar la investigación, los agentes de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín), de la Policía, sabían que iban detrás de un pez gordo, pues Helbawi es hijo de Amer Mohamed Akil, considerado como un objetivo de importancia por el FBI y la DEA de Estados Unidos tras la presunta participación de Mohamed en los atentados terroristas acaecidos en Buenos Aires, Argentina, en los años noventa. En estos murieron cerca de 100 personas y otras 500 quedaron heridas.
Los expedientes norteamericanos señalan a Mohamed como integrante de alto nivel de la organización terrorista Hizbulá, quien estaría utilizando a su hijo Helbawi para enviar a Medio Oriente carbón vegetal a fin de comercializarlo al menudeo en el exterior. Según la Dijín, para este fin, Helbawi creó en Barranquilla la firma comercial Zanga S. A. S., considerada por las autoridades como un consorcio de papel, que les servía para exportar de manera ilícita el carbón vegetal hacia el Líbano, Israel, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
Para poner al descubierto las intenciones de Mohamed y su hijo Helbawi, contaron fuentes de la Dijín que la investigación empezó en 2021, cuando se detectaron movimientos sospechosos de dinero a través de la mencionada empresa, pues para la conformación de la sociedad se abrieron varias cuentas bancarias mediante las que se canalizaban los reintegros de la venta del carbón en el extranjero, que eran retirados por Helbawi en Colombia.
Segunda fase
Fuentes de la Policía indicaron que en otra fase investigativa se revisará cuál era el destino de los dineros que obtenía Helbawi por la venta del carbón ilícito en Medio Oriente y que tenían como objeto financiar al grupo terrorista Hizbulá. Una de las transacciones que habría dejado trazabilidad para la investigación y prueba para la captura de Helbawi está relacionada con la coordinación para el transporte de 1.400 bolsas de carbón vegetal con destino a Cartagena, con el propósito de ser enviado a Mohamed, el buscado miembro de Hizbulá.
De acuerdo con las pesquisas, alias el Turco venía realizando la operación ilícita desde 2015 y habría exportado más de 2.400 toneladas de carbón vegetal hacia Oriente Medio. El dinero obtenido llegaba a Colombia, pero se perdía su rastro.
El director de la Dijín, coronel Edwin Urrego, indicó que la captura del Turco se logró luego de la articulación en la investigación entre Estados Unidos, Colombia y la Fiscalía General de la Nación. “Este sujeto (el Turco) habría creado en 2015 una empresa a través de la cual se exportaron más de 2.450 toneladas de carbón vegetal hacia Medio Oriente”, reiteró el oficial.
Otro de los resultados de la investigación señaló que el Turco habría logrado lavar más de 5.400 millones de pesos por medio de dichas operaciones ilegales. Asimismo, la Policía informó que el Turco y su padre, Mohamed, se encuentran incluidos dentro de la lista OFAC, conocida como la Lista Clinton, de Estados Unidos, en la que figuran los nombres de personas y empresas que posiblemente tienen relaciones con dineros provenientes del narcotráfico.
Las autoridades pretenden determinar cómo se habría dado un presunto apoyo financiero del Turco a su padre y si se hizo a través de la empresa de la cual el capturado es representante legal. Esta firma figura comercialmente con un patrimonio de más de 100 millones de pesos y después del operativo quedó a disposición de la Sociedad de Activos Especiales.
Mahdy Akil Helbawi, luego del impresionante operativo para capturarlo en un exclusivo sector residencial de Cúcuta, fue presentado ante un juez de control de garantías, quien, al considerar que representaba un peligro para la sociedad y existía posible riesgo de fuga, optó por enviarlo a un centro carcelario. Las autoridades, además, indicaron que la actividad ilegal del Turco habría provocado graves daños ambientales en Colombia.