Así como la justicia ha concluido que la muerte de más de 4.000 hombres y mujeres de la Unión Patriótica (UP) se trató de un exterminio por parte de paramilitares y fuerzas oscuras que barrieron con el que era considerado el brazo político de las Farc, la justicia avanza en una gran investigación sobre una alianza criminal entre las Farc, la UP y un sector radical del Partido Comunista, que, con lista en mano, habrían dado la orden de aniquilar a los miembros del partido Esperanza, Paz y Libertad, que surgió con el desarme del Ejército Popular de Liberación.
SEMANA revela el explosivo testimonio de un exmiembro de las Farc que decidió levantar el velo y contar escalofriantes detalles de masacres cometidas por esta guerrilla, presuntamente ordenadas desde las direcciones políticas, en las que incluso hace graves señalamientos contra la actual senadora del Pacto Histórico Aída Avella, símbolo en vida del exterminio de la UP, quien vivió fuera de Colombia, en exilio, varios años, luego de que la intentaran asesinar.
En este caso, la acusación convertiría a un sector de la UP de víctima a victimario. Señala el testimonio que, en alianza con el Partido Comunista y con la presunta participación de Avella, entre otros dirigentes, habrían ordenado barrer con el EPL, en la región del Urabá antioqueño, donde “la orden era asesinarlos”.
El testimonio es de un curtido asesino y exguerrillero llamado Marco Fidel Giraldo Torres, alias Garganta, quien reconoce que desde sus 13 años llegó a las Juventudes Comunistas y de ahí pasó a las Farc. Las declaraciones las entregó el pasado 16 de junio, en el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá.
El fiscal fue quien puso sobre la mesa la gravedad de los hechos. Señaló que, de acuerdo con las versiones recogidas durante meses de investigación, “habría una alianza entre el Frente Quinto de las Farc, el Partido Comunista y la Unión Patriótica en esa zona del país (Urabá antioqueño); las reuniones que se gestaban entre miembros de ese frente (Quinto) eran lideradas por miembros del partido (Comunista) y de la UP”.
En el testimonio de Garganta, sin titubeo, explica todas estas relaciones. “En ese entonces era Partido Comunista, con ellos la relación era directa, un dirigente del partido, era otro miembro de las Farc, que nos decía qué hacer, nos daban las listas, hay que matar a fulano, o el que ellos pidieran a las Farc que lo mataran”.
Exterminio al EPL
Alias Garganta fue claro en advertir el conflicto que pone a la triada del Partido Comunista, las Farc y la UP como verdugos del EPL. Según relató, el exterminio de estos últimos no fue un asunto de los paramilitares, por lo menos en Urabá, sino que habría sido por esta macabra alianza. “Se entrega el EPL en mayo del 91, los desmovilizados siguen en la zona.
Sucede la muerte de Pedro Higuita, que era el comandante de las milicias bolivarianas en el corregimiento Nueva Antioquia; lo mata Guillermo Jiménez, desmovilizado del EPL, entonces, mi persona y el finao Marrano, Ricardo López Lora, subimos e inmediatamente porque la orden era matar a todo desmovilizado del EPL”, era la instrucción que alias Garganta había tenido que ejecutar. Incluso dio detalles de la forma como cumplió la orden de “barrer” con los desmovilizados del EPL.
“Comenzamos a buscarlos, nos trasladamos a las bananeras y todo desmovilizado lo matábamos, todo miembro de Esperanza y Libertad (sic) era objetivo militar. Nosotros infiltrábamos gente en las bananeras para ubicarlos, pero primero la lista nos las daban los dirigentes del partido (comunista), la lista de los esperanzados (EPL)”. órdenes del Partido Comunista Al desmovilizado le preguntaron quiénes eran los que daban la orden y afirmó: “Cuando yo cometí algunas masacres, a mí fue directamente dirigentes del Partido (Comunista) que me dijeron ‘ese es fulano’.
Entonces comenzamos: Apolinar Martínez, quien era presidente regional del Partido Comunista; Albeiro Bustamante, Urrego, Mercedes Úsuga, Nelson Campo Núñez, José Antonio López, Gustavo Arenas, Sexenio Córdoba, en el momento no puedo recordarlos todos”. La lista de nombres que dio Giraldo coincide con exactitud con personas que fueron militantes el Partido Comunista y miembros de la UP, incluso muchos de ellos murieron durante el exterminio.
Giraldo también alude el espinoso tema de los dirigentes nacionales del Partido Comunista y apunta contra la senadora Aída Avella. “Cuando se da la masacre de Churidó Pueblo, fueron dirigentes del Partido Comunista, no solo de la región de Urabá, fueron nacionales, allá estuvo la doctora Aída Avella”.
En su narración de cómo se dio la masacre de Churidó, ordenada por el Partido Comunista y en la que según afirmó participó Aída Avella, da nombres propios, incluso de personas que son reconocidas como peligrosos miembros de las Farc. “Ahí se reunió Alfonso, Jacobo (Arango), Elda (alias Karina) como dirección del Quinto Frente, y salgo con la comisión. Llegamos a un punto que se llama La Miranda, por los lados de La Balsita, se unieron otros dirigentes del Partido (Comunista) que nos iban a guiar. Con nosotros entraron tres dirigentes del Partido a la masacre, la orden inicialmente era matar a todo el que hubiera (sic) levantado a esa hora y quemar todo ese pueblo, esa fue la orden”, narró alias Garganta.
El desmovilizado explicó en detalle cómo en la región del Urabá el Partido Comunista, las Farc y la UP actuaban en bloque, como “uno solo”, dijo que “de la UP, cuando se formó en Urabá, los del Partido (Comunista) quedaron como dirigentes de la UP porque prácticamente las Farc absorbió a esa gente del partido”.
SEMANA habló con la senadora Aída Avella sobre el espinoso señalamiento y lo negó rotundamente. “¿Qué tal esto? Yo jamás he tenido ese tipo de reuniones, ahora lo que buscan es justificar todo el daño que nos hicieron tratando de vincularnos. Esto era lo que faltaba. Pude haber estado en Apartadó pero en reuniones de movimientos sindicales”.
Sobre la alianza UP, Farc, Partido Comunista, afirmó que “yo estoy en la dirigencia de la UP desde 1991, por Dios, no estaba ni siquiera en la dirección, empiezo a serlo después de la Asamblea Nacional Constituyente. Claro, yo estuve en su fundación pero eso era una cosa distinta”.
Masacre de La Chinita
En la declaración, que es una pieza clave en el proceso que se lleva en Justicia y Paz, se refiere a los más sangrientos jefes de las Farc, incluso a Iván Márquez, quien por esos años dejó las armas y fue representante a la Cámara de la UP, para luego volver a lucha armada ilegal; tal como lo hizo con la negociación de La Habana, que le dio asiento en el Senado y volvió al crimen, esta vez como jefe de la Segunda Marquetalia.
Esto lo contó al referirse a una masacre histórica: la de la Chinita. “Se me imputó esa masacre porque estuve en la planeación, pero no estuve en la masacre. El día 23 hubo una reunión en la vereda La Resbalosa, ahí estuvo reunido por parte del Quinto Frente Iván Márquez, (…) con una gente del Partido, estuvo uno que le decían el flaco, que era de la alcaldía de Apartadó. De ahí sacaron una comisión de 12 combatientes; Manteco nos dice: vamos a sentarle la mano a Esperanza, Paz y Libertad”.
“Iván Márquez me dice ‘váyase para que se encuentre a Mario’ y me contó ‘no, huevón, lo que pasó fue que esa gente salió a correr toda y tocó darle bala a todo el mundo, hermano’, por eso hubo tantos muertos, pero la masacre iba a suceder”, dijo Giraldo Torres en un testimonio que pone a víctimas como victimarios y dará mucho de qué hablar. Ahora las autoridades deben entrar a fondo para investigar estos graves señalamientos.