Fusil en mano, formación militar, arrastre bajo, camuflaje y ataques sorpresa, así son los entrenamientos en las escuelas móviles de la muerte que el cabecilla de las disidencias de las Farc, alias Iván Mordisco, ordenó revivir. SEMANA obtuvo un documento de inteligencia de las agencias de seguridad del Estado en el que se detalla cómo están funcionando estos improvisados ‘colegios’ de instrucción de la muerte, en qué regiones del país están recibiendo instrucciones los futuros disidentes de las Farc, cuáles son sus horarios y las pruebas que deben hacer para ‘graduarse’.
En la actualidad, señala el documento, hay activas seis escuelas móviles de la muerte, organizadas por Mordisco. La estrategia, que fue impuesta por la extinta guerrilla de las Farc, fue retomada este año por este criminal con mayor intensidad. “Ya ha sido graduado personal y lo certifican con una acción terrorista, que es como su tesis de grado”, indica el documento de carácter secreto de la fuerza pública.
En los ‘colegios’ criminales, los instructores preparan a los reclutados para que se conviertan en ‘pisa suave’, se vuelvan expertos en el manejo de drones con explosivos, les dictan cursos ideológicos, aprenden tácticas de guerra, de ‘francotiro’, infiltración, enfermería, armado de explosivos, propaganda urbana, fuerzas especiales, entre otros. Algunas de las escuelas móviles que son levantadas en zona selvática, de difícil acceso para la fuerza pública, son la Misael Rodríguez, que se ubicó durante un tiempo en territorio venezolano, en la región de Apure; la escuela Jorge Briceño, también de lado venezolano, y la escuela Jacobo Arenas.
Ahora, estas escuelas se mueven por los departamentos de Antioquia, Arauca, Guaviare, Meta, Putumayo, Cauca y Nariño, en donde son acondicionadas de acuerdo con la necesidad de la guerra y para entrenar a menores de edad, jóvenes y adultos para enfrentarse a la fuerza pública donde las operaciones son más agresivas.
Los cursos duran dos meses o más, tiene cupos para 40 personas aproximadamente y el desarrollo completo del entrenamiento depende del accionar de la fuerza pública, si hay operaciones activas cerca, deben dejar abandonado el campamento y se ven obligados a trasladarse a otra zona del país para continuar con la misión.
Los lugares cuentan con trincheras, campos de entrenamiento, pistas de instrucción, campos de tiro y zonas para recibir inducción de primeros auxilios con el fin de que puedan atender a sus compañeros en el momento de caer heridos en medio de los enfrentamientos con la fuerza pública.
Un día en las escuelas móviles puede iniciar a las cuatro de la mañana. En ese momento, se hace un pequeño entrenamiento; luego pasan a las clases ideológicas, en donde se les enseña la teoría socialista de Carlos Marx; luego llegan los cursos a terreno en las pistas de entrenamiento y pasan posteriormente a conocer las siete técnicas para convertirse en los denominados ‘pisa suave’, que son los encargados de atacar por sorpresa a la fuerza pública. “Estas áreas se han convertido en una zona estratégica para la formación del personal reclutado por los grupos ilegales”, señala el documento en poder de SEMANA.
El informe recopila las diferentes estrategias que tienen las disidencias de las Farc de Mordisco para el reclutamiento de personal, sin importar las edades. En las zonas donde tiene injerencia Mordisco, las disidencias uniforman con prendas camufladas y sus brazaletes a niños desde los 3 años (ver imagen).
A los más grandes, los que superan los 12 años, los atraen por medio de las redes sociales o usando a disidentes mujeres con cierto atractivo para que aborden a los estudiantes en los entornos escolares, los enamoren y los recluten. Las cifras son preocupantes. De acuerdo con el informe, se observa que durante el Gobierno del presidente Gustavo Petro se ha dado un alto reclutamiento de menores de edad por parte de las disidencias de las Farc.
Para 2022, el número de menores de edad reclutados por las disidencias de Mordisco en sus áreas de injerencia fue de 125, mientras que en 2023 el reporte fue de 119. Así, 244 adolescentes terminaron empuñando armas de las disidencias de las Farc y peleando en una guerra en la que no deberían estar. El documento se alimenta con trabajo de inteligencia y con fotografías de menores de edad.
El informe constata nuevamente la repudiable práctica del reclutamiento. En redes sociales como TikTok se ve a jóvenes, mujeres y hombres plenamente uniformados, con fusiles en las manos, en medio de la selva y haciendo videollamadas. Esta táctica, señala el informe, forma parte de la estrategia que tienen alias Iván Mordisco y sus cabecillas para lograr que otros jóvenes se vinculen a su organización criminal.
“De otra parte, se ha evidenciado que los grupos residuales vienen reconfigurando la estrategia de vincular menores de edad para la guerra, no se presentan conductas forzosas o violentas, desmarcándose de señalamientos de reclutamiento ilícito, pretendiendo mostrarse como formadores, para alejarse del reclutamiento forzado”, agrega el informe secreto.
Además, indica la información en poder de SEMANA, que las disidencias de las Farc se aprovechan de las precarias condiciones económicas de los niños y sus familias, de los conflictos internos en los hogares y de los malos tratos de los padres hacia ellos para ofrecerles una alternativa de surgir y tener una mejor calidad de vida.
Sin embargo, manifiesta el documento que las disidencias no les dicen a los jóvenes que ya adentro de las filas tienen que soportar malos tratos, que serán humillados y tendrán que empuñar un arma para asesinar. Tampoco que a las mujeres las obligarán a abortar, que serán irrespetadas por los cabecillas y hasta abusadas sexualmente, en medio de la más completa impunidad.
Otra de las tácticas que han optado las disidencias de las Farc para llevarse a los jóvenes para la guerra es la de poner a correr música con cantantes populares de la región, en la que las letras hacen alusión al ingreso de las filas de la estructura criminal. Las canciones hablan del manejo de armas, hacen referencia a la cultura de la ilegalidad, al dinero fácil y al acceder a una mejor condición económica empuñando los fusiles contra el Estado.
Para sostener la guerra y lograr expandirse, dice el documento, Mordisco ha necesitado de más personal y recursos, por eso su afán de reclutamiento de hombres y mujeres para lograr control territorial en las zonas de narcotráfico, minería ilegal, extorsiones y secuestros, entre otras actividades ilegales.