El propio fiscal general Francisco Barbosa entregó los resultados de un mega operativo contra las organizaciones dedicadas al tráfico de licor adulterado y que en las últimas horas dejó la incautación de más de 60 toneladas de licor adulterado en varios departamentos del país.
“En 30 diligencias de registro y allanamiento realizadas en las localidades de Bogotá y en Soacha (Cundinamarca), investigadores del CTI, adscritos a la Dirección Especializada contra las Violaciones Humanos, pusieron en evidencia a una industria criminal dedicada a la falsificación y elaboración artesanal e insalubre de bebidas embriagantes nacionales e importadas”, señaló la Fiscalía para dar a conocer los resultados de este operativo que en criterio del fiscal general le puede salvar a la vida a miles de colombianos.
Durante las diligencias de allanamiento la Fiscalía logró también la incautación de 60 toneladas de insumos para la adulteración de licor: como sellos, etiquetas, tapas, dosificadores, cajas, botellas, alcohol y otras sustancias liquidas usadas en ese peligroso proceso.
“Además de productos que, sin serlo, fueron rotulados como vinos, aperitivos, champañas, whisky, ron, vodka y aguardiente, y estaban empacados y listos para ser vendidos durante las festividades de diciembre”, explicó el fiscal general Francisco Barbosa, que estuvo al frente del operativo.
En el marco de estos operativos que se realizaron en diferentes departamentos del país, con énfasis en la ciudad de Bogotá, fueron capturadas 14 personas, entre ellos gerentes de empresas legalmente constituidas para la distribución de licor y que mezclan su actividad licita con la adulteración del producto.
“Algunos son gerentes y directivos de cuatro empresas legalmente constituidas, cuya actividad económica es la venta de licores. Está acreditado que presuntamente servían de fachada, y distribuían bebidas originales y adulteradas en Bogotá, Cali, Medellín, Cúcuta, Barranquilla y ciudades del Eje Cafetero”, aseguró el fiscal al detallar la actividad criminal de los capturados.
Los capturados serán presentados, según explicó el fiscal general, ante jueces de control de garantías para imputar cargos por concierto para delinquir, usurpación de derechos de propiedad industrial, y corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico.
Los operativos se extendieron hasta centros de reciclaje donde la organización almacenada, bajo pésimas condiciones de higiene, las botellas que luego serían utilizadas para llenarlas con el licor adulterado.
“Manejaban centros de reciclaje en los que se compraban botellas de licores con etiquetas o dosificadores en buen estado, muchas de ellas llegaban de otros puntos del país y de la ciudad fronteriza de Tulcán (Ecuador). Estos elementos eran sometidos a un proceso de lavado, en el que se reutilizaban agua, jabón, desinfectantes o blanqueadores en condiciones pésimas de higiene”, explicó la Fiscalía en un comunicado.
Fue un año de seguimiento a esta organización que incluso en sus propias casas ubicaban improvisados alambiques donde mezclaban alcohol con colorantes para dar la tonalidad requerida según el producto que se quería imitar, todo en condiciones que el fiscal general calificó de preocupantes para la salud pública.
“En casas de familia presuntamente se preparaban las bebidas en alambiques artesanales y mediante la mezcla indiscriminada de alcohol y diversos componentes, sin ninguna medida de salubridad. Hay indicios de que en las fábricas de las empresas que estarían vinculadas al ilícito también se hacía la fase de destilación de las bebidas, pero de una manera industrial y a gran escala”, señaló el fiscal Francisco Barbosa.
El licor adulterado, en condiciones higiene que alertarían a cualquier ciudadano, era distribuido en establecimientos que no exigían mayores controles, pero principalmente en discotecas y otros centros de diversión nocturnos. En época de pandemia pensaban llevarse a tiendas de barrio para ser comercializado a menor precio en estas fiestas de diciembre.