“Lo que voy a decir suena feo, pero es la realidad, el alto mando dejó manosear la institución, ahora los ascensos los decide una secretaria sin formación militar”, las palabras son de un coronel que por más de 27 años arriesgó su vida enfrentando grupos criminales como la guerrilla de las Farc y a quien el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, le frenó el ascenso, pese a que su hoja de vida tenía el visto bueno del Ejército y de las Fuerzas Militares.
SEMANA habló con mayores y tenientes coroneles que debían ascender en junio, pero el pan se les quemó en la puerta del horno y los dejaron por fuera, pese a que los oficiales habían pasado los filtros del Ejército para ser llamados a ascender, los mayores a teniente coronel y los tenientes coroneles a coroneles. Cuando sus hojas de vida llegaron al despacho del ministro Velásquez, este las desechó, tirando a la caneca el año que ya se había tomado el Ejército realizando pruebas académicas, físicas, polígrafos, investigaciones internas, estudios familiares y otros filtros para tener en cuenta a los postulados.
“El ministro de la Defensa está politizando la fuerza, eso no debe pasar, se están saliendo de la norma. Además, se está viendo discriminación, a oficiales con investigaciones graves los ascendieron y otros que no tienen mancha los dejaron”, dijo uno de los coroneles activos que habló con SEMANA y quien pidió reserva de su nombre por seguridad. Para el oficial, lo que hoy se ve dentro del Ejército y la fuerza pública es incoherencia. Reconoció que tiene un proceso activo en la JEP, pero aclaró que en el pasado su caso había sido fallado a su favor, pero fue reabierto en la JEP.
Contó que el proceso tiene más de 18 años y por cuenta del proceso de paz con las Farc volvió a quedar vigente. “Yo combatí a la guerrilla, dimos de baja a cabecillas como el Negro Acacio; he obtenido distinciones, reconocimientos y los ascensos los he logrado sin ningún problema.
El mando sabía que cumplía los requisitos”, mencionó el oficial. Pese a que su nombre estaba en la lista para ascender, después de cumplir el año de filtros del Ejército, cuando su hoja de vida llegó a la oficina de Adriana Fernández, secretaria privada del ministro, decidió que no podía ascender por el proceso abierto en la JEP.
“Ahora una secretaria está por encima del mando militar. Yo conté con el visto bueno del comandante del Ejército encargado del Ejército, el general Ómar Sepúlveda; del general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares; del general Samuel Salinas, jefe del Coper (Comando de Personal); del coronel ponente que me evaluó durante un año para que cumpliera con todos los requisitos”, señaló el oficial, quien hizo carrera en operaciones especiales.
SEMANA indagó con fuentes militares para saber si se trataba de un caso excepcional en el Ministerio y encontró que no es así. Al parecer, el ministro Velásquez está acudiendo a un patrón para dejar por fuera a oficiales de larga trayectoria, que conocen el campo de combate, las prácticas sangrientas de los criminales y cómo combatirlas. Todos los oficiales con los que habló SEMANA tienen algo en particular: son de operaciones especiales y dieron duros golpes contra las Farc, como es el caso de Raúl Reyes, el Negro Acacio, Alfonso Cano, los hoy inexistentes objetivos de alto valor.
“El ministro está sacando a los que conocemos el terreno, los que podemos hacer frente a los criminales. El mensaje a quienes están adentro es que no formen parte de las fuerzas especiales porque allí uno casi siempre termina con investigaciones y eso se convierte en un problema para ascender”, dijo.
Para los militares resulta paradójico cómo a ellos, que en la mayoría de casos tienen solo una investigación en la que no han sido imputados, acusados o condenados, les frenan el ascenso, pero, por el contrario, el ministro Velásquez promueve el ascenso del coronel Carlos Feria, acusado formalmente por la Fiscalía de graves delitos en el caso de Marelbys Meza, y también promueva ante el Congreso el ascenso a general de cuatro soles, del nuevo comandante del Ejército, el general Emilio Cardozo, que, como lo reveló SEMANA, tienen tres investigaciones activas como indiciado en la Fiscalía delegada ante la Corte Suprema de Justicia.
Los oficiales se preguntan qué está pasando con el comité de ascenso, que es donde se evalúa a quienes van a subir un grado. El comité hace pruebas psicológicas, familiares, económicas, pruebas de contrainteligencia, recoge conceptos de compañeros y jefes, y todo ese tiempo e inversión de recursos se pierde por la necedad de una secretaria. Hay que mencionar que después del año del curso de ascenso, los oficiales ponentes exponen durante cuatro meses ante un general cada nombre de los postulados y dicen si es merecedor del siguiente grado o no.
Luego, el general al que le tocó evaluar los nombres de los oficiales los presenta ante el comandante del Ejército, quien expone esos nombres ante el comandante de las Fuerzas Militares, quien a su vez presenta los nombres ante la Junta Asesora del Ministerio de Defensa, que la componen el ministro de Defensa, Iván Velásquez; su secretaria privada, Adriana Fernández, y asesores jurídicos.
“Me siento traicionado, los altos mandos en cabeza de los procesos de ascenso no son capaces de hacer valer su cargo y defenderlos de las injusticias. Ven que están sacando a los operativos y se quedan callados”, señaló el oficial. Para los mayores y coroneles la situación que se está presentando con los ascensos es de extrema gravedad por la incoherencia del Gobierno.
Según los militares, el Ministerio de Defensa, en especial la secretaria Fernández, están acogiendo la recomendación que hizo el padre Francisco de Roux, de la Comisión de la Verdad, que dijo que militares con investigaciones judiciales no deberían ascender.
Otro de los coroneles que hablaron con SEMANA dijo que al acoger dicha recomendación del padre de Roux, el Ministerio les está violando el derecho a la presunción de inocencia. “La ley de ascensos es clara en mencionar que si no hay pliego de cargos o imputaciones ejecutadas se puede ascender”, señaló.
Para el abogado John Castro, experto en derecho militar, el manejo que les está dando el ministro a los ascensos va a generar un detrimento patrimonial. “¿Qué va a pasar en el futuro? Todos esos oficiales a los que se les están negando el ascenso luego de haber superado todos los filtros y que el ministro sacó por la puerta de atrás, van a entablar demandas contra el Estado que seguramente serán falladas a su favor”, dijo el jurista.
Además, el penalista indicó que gran parte de la responsabilidad para frenar los ascensos es de la Fiscalía, que se demora décadas para resolver los casos judiciales. “Resulta que un oficial que está en un campo de combate tiene una denuncia por cualquier motivo desde hace décadas, no le han resuelto el caso y termina convirtiéndose en su inri”, dijo el jurista.
De un grupo de más de 70 oficiales llamados a ascender y que cumplieron con todos los requisitos, más de una docena fueron descabezados, según los afectados, esto fue por decisión de la secretaria privada del ministro Velásquez, quien está imponiendo las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, que, está claro, no son vinculantes.
SEMANA consultó con el ministro Velásquez por el rol que cumple la secretaria Fernández en los ascensos e indicó: “En varias oportunidades, de acuerdo con sus funciones, la doctora Fernández colabora con el rol de revisar, pero soy yo quien, una vez me presentan los soportes y documentos, defino la postura a tomarse en las diferentes juntas y ella se encarga de transmitir a las dependencias de Talento Humano de cada fuerza”.