A 58 años y 9 meses de prisión fue condenado por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Pelayo Rincón, quien confesó ser el autor intelectual del secuestro y posterior asesinato de su hijo Luis Santiago. La sala de Casación Penal desestimó los alegatos de su abogado defensor, quien aseguró que la confesión se había dado bajo presión y tortura de la que había sido víctima Pelayo una vez se había conocido el caso. Teniendo en cuenta lo anterior, la corporación ratificó la decisión del Tribunal Superior de Cundinamarca y lo declaró culpable por los delitos de secuestro simple y homicidio. El secuestro del bebé Luis Santiago se dio el 24 de septiembre de 2008 por orden de Pelayo y días después su cuerpo sin vida apareció abandonado.