Uno de los testimonios más esperados sobre el escándalo de presunto enriquecimiento y lavado de dinero por parte de Nicolás Petro era el de Mónica o Kiki Lopesierra, hija del exnarco y ahora candidato a la alcaldía de Maicao, Santander Lopesierra. Ella llegó el 21 de junio a la sede de la Procuraduría luciendo gafas negras, camisa blanca y acompañada de dos personas. Pasó en medio de las cámaras y las grabadoras de los medios y no dio ninguna declaración.
Asimismo, su cara a cara frente a los investigadores de la Procuraduría dejó más dudas que respuestas. ¿Qué pasó en esa diligencia? La cita se dio en medio del proceso disciplinario contra Nicolás Petro, luego de que Day Vásquez, quien fue su pareja, en una entrevista con SEMANA, contó que el exnarco Lopesierra dio 600 millones de pesos para la campaña de Gustavo Petro, pero el diputado se habría quedado con esa plata.
En la entrevista, aseguró que Nicolás se conocía previamente con el Hombre Marlboro porque tenía una relación de amistad de años con la hija del excapo, Kiki Lopesierra. Day también contó que asistió a una reunión en la que, según su relato, estuvieron presentes el exnarco, un hermano y su hija, además de Nicolás.
En principio, Lopesierra contestaba con firmeza a cada pregunta o requerimiento de la Procuraduría en lo referente a sus datos, actividades y temas generales. Sin embargo, la declaración dio un giro cuando las preguntas apuntaban a la presunta entrega de los 600 millones de pesos. Ahí se vio a otra Kiki.
Sin titubear, empezó a responder que se acogía a su derecho de guardar silencio. Los investigadores de la Procuraduría fueron insistentes, le preguntaban de diferentes maneras, intentaban buscar respuesta sobre la financiación y, pese a la presión, Kiki se mantuvo firme y reiteró su decisión de guardar silencio.
Al parecer, se trataba de un libreto bien preparado: respuestas claras ante lo simple y silencio total ante lo que podría resultar comprometedor para Nicolás Petro y su papá, quien se inscribió por firmas como candidato a la alcaldía de Maicao.
La Procuraduría entendió la estrategia jurídica de Lopesierra, en la que se estaba ajustando al derecho a guardar silencio. La diligencia se extendió por cerca de hora y media.
Al igual que al ingreso y en su versión, a su salida de la diligencia en Barranquilla, la testigo clave no respondió las espinosas preguntas y se fue, junto a sus acompañantes, en una camioneta blanca que la estaba esperando. Esta fue la segunda citación, la primera fue aplazada.
Pese a su reserva, hay una pieza clave para las autoridades. En un audio publicado por SEMANA, que ya está en poder de los investigadores, hablan Day Vásquez y Kiki Lopesierra. Allí se pone sobre la mesa la entrega de dinero de Santander Lopesierra, incluso después de las elecciones presidenciales.
En este caso, como se escucha, Lopesierra estaba “enredado” buscando una plata que tendría como destino a Máximo Noriega, la ficha de Nicolás Petro para la Gobernación del Atlántico. “Mi papá anda enredadísimo con unas platas y son para Máximo”, se escucha a Kiki.
Y más adelante agrega: “Él tiene unas visiones, unas metas, unas vainas y lo ilusionan, Day, y tú sabes que, mal que bien, él viene de estar preso, quiere tranquilidad. Lo que le promete el hijo del presidente, ¿tú qué piensas?”.
Para la justicia era muy importante conocer la versión sobre los 600 millones de pesos, pero las dudas se mantienen, porque una de las principales protagonistas y testigos, Kiki Lopesierra, no soltó palabra. ¿Un pacto de silencio?