Uno de los principales protagonistas del escándalo de poligrafía e interceptaciones ilegales revelado por SEMANA, y que provocó una profunda crisis en el gobierno del presidente Gustavo Petro, es precisamente uno de sus hombres más cercanos: se trata de su jefe de seguridad, el coronel Carlos Alberto Feria, quien tuvo que darle la cara a la justicia.
SEMANA revela detalles del interrogatorio que entregó el coronel Feria a la Fiscalía el pasado miércoles. La diligencia, a la que tuvo que acudir acompañado de un abogado, la desarrolló un fiscal especializado de la dirección contra la corrupción que adelanta las pesquisas por el capítulo de la poligrafía a Marelbys Meza, la niñera del hijo de la entonces jefa de Gabinete del Gobierno, Laura Sarabia.
El coronel Feria respondió el cuestionario de la Fiscalía, cuyo objetivo era establecer quién ordenó las pruebas de poligrafía a Marelbys, quiénes la realizaron y cómo se desarrolló esa actividad en los sótanos frente a la Casa de Nariño sin ser ella funcionaria. El oficial, sin titubeos, les dijo a los fiscales que la orden la dio el coronel Óscar Dávila, entonces jefe de la oficina de Anticipación en la Seguridad Presidencial.
De acuerdo con la diligencia, el coronel Feria les explicó a los fiscales cómo fue enterado del hurto al apartamento de Sarabia. En esa primera versión, la entonces funcionaria del Gobierno advirtió que le habían robado cerca de 4.000 dólares en efectivo que estaban en una maleta; luego, en la ampliación de denuncia, dijo que eran 7.000.
La cronología del hurto la explicó en detalle el coronel a los investigadores del caso. Según el interrogatorio, la jefa del esquema de seguridad de Sarabia fue la encargada de llevar la maleta con el dinero hasta al apartamento de la funcionaria y se la entregó a la empleada.
“Ese mismo día, Laura llegó tarde y al otro día se van, regresan hasta el domingo en la noche, un día después sale de viaje para Villa de Leyva y desde allí llama a su esposo (Andrés) y le pide que revise la maleta, pero él advierte que solo hay cosas personales, nada de plata, ni documentos”, reveló una fuente judicial respecto de la declaración del coronel Feria.
Según el interrogatorio conocido por SEMANA, el oficial le explicó a la Fiscalía que, una vez enterado del hurto, de voz de la jefa del esquema de seguridad de Sarabia, le pidió al coronel Dávila que se hiciera cargo de la situación y es allí donde aparecen los investigadores de la Sijín que escucharon por primera vez a Marelbys Meza.
“Marelbys estuvo en el apartamento hasta el sábado en la tarde y fue la jefa del esquema de seguridad la que llama a Feria, que en ese momento estaba con Laura en Villa de Leyva, en un consejo de ministros. Feria llama a Dávila para que se ponga al frente y él busca a los de la Sijín”, reveló a SEMANA una fuente de la investigación.
En la misma declaración, se conoció que el coronel Dávila impartió órdenes a sus subalternos en la oficina de poligrafía de la Presidencia de la República. Fue así como el capital Elkin Augusto Gómez recibió, al parecer, la misión de adelantar las pruebas de poligrafía a Marelbys. A su vez, el capitán Gómez le dio la orden al intendente John Alexánder Sacristán, poligrafista, de completar el procedimiento. Los dos también fueron citados a entregar su versión en la Fiscalía.
Tras explicar las funciones y las misiones impartidas, el coronel Feria aseguró en la Fiscalía que el encargado de dar instrucciones e impartir las órdenes para las pruebas de poligrafía fue el coronel Dávila, quien apareció muerto frente a su residencia, diagonal al búnker de la Fiscalía, en un caso de suicidio, según lo dio a conocer esta semana el ente acusador.
Durante la diligencia, que tardó cerca de dos horas, el coronel Feria insistió en que todo se hizo de acuerdo con los parámetros legales y los protocolos internacionales para el desarrollo de las pruebas de poligrafía. Sin embargo, la Fiscalía aseguró que las pruebas a Marelbys solo tenían la intención de establecer el paradero de una suma indeterminada de dinero hurtada del apartamento de Sarabia, un interrogatorio ajeno a la seguridad nacional.
Incluso, en la diligencia de interrogatorio al capitán Gómez, la Fiscalía le preguntó lo mismo y la respuesta fue similar a la que entregó el coronel Feria. “Que las órdenes salieron del coronel Dávila y que los reportes de todos los resultados de esas pruebas de poligrafía fueron entregados al coronel Dávila”.
La Fiscalía le preguntó al coronel Feria por los roles, la jerarquía y las funciones de cada cargo en la seguridad presidencial. El oficial lo explicó de manera detallada, al punto de confirmar que la Seguridad Anticipativa, bajo responsabilidad del coronel Dávila, era la encargada de adelantar las averiguaciones tras el hurto a la entonces jefa de Gabinete.
La investigación por las pruebas de poligrafía a Marelbys Meza en los sótanos frente al Palacio de Nariño arrancó como un caso de posible tortura, luego de la denuncia de la exniñera. La investigación estuvo asignada a la Dirección de Derechos Humanos de la Fiscalía y, tras algunas verificaciones, que incluyó el video con la prueba de poligrafía a Marelbys, el ente acusador le dio traslado al proceso a la Unidad contra la Corrupción.
El coronel Feria también estuvo en la Fiscalía entregando una declaración jurada en la investigación por la muerte del coronel Dávila. Allí explicó que ese mismo día estaba de cumpleaños y el oficial le envió un mensaje a su celular para felicitarlo. En adelante, solo se enteró de su muerte hasta que aterrizaron en Colombia y luego de un viaje que realizó con el presidente Gustavo Petro en Cuba.
Con los interrogatorios, las inspecciones en las oficinas de la Presidencia de la República y otras pruebas documentales recuperadas por los investigadores, la Fiscalía prepara importantes decisiones que incluyen una eventual imputación de cargos.