De los usuarios de Semana.com que escribieron al correo líneaciudadana@semana.com, la mayoría estuvieron de acuerdo con que exista la posibilidad de prestar el servicio militar en la Defensa Civil o como ayudante de un profesor. Semana.com publicó el pasado 11 de agosto el artículo 'Proponen que el servicio militar obligatorio pueda ser civil', en el que se explicaba que la propuesta estuviera en un proyecto de ley que está en curso en el Congreso y en los planes de revolución educativa del Ministerio de Educación. Al final, se les pidió a los usuarios que habían prestado servicio militar que contaran su experiencia y si en verdad sintieron que le habían prestado un servicio al país. James Henao Díaz, un usuario que prestó servicio en 1986, contó, hoy, después de tantos años de haber sido soldado, que se siente orgulloso “de haber servido a mi patria durante 22 meses. La alegría de disparar morteros 120 mm y 105 mm, fusil entre otras me dejo experiencias muy agradables”. Pero piensa que “el ejército sólo sirve si se hace carrera. De resto, lo único que le ofrecen de trabajo a un reservista es ser vigilante”. Y dice que no dejaría que su hijo preste servicio militar. José Alberto Arias dijo que le prestó “un servicio básico al país” y que aprendió a entender las Fuerzas Militares desde adentro durante el tiempo en que fue soldado, en 1993. Estuvo en entrenamiento durante cinco meses y los otros siete los desempeñó como estafeta. “Es como ser secretaria, porque me tocaba hacer cartas, informes, llevar archivo y cosas de ese tipo”. Cuando eso, José Alberto tenía apenas 16 años. Según cuenta, estar en el Ejército “me permitió ser un adolescente más aplomado”. Por eso, dice, ese año fue uno de los mejores de su vida. Otra cosa considera que les pasó a los soldados regulares. “Me pareció que la experiencia para ellos era verdaderamente traumática, dado que estaban en zonas de combate. En charlas que tuve con ellos, me di cuenta de que era como si prestáramos servicio militar en dos instituciones distintas”. Óscar Javier García, en cambio, cree que pudo haber hecho mucho más cuando prestó servicio militar porque, por ejemplo, a veces tenía que “limpiar el uniforme de algún oficial (porque, según ellos, era lo que mejor hacíamos, en una clara alusión a que éramos como empleadas del servicio)”. Y concluye que cuando alguien que está prestando servicio militar no asume tareas que realmente impliquen un servicio, la persona va a sentir que perdió el tiempo. “Por eso me parece muy bien que se estén dando alternativas para prestar el servicio militar, como la Defensa Civil”, escribió. “Mejor que se caiga el proyecto” Pero si bien esa iniciativa les gustó a los lectores que escribieron al correo y a los que comentaron el artículo, quienes integran el sistema nacional de prevención y atención de desastres proponen hacerle unas precisiones. Para entender su oposición, hay que saber que este sistema lo conforman los bomberos, la Cruz Roja Colombiana y la Defensa Civil. Todos los voluntarios de estas instituciones corren a brindar auxilio cuando hay accidentes, incendios, en fin. O sea que, cuando están en acción, todos trabajan igualito. Y todos están conformados, mayoritariamente, por voluntarios. El proyecto que está en el Congreso les brinda beneficios sólo a quienes trabajan para la Defensa Civil, mas no a los de las otras instituciones. Entre ellos se contemplan estímulos educativos, vinculación a seguridad social y, entre otros, que el voluntariado valga como servicio militar. “La iniciativa es muy buena, son voluntarios que merecen apoyo y hay que motivarlos a todos”, opina Luz Amanda Pulido, directora nacional de Gestión del Riesgo. Pero sí considera que debe haber un proyecto que les dé beneficios tanto a los de la Defensa Civil, como a los bomberos y a los que integran la Cruz Roja, porque si se les dan a unos y a otros no, “podría causar desmotivación de algunos”. El capitán Fernando Álvarez, coordinador nacional de Bomberos, siente otro temor: que de pronto los ataquen por tener entre sus voluntarios a personas que están prestando servicio militar. A él y sus hombres les gustaría tener beneficios como educación, vivienda y seguridad social, pero no se le miden mucho a tener entre su grupo a personas prestando servicio militar obligatorio. Y aunque, en teoría, el Derecho Internacional Humanitario los protege por ejercer labores humanitarias, independiente de si están adscritos al Ministerio de Defensa o al del Interior, el capitán Álvarez dice que “no creo que nos haga intocables”. En seguida, cuenta que ya ha ocurrido que hay violentos que los atacan sólo por tener uniformes parecidos al del DAS, por ejemplo, y que por eso tuvieron que unificar a los bomberos del país. Ahora, todos se visten de rojo cuando están de servicio. Por eso, se imagina que pueden también atacarlos si al llegar a un sitio donde haya una catástrofe y tenga presencia un grupo armado, los tomen como militares o informantes. Y cree que lo mejor es que no haya personas prestando servicio militar ni en los bomberos, ni en la Cruz Roja, ni en la Defensa Civil, porque en el terreno, todos actúan juntos y, dado el caso, cualquiera podría ser objetivo militar. Con esos argumentos, es posible que próximamente se presente un nuevo proyecto ante el Congreso que los incluya a todos y que proponga que ese voluntariado no valga como servicio militar.