Las difíciles condiciones climáticas que afrontan muchas regiones de Colombia y a las que no es ajeno el departamento de Caldas, tienen en alerta a varios municipios por la probabilidad media de crecientes súbitas de acuerdo con el reporte que entrega el Instituto de hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, (IDEAM).
Tales afectaciones podían registrarse en las cuencas de los ríos Gualí, Guarinó y Magdalena; así como en algunos afluentes hídricos que están en la parte oriental del departamento y que tienen desembocadura en los ríos Guarinó y La Miel, por lo que los organismos de emergencia prestan especial vigilancia en los municipios de Samaná, Pensilvania, Manzanares, La Dorada, Marquetalia y Norcasia.
Se le solicita por parte de las autoridades a la comunidad que habita en las zonas ribereñas, que comunique oportunamente cualquier novedad como un aumento notable en el nivel del agua o su disminución, lo cual indicaría un represamiento en la parte alta de los ríos o quebradas. También evitar la realización de los llamados paseos de olla por el riesgo de crecientes repentinas o empalizadas, ni tampoco transitar por zonas que sean susceptibles de inundación en Caldas.
Entre tanto hay una gran parte de Caldas que está en alerta roja por probabilidad de deslizamiento que comprende los municipios de Aguadas, Chinchiná, Filadelfia, La Merced, Marmato, Marquetalia, Marulanda, Palestina, Pensilvania, Samaná, Supía, Victoria y Villamaría. Con alerta naranja por su parte se declaran las poblaciones de Anserma, Manizales, Manzanares, Neira, Norcasia, Pácora y Salamina.
Una de las localidades caldenses que más problemas tiene para la movilidad de sus habitantes y productos a otras zonas es Manzanares, ubicado en el oriente del departamento, donde la vía que lo comunica con el sector de Petaqueros que lleva a Bogotá y varios municipios del Tolima presenta cierres desde hace algunos meses por un enorme deslizamiento en un lugar conocido como Buenavista, que está afectado por una falla geológica.
Ahora surge un nuevo inconveniente por el agrietamiento de la carretera que conduce a Marquetalia, por lo que desde la Secretaría de Infraestructura de Caldas se destinó a un equipo de profesionales para llevar a cabo un diagnóstico de la problemática y determinar las obras que deben realizarse.
“Se visualizan grietas de 15 a 20 centímetros en la vía que comunica a Manzanares con Marquetalia, específicamente en el sector Cajones, que pertenece a la vereda La Quiebra”, explicó el secretario de Infraestructura de Caldas, Carlos Alberto Gómez Bueno, quien indicó además que esta situación estaría relacionada con infiltraciones en el talud superior como consecuencia de las intensas lluvias que azotan al departamento.
Mientras se adelanta el análisis correspondiente del caso por parte de profesionales en geotecnia, en la vía se realiza un sellamiento parcial de las fisuras para tratar de mitigar la problemática; aunque por el momento se determinó la restricción total para vehículos con un peso superior a las 4 toneladas.
La Resolución 0167-4 contempla además un cierre parcial de este tramo, permitiendo la circulación de automotores con menos de 4 toneladas entre las 6:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde, mientras que durante la noche permanecerá cerrado. También se aplican restricciones en la vía Cruce Ruta 39 Manzanares - Guarinó y en la carretera Manzanares - Marquetalia en el sector La Quiebra, hasta que no estén restablecidas las condiciones óptimas del trazado.
En Manzanares, Caldas, se llevan a cabo actualmente trabajos de mantenimiento vial en la vereda El Aliso con el acompañamiento de los empresarios agropecuarios de la zona, mientras que en la vereda El Quimula se cuenta con el apoyo de la comunidad para la construcción de la placa huella que les permitirá tener mejor conectividad.
Lo cierto es que el invierno no da tregua y por eso se genera la saturación de la tierra, por lo que ocurren situaciones como la de esta misma mañana en Marquetalia cuando un deslizamiento de tierra generó pánico entre los ciudadanos que se movilizaban en un campero de servicio público, el cual fue tapado parcialmente en la carretera que comunica a las veredas Santa Elena y El Pomo.
Afortunadamente todos los ocupantes del automotor pudieron salir por su propios medios y ponerse a salvo, mientras que los operarios de la Alcaldía y la Gobernación de Caldas llegaron para adelantar las labores de remoción del lodo y la capa vegetal.