La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, Concepción Baracaldo Aldana, expresó su rechazo al caso de la menor de 18 meses que fue encontrada sin vida junto con su mamá, en el baño de un local comercial en la ciudad de Ibagué, Tolima.
Según la funcionaria, es “devastador el hallazgo de una bebé fallecida junto con su madre”, e invitó a la reflexión sobre el papel que la sociedad está cumpliendo para garantizarle los derechos a esta población.
Frente a este caso el coronel Carlos Germán Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, indicó que se adelanta una rigurosa investigación con base a material probatorio de relato por la ciudadanía del barrio La Estación, donde fueron encontradas sin vida estas personas con heridas por impactos de bala.
La muerte de Maryory Bulla Santana, de 28 años, quien fue hallada junto a su hija de apenas 18 meses en el baño de un establecimiento comercial, ha llevado a las autoridades a manejar varias hipótesis. “Hay un arma de fuego y realizamos todo tipo de labores investigativas en cuanto a la recolección de evidencias físicas y elementos materiales probatorios. Se trataría del homicidio de la niña, y luego la madre, con la misma arma de fuego se disparó”, puntualizó el oficial.
La directora Nacional del ICBF dijo, a través de sus redes sociales, al referirse a los menores del país: “ellos y ellas son sujetos de protección especial”.
Por su parte, las autoridades detallaron que, al parecer, el revólver utilizado en estos hechos sería propiedad del esposo de la víctima, quien laboró como intendente jefe de la Policía de esta ciudad y a la fecha está pensionado.
Además, este hombre, quien en su momento se encontraba muy angustiado al no haberse podido comunicar con su esposa durante todo el día, pidió ayuda a las autoridades para abrir el establecimiento comercial donde laboraba su pareja sentimental.
“Al ver que no le contestaba el celular, el esposo buscó ayuda de la Policía y con un cerrajero abrieron a la fuerza la puerta del local comercial donde encontraron muertas a la madre y su hija”, aseveró el comandante.
En el lugar de este terrible suceso no hay ningún indicio que lleve a los investigadores a pensar en un robo, por lo que se busca determinar si la mujer tomó la fatídica decisión de acabar con la vida de su bebé y luego suicidarse o si fueron atacadas por alguien más que ingresó al sitio.
Lo cierto es que la comunidad se encuentra impactada por este hecho, debido a que por más de ocho años vieron a Maryori Bulla Santana laborando en ese lugar y siempre se mostró como una persona muy amable y servicial.
También es extraño que justamente en la mañana del martes 22 de noviembre, el circuito de video para la vigilancia del establecimiento resultó desconectado, por lo que existen muchos interrogantes sobre lo que en verdad sucedió.
Concepción Baracaldo Aldana, directora del ICBF en Colombia, también rechazó el asesinato de la menor Danna Sofía Alzate Galvis en el municipio de Chinchiná, Caldas. Frente a este caso, dijo: “es hora de que las familias y la sociedad nos transformemos y juntos garanticemos el cuidado y protección a lo más sagrado que tiene el país, la niñez”.
Frente a este caso, la contundencia del material probatorio que fue recolectado en su contra, por parte del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, hizo posible que fuera enviado a la cárcel el confeso asesino de la niña Danna Sofía.
Los investigadores pudieron establecer que Juan Carlos López Bañol, un hombre de 52 años de edad, estuvo deambulando por las calles del barrio Nuevo Horizonte de Chinchiná durante la tarde del domingo 20 de noviembre. Ya en la noche, al darse cuenta que los familiares de la menor estaban departiendo con la puerta de su casa abierta, aprovechó un descuido para raptarla.
Después de eso, llevó a la niña en contra de su voluntad hasta una zona del río Chinchiná conocida como El Pescador, que está localizada debajo del puente que hay apenas unos metros más adelante del Centro Nacional de Investigaciones de Café, (Cenicafé), a la entrada de la población. Una vez allí, la accedió carnalmente y posteriormente la asesinó mediante asfixia, para después cubrir su cuerpo con unas ramas.