Durante tres meses los integrantes de la Seccional de Investigación Criminal y la Fiscalía General de la Nación, estuvieron siguiendo los movimientos de un grupo delincuencial que presuntamente se dedicaba a la distribución de sustancias estupefacientes en la ciudad de Manizales.
Las entrevistas a testigos, el análisis fotográfico y de vídeos; permitió determinar que en esta estructura cada uno de sus miembros tenía un rol específico para la comercialización de las drogas en el barrio Bajo Andes.
Todos los capturados pertenecen a una misma familia y estarían bajo el liderazgo de una mujer llamada María, quien era la encargada de controlar los estupefacientes y entregarlos a los compradores.
Se conoció además que cuando estos se acercaban a su casa existía un código para comunicarse por medio de silbidos, para después hacer el intercambio de la sustancia y el dinero por debajo de la puerta sin despertar sospechas.
El precio de la droga podía variar de acuerdo con el recorrido que fuera necesario hacer; pues aquellos que iban hasta la casa de María obtenían una rebaja en el valor de la dosis, mientras que el costo aumentaba si era entregada a través de la red de distribuidores.
Estas diligencias de registro y allanamiento adelantadas en coordinación con la Fiscalía Sexta de Manizales, permitió la detención de otras cuatro personas que estarían vinculadas con esta red y que son conocidas con los alias de Mary, Kiko, Piquiña y Amador.
También se logró la incautación de varias grameras digitales, teléfonos celulares, 780 gramos de marihuana, clorhidrato de cocaína, bazuco, material de empaque y $ 3.700.000 en efectivo, al parecer producto de la actividad ilícita.
De acuerdo con el reporte entregado por la Policía Metropolitana, esta operación permitió desmantelar seis expendios fijos de alucinógenos en la comuna 10 de la capital caldense, donde han sido confiscados más de 1.250 kilos de drogas durante el 2023.
Después de la celebración de la audiencia de legalización de captura, las cinco personas arrestadas fueron enviadas a un establecimiento carcelario por el presunto delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Otro grupo delincuencial fue desmantelado por la Policía Nacional y la Fiscalía en el municipio de Chinchiná, donde una investigación de 10 meses permitió conocer el modus operandi de sus integrantes para la comercialización de alucinógenos en el barrio La Playita.
Uno de los capturados durante los 11 allanamientos adelantados en la población es un hombre de 30 años conocido con el alias Caimán, quien sería el encargado de coordinar la red de distribuidores. Este sujeto tiene antecedentes por tráfico de estupefacientes y concierto para delinquir.
Igualmente, se logró el arresto de los alias Picante y Elena, quienes serían las personas de confianza del líder de la banda; así como los supuestos distribuidores a quienes se les conoce como Pochón, Piraña y Juancho.
También fue capturado un individuo al que se le identifica con el alias de Toro, quien tendría la función de campanero para advertir la presencia de las autoridades; mientras que dos menores de 16 y 17 años de edad fueron aprehendidos con sustancias alucinógenas.
Los registros adelantados permitieron el decomiso de 9.756 gramos de marihuana, 37.9 gramos de base de coca, 5 pastillas de droga sintética y $94.000 en efectivo, que presuntamente provienen de la actividad ilícita.
Algunos de los cargos que deberán afrontar las personas detenidas son concierto para delinquir agravado; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; destinación ilícita de bienes inmuebles, instrumentalización de menores de edad para la comisión de delitos; y tráfico, fabricación, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
En lo que va de este año han sido capturadas en Caldas 1.920 personas por tráfico de estupefacientes, lo que representa un incremento del 13 por ciento con referencia al mismo periodo de 2022.
Precisamente en medio de otro operativo llevado a cabo en el municipio de Chinchiná, se aplicó la extinción de dominio a una vivienda valorada en $250 millones, la cual presuntamente fue usada para el almacenamiento y comercialización de alucinógenos por un grupo criminal denominado “Los de la 23″.
Este inmueble ubicado en el barrio Carlos Parra, había sido objeto de varias diligencias de registro y allanamiento en los años 2022 y 2023, por lo que fue puesto a disposición de la Sociedad de Activos Especiales, (SAE).