El Servicio Geológico Colombiano publicó la más reciente medición sobre la actividad que tuvo el volcán Nevado del Ruiz durante el martes 18 de abril. Entre tantas cosas, persisten los sismos y emisión de ceniza que alcanzó a caer en el departamento del Tolima. La entidad aseguró en SEMANA que la situación es inestable y anormal.
En las últimas 24 horas, predominaron los movimientos de fluidos al interior de los conductos volcánicos, asociada a la expulsión de gases y material particulado. De igual manera, siguen los temblores por fracturamiento de roca con una distancia al cráter de tres kilómetros, cuyos valores se incrementaron frente a los registrados el día anterior.
La altura de las emisiones fue de 600 metros, medidos desde la cima del volcán. Las nubes se alejaron y permitieron observar el fenómeno durante la mañana. En las redes sociales captaron la situación que, además, estuvo acompañada de rugidos parecidos a los que hace una olla cuando está hirviendo, según lo explicó el Servicio Geológico Colombiano.
En lo que va corrido de este miércoles, desde las plataformas de monitoreo satelital se han percibido anomalías térmicas en el fondo del cráter con estadísticas cercanas a las registradas en 2015 “cuando ocurrió el proceso de salida de un domo de lava en el fondo del cráter Arenas”, reseñó la entidad que tiene la lupa puesta sobre su comportamiento.
A juicio de los expertos, estos hallazgos ratifican lo que se ha reiterado: “La actividad del volcán sigue siendo muy inestable. Si bien la sismicidad de fractura puede variar y cambiar de localización, la presencia de anomalías térmicas en el fondo del cráter mayores a las presentadas en meses anteriores, indican un mayor nivel de actividad de este”.
Así las cosas, se mantiene activa la alerta naranja que se traduce en una probabilidad de una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos diez años, podría ser en días o semanas. Para cambiar al nivel amarillo, tendría que pasar un tiempo prudencia donde se puedan comprobar tendencias y patrones una posible disminución de la actividad. Al contrario, si se produce una aceleración en los procesos que sugieran una inminente erupción, el nivel cambiará inmediatamente a rojo.
Ahora bien, el director técnico de geoamenazas, John Makario Londoño, reiteró que la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy complicada e insistió en la obligación de evacuar las zonas que podrían llegar a enfrentar daños por una posible erupción que, de momento, no es inminente, pero la amenaza sigue activa. Las comunidades se niegan a salir de sus fincas.
Ellos alegan que todos los días escuchan rugir y sienten los sismos, por lo que el panorama actual se les hace familiar. El funcionario comparó al volcán con un “paciente hipertenso descontrolado”. De vez en cuando se queja de un dolor de cabeza o síntoma general y, cuando se pasa, normaliza la situación. Sin embargo, internamente hay un problema.
“Tiene la tensión y la presión alta. De manera que siempre va a tener la probabilidad de que le dé un infarto o un derrame y él ni cuenta se dé. Ese es el peligro de uno normalizar lo que no está normal. El volcán Nevado del Ruiz no está normal, y hace años no es normal, por eso hace erupciones pequeñas. ¿Cuándo será la más grande? Nadie lo sabe”, señaló.
Él informó que no hay un solo día en el que el volcán no haga erupciones. La gran diferencia es el tamaño. Mientras que las actuales son pequeñas, se corre el riesgo de que puedan ser más grandes en días o semanas y causar estragos en el vecindario.