Las situaciones cambiantes en el clima siguen generando afectaciones a la comunidad caldense, que hasta hace apenas unos días estaba pendiente de los incendios forestales por la temporada seca y las jornadas de sol que se vivían en algunas poblaciones.

En esta ocasión los fuertes vientos ocasionaron el desprendimiento de una parte de la cubierta en la sede central de la Institución Educativa Rancho Largo en el municipio de Samaná, al oriente de Caldas, donde además se produjo el colapso parcial del cielo raso en dos salones de clase.

El sitio resultó afectado por la lluvia y los fuertes vientos | Foto: Cortesía Secretaría del Medio Ambiente de Caldas

Los organismos de socorro de la localidad y el Comité Municipal de Gestión del Riesgo realizaron una visita de carácter técnico para evaluar los daños, con el propósito de definir el apoyo que requiere el plantel para la recuperación de sus instalaciones.

Desde la Alcaldía de Samaná en cabeza de Marino Andrés Ocampo Osorio, se informó que por fortuna este incidente producto de los vientos huracanados y las fuertes lluvias en la zona, no dejó por fortuna estudiantes ni docentes lesionados.

Una situación similar se vivió recientemente en el municipio de Norcasia, también en el oriente de Caldas, donde un vendaval dejó sin techo dos viviendas en las viviendas Moscovita y La Quiebra.

De acuerdo con la coordinadora de la Unidad de Gestión del Riesgo de Norcasia, Dahiana Nieto Montoya, esta situación dejó damnificadas a dos familias integradas por nueve personas; cuatro menores de edad y cinco adultos.

“Los daños en los enseres y en los electrodomésticos son considerables. Empezamos un proceso de evaluación de los daños y estamos trabajando con los Bomberos del municipio y con la oficina de infraestructura para ayudar a estos habitantes”, indicó.

Las autoridades recomiendan estar atentos a los entornos y tener a la mano los contactos de los organismos de emergencia | Foto: Cortesía Secretaría del Medio Ambiente de Caldas

El director de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo, Félix Ricardo Giraldo Delgado, pidió a las autoridades de los 27 municipios caldenses que tengan actualizados los protocolos de emergencia, debido a los cambios en el clima y a la ocurrencia frecuente de esta clase de fenómenos meteorológicos.

Explicó que la nueva situación climática tiene a 16 municipios de Caldas en riesgo por probabilidad de deslizamientos, siendo Samaná el que peor pronóstico presenta al encontrarse en alerta roja.

En el reporte entregado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, (IDEAM), se emite la alerta amarilla para los municipios de Aguadas, Chinchiná, Filadelfia, La Merced, Manizales, Manzanares, Marmato, Marulanda, Neira, Pácora, Pensilvania, Salamina, Supía, Victoria y Villamaría.

Ante esta situación y el aumento de las precipitaciones existe probabilidad baja de crecientes súbitas en las cuencas de los ríos Guarinó, La Miel y Tapias. También para aquellos afluentes que desemboquen en la zona de Magdalena Centro y el río Cauca; así como la cuenca del río Frío.

Las poblaciones que se verían afectadas por esta situación son Manzanares, La Dorada, Marquetalia, Samaná, Pensilvania, Norcasia, La Merced, Filadelfia, Aranzazu, Neira, Salamina, Supía y Marmato. Esta misma mañana se registró un deslizamiento de grandes proporciones en la vía que conduce del municipio de Palestina a la vereda La Plata, en un sector conocido como Poca Tierra, por lo que se deben buscar rutas alternas.

Se mantiene el llamado a la comunidad para que reporte de forma oportuna a los organismos de emergencia cualquier cambio en su entorno, cómo variaciones bruscas en el nivel del agua en ríos o quebradas; ya que el incremento puede hacer necesaria la evacuación preventiva de viviendas, mientras que una disminución podría significar un represamiento en la parte alta de su cauce.

Por el momento se esperan resultados concretos del trabajo de campo para conocer con precisión el número de familias damnificadas | Foto: Cortesía Secretaría del Medio Ambiente de Caldas

También es importante informar si se presenta inclinación de árboles o postes, así como agrietamientos en el terreno y los muros, ya que esto puede ser un síntoma de debilitamiento de las laderas; especialmente en zonas de alta pendiente.

Además se pide a los habitantes de las zonas ribereñas tener mucha responsabilidad con el manejo de la basura y los residuos, debido a que su inadecuada disposición final puede contribuir a los procesos de erosión, al taponamiento de los sistemas de alcantarillado o al represamiento de las aguas.