Después de varios días de búsqueda fue hallado el cuerpo sin vida del joven soldado Juan Carlos Rodríguez Villamil de tan solo 21 años, quien había desaparecido el martes 3 de enero cuando disfrutaba con sus primos de un paseo en el río Saldaña en el departamento del Tolima.
El comandante de la Defensa Civil en esa sección del país, mayor Luis Fernando Vélez, indicó que algunos pescadores avistaron el cuerpo cuando laboraban en un sector del río Magdalena conocido como la Antigua Bocatoma en el municipio de La Dorada, Caldas, por lo que dieron aviso a los organismos de emergencia para proceder con su rescate.
Explicó que tras realizar una inspección preliminar al cadáver los socorristas lograron reconocer un tatuaje que tenía en la parte izquierda del pecho, el cual permitió relacionarlo con las fotografías que había dado a conocer la familia de la víctima a través de las redes sociales cuando se denunció su desaparición.
Finalmente expresó su solidaridad con los parientes del hombre fallecido y recordó a la comunidad la importancia de no acudir a los afluentes hídricos cuando hay riesgo de crecientes súbitas; así como utilizar un neumático enlazado con una cuerda en caso de ingresar al agua para evitar ser arrastrado por la corriente.
Esta tragedia tuvo su inicio el 3 de enero cuando el joven militar llegó con sus familiares al río Saldaña para bañarse en un charco que hay debajo del puente, a la entrada de esta localidad tolimense. Varias personas decidieron sumergirse en el agua y luego todos salieron a la superficie excepto Juan Carlos, por lo que de inmediato se inició el recorrido hasta la desembocadura en el río Magdalena en una lancha privada para tratar de localizarlo.
La víctima se desempeñaba como soldado profesional en la ciudad de Bogotá y había llegado al municipio de Saldaña, Tolima, para disfrutar de una temporada vacacional con su señora madre y otros parientes durante la época de fin de año.
Para los paseos a ríos se recomienda desde los organismos de emergencia prestar especial atención al suelo por el cual se está transitando, debido a que podría estar resbaladizo y esto aumenta considerablemente el riesgo de precipitarse al agua. Además es bastante probable que se presente una empalizada por lo que es importante mantenerse atento y evacuar el lugar cuando empiece a llover.
Tampoco es recomendable visitar estos sitios si existe riesgo de inundación o deslizamientos y dar aviso oportuno a las autoridades para que se haga un cerramiento o inspección de la zona, en caso de notar agrietamientos del terreno o aumento en el nivel del agua.
Si se presenta una tormenta eléctrica también es importante alejarse del agua y los árboles de la ribera hasta buscar un sitio seguro, a la vez que se sugiere tener previamente diseñada una ruta de escape para actuar de forma ordenada y tranquila en caso de presentarse algún inconveniente.
Los niños no deben estar solos en el agua aunque tengan conocimientos de natación, debido a que son más vulnerables y pueden ser arrastrados con facilidad por las corrientes de agua o torbellinos que suelen formarse, por lo que sus padres o personas a cargo no deben distraerse y perderlos de vista.
En caso de consumir bebidas embriagantes no se aconseja sumergirse en el agua porque incrementan significativamente las probabilidades de sufrir un percance. Además se aconseja que las personas de edad avanzada, con limitaciones físicas o que no saben nadar utilicen en todo momento chaleco salvavidas.
Si el lugar que se visita es un lago o represa es importante no confiarse de la tranquilidad de las aguas debido a que esto puede significar un nivel importante de profundidad, además pueden existir escombros bajo la superficie que terminan enredando a los bañistas a la hora de nadar. De igual forma se recomienda inspeccionar muy bien la zona antes de realizar prácticas de clavado y no atravesar áreas que puedan ser frecuentadas por botes o embarcaciones de motor.