Sorprendidos, así se encuentran los habitantes del municipio de Carmen de Apicalá en el departamento del Tolima, con la extraña muerte de uno de los habitantes de esta localidad que empezó con una molestia en un ojo y terminó en muerte.
La situación fue denunciada por la esposa de la víctima en diferentes medios de comunicación, quien afirma que José Geovanny López Aguilar asistió al médico porque sentía una molestia, una especie de sucio, en uno de sus ojos.
La mujer, identificada como Ana María López, le dijo a La Cariñosa 1.420 AM que todo empezó el día viernes, 21 de abril, cuando acudieron al centro médico donde le realizaron un lavado y le aplicaron algunos medicamentos para aliviar la molestia.
Asegura que a su esposo le aplicaron una inyección de dexametasona y diclofenaco pero que los síntomas no terminaron y el dolor se intensificó por lo que el sábado, 22 de abril, asistieron de nuevo al servicio de urgencias donde recibió una dosis de tramadol y fue enviado a la casa.
La historia de este caso, que es investigado por las autoridades del departamento del Tolima para esclarecer lo sucedido, continuó el domingo 23 de abril en la noche, cuando debieron acudir nuevamente al servicio de urgencias.
De acuerdo con lo que indica la esposa del hombre que falleció, ese día los síntomas fueron más fuertes, pues aparte de la molestia ya tenía inflamación, fuerte dolor y piel morada, por lo que recibió un tratamiento con antibióticos.
La denunciante ha expresado que los síntomas que presentaba su esposo se agudizaron con la inyección que le aplicaron y que no le realizaron ningún tipo de examen que permitiera analizar qué era lo que le sucedía a la víctima, por lo que asegura que su muerte se debe a una negligencia médica.
Indica que fue gracias a la intervención de una funcionaria de la Personería que logró el traslado de su esposo a un hospital de Girardot, donde le indicaron que presentaba un caso de necrosis que estaba comprometiendo a varios órganos.
La necrosis es la muerte de tejido corporal y ocurre cuando muy poca sangre fluye al tejido. Esto puede suceder por lesión, radiación o sustancias químicas.
Asegura la mujer que el corazón de su esposo en ese momento solo tenía una funcionalidad del 26 % porque incluso la infección le había llegado a ese órgano, por lo que fue ingresado en la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI).
Por último, la denunciante indica que la víctima fue intervenida quirúrgicamente y que falleció cuando entró en paro, al parecer, generado por una deficiencia renal, por lo que recibió reanimación por 17 minutos, pero finalmente falleció.
Hasta el momento, no se conoce ningún pronunciamiento oficial del hecho. Ana María López le dijo a La Cariñosa: “Llegamos a Girardot a la clínica donde nos lo reciben y lo ingresan por urgencias y allí nos dicen que tocaba llevarlo a reanimación con más de seis enfermeras y médicos quienes hicieron de todo para salvarlo, pero el médico nos dijo que mi esposo está muy grave y que lo habían enviado más muerto que vivo”.
Analizan si hubo negligencia médica en la muerte de un menor indígena en Risaralda
Profunda tristeza ha causado en Risaralda el fallecimiento de un menor perteneciente a la comunidad Kemberde, del resguardo indígena Gitó Dokabú, quien al parecer no recibió la atención médica que requería de manera oportuna.
Lo que se ha podido conocer es que dos niños fueron llevados por sus familiares al puesto de salud del corregimiento de Santa Cecilia en el municipio de Pueblo Rico, el pasado lunes 10 de abril en horas de la mañana con un cuadro de sangrado nasal y oral, además de vómito.
Después de la revisión inicial se determinó que no era necesario atenderlos de manera urgente y por eso les dieron una cita de medicina general para el día 29 de mayo de 2023, según lo manifestado por los parientes de los pequeños.
Esa noche regresaron al resguardo, pero la salud de uno de los niños que tenía un año de nacido empeoró de forma considerable, por lo que fue llevado de nuevo hasta el Puesto de Salud de Santa Cecilia, donde determinaron trasladarlo al hospital San Rafael en la zona urbana de Pueblo Rico.
Sandra Milena Gómez Giraldo, quien es la secretaria de Salud Pública de Risaralda, precisó que “El menor ingresó al hospital en Pueblo Rico a las 10:08 p. m., con un cuadro de vómito con sangre, sangrado nasal y restos de sangre en materia fecal, además de un cuadro hemático alterado”.
Explicó que el médico de turno evidenció que su piel presentaba palidez, y por eso se remitió cómo urgencia vital al hospital San Jorge de la ciudad de Pereira con diagnóstico de hemorragia gastrointestinal no especificada a las 10:30 p. m.
A pesar de que fue atendido en la UCI pediátrica de este centro asistencial de la capital risaraldense, donde le fueron transfundidos glóbulos rojos, la salud del niño no mejoró y falleció a la 1:00 a. m. del día 12 de abril.
El gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo Vargas, le hizo una solicitud a la Secretaría de Salud para que adelante una vigilancia estricta y rigurosa al puesto de salud de Santa Cecilia y el hospital San Rafael del municipio de Pueblo Rico; aunque aclaró que estos no son competencia directa de la administración del departamento.
Bebé indígena llegó en grave estado de salud a un hospital de Pereira porque le practicaron la ablación genital
En el departamento de Risaralda se está prestando especial atención al caso de una niña de apenas 15 días de nacida, quien pertenece a una comunidad indígena del municipio de Pueblo Rico, la cual fue sometida a una práctica de mutilación genital por una partera.
De acuerdo con Sandra Milena Gómez Giraldo, quien es la secretaria de Salud Pública de Risaralda, la menor llegó al hospital San Jorge de Pereira procedente del puesto de salud del corregimiento Santa Cecilia, en Pueblo Rico, para ser atendida por varias afecciones.
Tras la valoración realizada por los médicos en el centro asistencial, se reportó el caso a su director, Javier Alejandro Gaviria Murillo, para que fuera comunicado a las autoridades con el fin de que se iniciaran las respectivas investigaciones.
Explicó que aunque el caso fue comunicado por el hospital San Jorge al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, (Sivigila), del Instituto Nacional de Salud, por maltrato y negligencia.
Sobre este punto, aclaró que no se trata por la ablación puntualmente, ya que a pesar de los múltiples reparos que pueda tener, es una práctica ancestral de estas comunidades, sino que es por las complicaciones que se derivaron de esta hacia la niña, que presentaba un cuadro clínico de infección, desnutrición, deshidratación y diarrea.
Manifestó además que la bebé no tuvo ninguna clase de control médico al nacer, ni tampoco registra esquema de vacunación alguno. Además, su progenitora cuenta apenas con 15 años de edad y tampoco recibió atención prenatal.
“Desde la Gobernación de Risaralda y la Secretaría de Salud rechazamos todo tipo de violencia de género, que es lo que sucedió contra esta menor de edad, porque sufrió la ablación, pero también ha sido víctima de maltrato y negligencia por parte de sus familiares”, puntualizó.
Hizo énfasis en que desde la Secretaría se llevan a cabo de manera constante diferentes programas de salud mental, asuntos étnicos para poblaciones vulnerables, y salud sexual y reproductiva.
Precisó que el objetivo primordial es que las mujeres de las comunidades indígenas aprendan a quererse, respetarse y valorarse; para que no permitan ninguna clase de actos relacionados con la violencia intrafamiliar y de género.
Igualmente, manifestó que en estas jornadas se brinda orientación y capacitación a cerca de 150 parteras ancestrales de los diferentes resguardos indígenas existentes en los municipios de Mistrató, Guática, Marsella, Quinchía y Pueblo Rico, en Risaralda.
Destacó que para la administración departamental es muy importante aportar a la construcción del Sistema Indígena de Salud Propia Intercultural (Sispi), además del mejoramiento en la calidad de vida de los habitantes de todas las comunidades y resguardos.
En el caso de la niña que fue víctima de mutilación genital, indicó que se hará seguimiento de parte la Secretaría de Salud de Risaralda y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, con el acompañamiento de la IPS Pijao, que es la encargada de brindarle atención inicial a la menor.