Después de casi diez meses de Rehabilitación, la Corporación Autónoma Regional de Caldas, (Corpocaldas), procedió con la liberación de varios ejemplares en peligro crítico de extinción que habían sido rescatados por las autoridades.
Se trata de siete monos titíes cabeciblancos, (Saguinus oedipus), que fueron recuperados a finales de noviembre 2022 por la Policía Metropolitana de Cali y funcionarios del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, (DAGMA).
De acuerdo con el profesional especializado de Corpocaldas, Oscar Ospina Herrera, los cinco adultos y las dos crías que eran víctimas de tráfico ilegal de especiales, fueron trasladados al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre del Oriente de Caldas en el municipio de Victoria.
Explicó además que Corpocaldas cuenta con experticia y conocimiento para el manejo de primates que pertenecen a la familia Callitrichidae, como es el caso del tití cabeciblanco.
“Inmediatamente ingresaron los ejemplares al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre del Oriente de Caldas ubicado en Victoria, nuestros médicos veterinarios, zootecnistas y biólogos hicieron una evaluación integral que arrojó unas condiciones de comportamiento erradas tenían estos animales; con este diagnóstico se definió un plan de rehabilitación para ellos, se estructuró el grupo de machos y hembras, y se iniciaron las diferentes etapas que implica la rehabilitación de la fauna silvestre”, expresó el funcionario de Corpocaldas.
Igualmente precisó que en julio se logró determinar que los ejemplares ya estaban en condiciones óptimas para regresar a su hábitat natural, por lo cual se iniciaron las gestiones con la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia, (Corantioquia), ya que es una especie endémica del norte de Colombia.
Por su parte el biólogo Jairo Martínez, quien hace parte del convenio entre Corantioquia y la Corporación de Desarrollo y Empleo Social, (Precoodes), aseguró que el mono tití cabeciblanco es una de las 25 especies de primates más amenazadas del mundo.
“El lugar donde liberamos está especie hace parte del Programa de Predios Reubicadores de la Sociedad Civil, que tiene Corantioquia en la zona de distribución natural de los ejemplares. Este lugar cuenta con las condiciones ideales para que la especie realice sus actividades de forrajeo, pueda encontrar alimento y refugio, y que en un futuro estos individuos se reproduzcan”, puntualizó.
Además, se aclaró que después de su liberación se llevó a cabo un trabajo de monitoreo de los primates por parte de Corantioquia, que durante dos días cada semana a lo largo de un mes evaluó las condiciones etiológicas de estos individuos y su capacidad de adaptación al medio natural.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, (UICN), así como la resolución 1912 del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, indican que el mono tití cabeciblanco es considerado como una especie CR, lo cual quiere decirle que es uno de los más peligro corre de desaparecer.
Desde Corpocaldas se ha manifestado que esta operación conjunta con el DAGMA de Cali y Corantioquia, es la muestra del trabajo interinstitucional para controlar el tráfico ilegal de fauna silvestre.
National Geographic explica que este animal tiene aproximadamente el tamaño de una ardilla; y que además posee color blanco en el pecho y el vientre, mientras que la espalda y la cola cuentan con un pelaje largo negro y marrón.
Además tiene uñas en forma de garra que resultan de vital importancia para su desplazamiento y alimentación, ya que les permite movilizarse entre los árboles propios de su hábitat.
Indica igualmente que es una de las tres especies amazónicas de tití, y que habita en un pequeña zona boscosa que se ubica al noroeste de Colombia. Su principal fuente de alimentación son los insectos y las frutas, pero también pueden comer algunos vertebrados de mayor tamaño.
Su importancia en la naturaleza está asociada también con la difusión de semillas en los ecosistemas tropicales, ya que las que consumen son bastante grandes y se digieren en las heces para convertirse en un fertilizante de magníficas condiciones.
Esta ingesta de grandes semillas, que incluso superan en tamaño a las que comen habitualmente otros primates como los chimpancés y babuinos, terminan siendo un abono con alta tasa de germinación.