Terminó la incertidumbre y la angustia para los familiares de los hermanos Luz Enith y Ricardo Hincapié Ospina, quienes desaparecieron hace 17 años en el municipio de Samaná, en el oriente de Caldas, y terminaron haciendo parte de la siniestra lista de falsos positivos en el país.
La recuperación se dio gracias al trabajo llevado a cabo por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, (UBPD), en el cementerio San Agustín de esa población caldense, de acuerdo con las medidas cautelares que ordenó en su momento la Sección de Primera Instancia para Casos de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la Justicia Especial para la Paz, (JEP).
La señora madre de estas dos personas desaparecidas, doña María del Rosario Ospina, jamás perdió la esperanza de encontrar a sus hijos, quienes salieron de su casa en la vereda Yarumal de Samaná el día 2 de noviembre de 2005 para comprarle a ella una torta por su cumpleaños, pero jamás regresaron.
Algunos vecinos de la zona le hicieron saber que a Luz Enith, que en ese entonces tenía 28 años, y a Ricardo que contaba con 18; los interceptó un grupo de integrantes del Ejército Nacional que al parecer pertenecían al Batallón Quimbaya, quienes los acusaron de hacer parte de un grupo armado al margen de la ley que operaba en el área del Magdalena Medio.
El 3 de noviembre de 2005, un día después de su desaparición, el propio Ejército les comunicó a los familiares de los hermanos Hincapié Ospina que ellos habían sido dados de baja en medio de un combate con un grupo armado ilegal de esa zona, a lo que ellos respondieron que era imposible porque en realidad se dedicaban a la recolección de café en una finca cercana.
A pesar de que doña María del Rosario les solicitó a los militares que le entregaran los cuerpos de sus hijos esta petición nunca fue atendida, por lo que se acercó a varias instituciones para exponer su caso, pero nunca fue escuchada; de hecho esta búsqueda generó hacia ella una serie de amenazas y persecuciones que la hicieron desistir en su cometido. Sin embargo, en el año 2012 escuchó un mensaje en la radio acerca de las labores que se adelantaban en esa zona para encontrar a las personas desaparecidas, por lo cual instauró la denuncia ante la Defensoría del Pueblo.
Lamentablemente, esta madre que seguía luchando para encontrar a sus hijos a pesar del paso de los años, las intimidaciones y las adversidades falleció en el 2018; aunque alcanzó a entregar una muestra de su ADN que permitió identificar en el 2021 a su hijo Ricardo y en el 2022 a Luz Enith.
Durante la entrega digna de sus parientes a la familia Hincapié Ospina se contó con la presencia de Ana Teresa Rueda Lozada, quien es técnica especializada de la UBPD, las magistradas de la JEP Reinere de los Ángeles Jaramillo Chaverra y María del Pilar Valencia García; así como varios integrantes de la Organización de las Naciones Unidas y el Instituto de Medicina Legal.
La directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, Luz Marina Monzón Cifuentes, reconoció la lucha de los familiares que durante 17 años buscaron de manera incansable la verdad acerca de lo que había ocurrido con sus seres queridos. “Esta lucha hoy tiene una conclusión con este resultado que nos permite como sistema integral poder contribuir a la verdad, al alivio del sufrimiento que implica la incertidumbre por la desaparición de miles de personas en el conflicto armado” manifestó.
El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, (MOVICE), le solicitó en el año 2018 a la JEP que se tomaran medidas cautelares para la protección de 16 lugares en diferentes regiones de Colombia, entre los que se incluían cinco del oriente de Caldas; como lo son el cementerio Nuestra Señora del Carmen en el municipio de Norcasia, el San Maximiliano María Kolbe de Victoria y el de su corregimiento La Pradera; además del San Agustín de Samaná y el de su corregimiento San Diego.
Con los hermanos Ricardo y Luz Enith Hincapié Ospina se llega a las siete personas desaparecidas que lograron ser identificadas y entregadas a sus familias en Samaná; gracias al trabajo conjunto del Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial, (EQUITAS), el Centro de Estudios sobre Conflicto, Violencia y Convivencia Social, (CEDAT), y la Fundación para el Desarrollo Comunitario de Samaná, (FUNDECOS).
Durante el año 2018 estas entidades lograron documentar 187 casos de personas que fueron dadas por desaparecidas en las áreas urbana y rural del municipio de Samaná, en el marco del conflicto armado colombiano, que hicieron parte del informe entregado al Sistema Integral para la Paz.