Desde el Servicio Geológico Colombiano entregaron un parte de tranquilidad a la comunidad con relación a la actividad del volcán Nevado del Ruiz con relación al sorprendente fenómeno de incandescencia que se presentó, es decir una emisión de luz por el calor, que puede ser contemplada a simple vista.
Sobre este hecho Jhon Makario Londoño, director técnico de geoamenazas de la entidad, indicó que este fenómeno se registró en la noche del 4 de julio, pero que el nivel de actividad del edificio volcánico se mantiene en amarillo.
“Estas variaciones que ha tenido el volcán a veces en el aumento de las columnas de gases y ceniza o leves incrementos en la actividad sísmica, hacen parte de un nivel de actividad amarillo. Habíamos dicho que los mismos fenómenos que se producían en el nivel naranja iban a continuar ocurriendo en el amarillo, pero con una intensidad menor”, explicó el experto.
Frente a este particular se conoció que pese a que se trata de un fenómeno superficial, da cuenta del calor de las emisiones de las cenizas del volcán, superior a 450 °C, de ahí el llamado a no rondar las inmediaciones del cráter.
“Por esto, es fundamental que permanezcamos atentos a su evolución y que, por ningún motivo, haya personas cerca del cráter Arenas. Las temperaturas de estas emisiones de ceniza son mayores a 450 °C y sus efectos, a distancias de menos de 4 kilómetros, pueden ser letales. Les compartimos dos videos que nos permiten observar este fenómeno de formas distintas”, indicaron desde el SGC.
De acuerdo con Jhon Makario Londoño, el nivel amarillo registra la presencia de incandescencias, anomalías térmicas, sismicidad. emisiones de gases y ceniza, pero en unos niveles más bajos a los que se venían presentando hace dos meses.
“Por eso es que el volcán tiene ahora una posibilidad menor de hacer una erupción. Eso no quiere decir que no pueda ocurrir. Esa condición de un volcán activo siempre puede ocurrir en cualquier momento”, explicó.
Con relación a la incandescencia destacó que este es un fenómeno muy común dentro de un proceso eruptivo como el que registra el volcán Nevado del Ruiz. “Esas variaciones que ha tenido el volcán durante el tiempo son las que nosotros analizamos y evaluamos para determinar si el volcán está en un nivel o en otro”.
Según lo indicado por el director de geoamenazas, las variaciones que tiene actualmente el Nevado del Ruiz les permite concluir que continúa en amarillo porque son diferentes a las que presentó en los meses de marzo y abril donde se presentó un incremento en factores como la sismicidad, la cantidad de ceniza y la periodicidad de las mismas.
“Es importante mencionar que no podemos bajar la guardia y que es importante que la comunidad siempre esté preparada porque una erupción puede ocurrir en cualquier momento. La naturaleza es impredecible por eso es tan importante la vigilancia”, puntualizó.
De acuerdo con el monitoreo el edificio volcánico entre el 27 de junio y el 3 de julio, el comportamiento ha tenido algunas variaciones en los parámetros que son analizados con cámaras web y otros equipos verificados desde el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales.
Uno de los parámetros analizados por el SGC es el de la sismicidad relacionada con el movimiento de fluidos en el interior de los conductos volcánicos, la cual en este tiempo mantuvo niveles similares en el número de sismos registrados y aumentó levemente en la energía sísmica liberada.
“Se registraron señales sísmicas con nivel de energía bajo a moderado, y algunas de estas estuvieron asociadas a emisiones de gases y ceniza a la atmósfera y/o cambios en la temperatura relativa del material emitido, ambos fenómenos confirmados a través de las cámaras convencionales y termográficas utilizadas en el monitoreo del volcán”, indican desde la entidad.
De acuerdo con el reporte el parámetro relacionado con la sismicidad asociada al fracturamiento de roca en el interior del edificio volcánico, presentó una leve disminución en el número de sismos registrados y en la energía sísmica liberada en comparación con la semana anterior.
Estos sismos se localizaron en el cráter Arenas y en los sectores oriental a nororiental y sur a suroriental del volcán, hasta una distancia máxima de 5 kilómetros a partir del cráter y la profundidad de los mismos oscilaron entre 1 y 7 kilómetros con respecto a la cima del volcán.
“Se destaca en esta semana, el registro de varios episodios de sismicidad de baja energía relacionada con la actividad del domo que es una protuberancia o montículo de lava ubicado en el fondo del cráter”, confirma el Servicio Geológico Colombiano.
Este volcán continúa emitiendo vapor de agua y gases, principalmente dióxido de azufre. La altura máxima en vertical y dispersión de la columna de gases y ceniza fue de 900 lo cual se presentó el día 27 de junio y 1800 metros sobre la cima del volcán, respectivamente.