Ubicado en el Parque los Yarumos de Manizales y creado hace doce años, BIOS es el centro de desarrollo tecnológico más importante del país, cuyo énfasis es la investigación y el desarrollo de soluciones innovadoras basadas en tecnologías avanzadas como la biología computacional, la ciencia de datos y la inteligencia artificial.
Dicho centro tiene una importante particularidad: cuenta con el supercomputador de análisis de datos más potente de Colombia. Dicha máquina logra hacer 130 billones de transacciones por segundo y tiene como principal función aterrizar las tecnologías existentes de las grandes empresas y de la academia.
Además, se trata de un computador que tiene usos estratégicos para el Estado relacionados con la información satelital, la información del clima, las imágenes de georeferenciación y la analítica de big data para temas tan complejos como los que manejan entidades como el Dane, por ejemplo.
Tal como explica Paula Marcela Arias, su directora ejecutiva, BIOS se financia con recursos del Gobierno nacional, a través de dos ministerios: MinTIC y MinCiencias. Y con dineros de las cuatro universidades más importantes del Eje Cafetero.
El presidente de la junta directiva de la entidad es el ministro TIC, que en este caso es el recién posesionado Mauricio Lizcano.
Arias cuenta que, tras su fundación, la entidad adquirió un primer supercomputador, que sigue en funcionamiento y continúa siendo uno de los más grandes del país, con 13 teraflops de capacidad.
Años después, a través de una donación del Gobierno chino, BIOS contó con otra súper máquina, cuya capacidad es de 117 teraflops. Ambos equipos, explica Arias, permiten 130 millones de transacciones por segundo.
Detrás de BIOS hay un equipo humano compuesto por especialistas en súper computación: analistas de datos, matemáticos, ingenieros electrónicos y de sistemas.
Varios son expertos en temas tan complejos como la biología computacional, pues uno de los usos de estos computadores es el procesamiento de datos genéticos y genómicos, por lo que estos especialistas se encargan de la secuenciación y procesamiento de esos datos.
En entrevista con SEMANA, Paula Marcela Arias hace un angustioso llamado para que el “Gobierno que se dice del cambio” aproveche las capacidades de este centro.
“La ciencia es trascendental, pero a los políticos poco les importa. Y para un país ser competitivo se necesita de la ciencia y de la tecnología”, dice esta ingeniera y experta en tecnologías de la cuarta revolución.
SEMANA: Colombia no es precisamente un país que se caracterice por sus altas inversiones en ciencia, tecnología e innovación. En ese contexto, ¿cómo nace BIOS?
Paula Marcela Arias (P.A.): esta fue una iniciativa que nació cuando se entendió que la biotecnología y la biodiversidad pueden ser aprovechadas en el país ya que tenemos una enorme potencialidad. Pero, para poderlo aprovecharla, debíamos montarnos en el tema de la secuenciación genética y para eso se necesitaba un súper computador.
El proyecto se gestó desde MinCiencias, con apoyo de MinTIC, y juntos gestionaron la donación de un supercomputador por parte de Hewlett-Packard. El apoyo de la Alcaldía de Manizales fue la entrega de las instalaciones donde hoy funcionamos.
El segundo supercomputador lo donó el Gobierno chino, celebrando los 75 años de la creación de la República Popular China. Quiso hacer un reconocimiento a su larga relación con Colombia, que fue uno de los primeros países que lo reconoció como Estado independiente. Esa donación se terminó de instalar con ingenieros colombianos.
SEMANA: siendo un centro de la importancia que tiene BIOS, uno supone que debe ser una de las prioridades de cualquier gobierno.
Paula Marcela Arias (P.A.): la verdad, no. Nos hace falta el apoyo decidido del MinTIC. Desafortunadamente, el año pasado entre la salida de un gobierno y la llegada del otro se les olvidó que existía BIOS, pero estamos contando con que el doctor Lizcano, que llega a ocupar la cartera, que es manizaleño y que sabe tanto de tecnología, finalmente decida aprovechar nuestra capacidad para hacer todos los proyectos que el Gobierno nacional quiere hacer, como la reasignación de tierras.
En ese caso, nosotros tenemos la capacidad de hacer uso, transformación y lectura de información satelital para decirle al país cuáles de las tierras que los ganaderos están ofreciendo, son realmente tierras cultivables.
O, por ejemplo, podemos apoyar el diseño de la nueva estrategia de transformación energética del país y de migración a energías más verdes, pues requieren diseño de una nueva matriz energética nacional. ¡Estamos esperando que nos usen!
SEMANA: antes de que llegaran a esta situación, ¿cómo se financiaba BIOS?
Paula Marcela Arias (P.A.): básicamente se ha financiado de aportes directos del Ministerio de las TIC y con la asignación de proyectos específicos porque para eso es que existe un centro como este, que cuenta con capacidad y talento humano entrenado. Pero desde el año pasado ni una cosa ni la otra.
El nuevo supercomputador que nos donaron ya está conectado y armado, pero requiere todavía como 1.500 millones en inversión para ciberseguridad y para fortalecer la capacidad de memoria. Eso es lo que estamos esperando que llegue este año. Y, por otro lado, estamos esperando que nos asignen proyectos.
El presidente Petro tiene unas ideas interesantes. Quiere convertirse en líder mundial de la transformación del planeta hacia uno más verde, un líder respetuoso con el medioambiente. Y eso no es una cosa menor porque, sin duda, el tema de la transformación energética y el calentamiento global son los retos más importantes de la humanidad en este siglo.
Pero para que eso suceda el país necesita dar ejemplo. No basta con ir a dar discursos sino que hay que hacer acciones concretas.
SEMANA: sorprende entonces que un Gobierno que dice tener esas banderas, no muestre interés en centros de desarrollo tecnológico como BIOS...
Paula Marcela Arias (P.A.): algunos gobernantes olvidan que a problemas complejos, soluciones complejas, y para eso se necesitan los científicos, en manos de ellos están en gran medida los desafíos que gobiernos como este quieren enfrentar. Pero, la ciencia no es popular porque la gente no la entiende y por eso le quitan los recursos y la tratan como una cenicienta.
Y pasan cosas como esta: si a la gente le dicen que le van a quitar recursos a la salud, se preocupa. Pero se les olvida que para que lleguen los medicamentos y la salud, la ciencia estuvo primero.
SEMANA: en otras palabras, no les entregan recursos porque la ciencia no da votos.
Paula Marcela Arias (P.A.): sí, la ciencia no da votos, la ciencia no es popular. Pero yo sí creo que un presidente que tiene una visión en la que dice que el medioambiente y la tecnología son prioridad, debería tratar centros como BIOS con la importancia que tenemos para el país.
Pero es que debajo de los ministros progresistas hay un montón de burócratas que han sido los mismos en todos los gobiernos y que están acostumbrados a que solamente ponen recursos donde les conviene o cuyos políticos van y se le arrodillan.
SEMANA: Pero, entonces, ¿cómo confiar en que este Gobierno sí les va a entregar los recursos que necesitan?
Paula Marcela Arias (P.A.): creo que la llegada de Ricardo Bonilla al Ministerio de Hacienda permitirá dar un vuelco tremendo. Él es un profesor de la Universidad Nacional, es un hombre con una tradición liberal científica y creo que va a entender dónde están las prioridades.
La otra cosa es que a los ministros les da pavor, y no me da susto decirlo, levantar la mano y protestar porque les quitan plata porque piensan que los van a echar.
SEMANA: esta no es la primera vez que usted denuncia la falta de recursos para el sector de la investigación. Lo hizo también como directora de Colciencias.
Paula Marcela Arias (P.A.): fui directora de Colciencias durante ocho años y a mí me echaron por estar exigiendo recursos, por un enfrentamiento duro que tuve con Mauricio Cárdenas. Nadie obviamente iba a echar al ministro de Hacienda. Claro, es que la ciencia no da votos. Pero es la ciencia la que transforma el mundo y la que ha posibilitado que vivamos mucho mejor.
Fuimos capaces de pasar una pandemia como la del covid gracias a miles de científicos. Y los que nos vacunamos, nos salvamos. La ciencia es trascendental, pero a los políticos poco les importa. Y para un país ser competitivo necesita de la ciencia y de la tecnología.
Es mucho más fácil sostener los centros que ya existen que hacer nuevos. Yo sé que es una tentación y da más votos hacer bonitos edificios, pero eso no sirve si no se sostienen en el tiempo.