Una gigantesca operación llamada Perla del Pacíficio, que fue desarrollada por las autoridades en varias regiones de Colombia, permitió desmantelar cuatro organizaciones delincuenciales que, al parecer, se dedicaban al lavado de dinero para varios grupos de narcotraficantes que tenían su accionar en el suroccidente del país.

Las diligencias de registro y allanamiento realizadas de manera simultánea fueron llevadas a cabo por integrantes de la Dirección Especializada contra el Lavado de Activos y la Extinción del Derecho de Dominio, quienes ocuparon 3.103 bienes como predios en áreas rurales y urbanas; así como varios establecimientos de comercio, vehículos, sociedades y embarcaciones; las cuales podrían alcanzar un valor aproximado de 162.872 millones de pesos.

Estas incautaciones se realizaron en los municipios de Melgar, (Tolima); Candelaria, Cali, Buenaventura, Jamundí, Palmira y El Cerrito (Valle del Cauca); Sapuyes (Nariño) y la ciudad de Bogotá, los cuales pasaron a ser administrados por la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

También se pudo conocer que 14 personas fueron capturadas por estos hechos; al parecer, se dedicaban a crear empresas y sociedades que servían como fachada de las operaciones ilegales por la venta de drogas para lavar los activos. Además, compraban y vendían bienes inmuebles, a la vez que movían grandes cantidades de dinero mediante diferentes estrategias en varias entidades financieras del país.

De acuerdo con la delegada para las finanzas criminales de la Fiscalía General de la Nación, Luz Ángela Bahamón Flórez, varias de estas personas detenidas prestaban sus nombres y los de algunas empresas para facilitar el lavado de dinero de las estructuras delincuenciales en diversas actividades comerciales, por lo que se produjo también la incautación de 2.939 semovientes.

Indicó también que entre los ciudadanos capturados por los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito de particulares, testaferrato y concierto para delinquir -quienes fueron cobijados con medida privativa de la libertad en establecimiento penitenciario-, hay varias que pertenecen a una misma familia y que le habrían servido como testaferros a uno de sus hermanos que actualmente está preso y es solicitado en extradición por Estados Unidos, debido a delitos relacionados con el narcotráfico.

Igualmente, precisó que en este grupo de 14 detenidos hay dos mujeres y un hombre quienes presuntamente eran unos auténticos expertos en el envío de cargamentos de sustancias estupefacientes en lanchas rápidas y semisumergibles, los cuales salían desde los departamentos de Cauca, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca hasta varios países de Centro América y posteriormente a los Estados Unidos.

Afirmó que entre los capturados se encuentra un hombre conocido con el alias de Yuca, a quien se le venía siguiendo la pista por ser uno de los presuntos cabecillas de una organización delictiva denominada Clan Bustamante. Esta persona, al parecer, utilizaba una compañía que comercializaba aceite de palma para lavar miles de millones de pesos que pertenecían a una red de narcotraficantes que operaba en Buenaventura.

Otra de las estrategias descubiertas durante la investigación fue la de algunos ciudadanos que permitieron la utilización de sus nombres, con el objetivo de darle supuesta legalidad al dinero que en realidad provenía de varios grupos dedicados al narcotráfico que hacían envíos al exterior y actuaban en Nariño, Cauca y Valle del Cauca.

Uno de los indiciados adquirió múltiples propiedades en el municipio de Palmira, Valle del Cauca; así como varias fincas ganaderas con una gran cantidad de reses en el sector El Palo, que pertenece al corregimiento de El Espino en la Población de Sapuyes en el departamento de Nariño; por lo que también fue enviada a la cárcel la mujer que estaba encargada de administrar las haciendas, quien de acuerdo con la Fiscalía era conocedora de todos los movimientos financieros de su jefe.