David Islem Ramírez García, secretario de Desarrollo Social de Manizales, en diálogo con SEMANA, afirmó que desde la administración local han venido avanzando en un programa para ayudarle a mejorar la calidad de vida, no solamente a las personas que son oxígeno-dependientes, sino también a sus familias.
“Estamos buscando cómo poder acompañar la disminución en la calidad de vida que tienen estas personas con un programa que les ayude en la parte económica y en la de relacionamiento”, explicó el funcionario.
Es por esto que tras varios meses de investigaciones y de hacer un riguroso análisis de los casos que se han intentado gestar en otras ciudades del país, arrancó en la ciudad una prueba piloto para personas oxígeno-requirentes. Un trabajo que se adelantará de manera conjunta entre la Alcaldía y la Universidad de Manizales.
De acuerdo con los estudios previos, lo que se ha podido determinar es que las familias con estos pacientes tienen una gran problemática por los altos consumos de energía que tienen los concentradores, lo que les resta capacidad de gastos en sus necesidades vitales; adicional el paciente puede presentar una disminución en su capacidad corporal o funcional, y se han detectado problemáticas con el relacionamiento de las familias porque los pacientes pueden ser vistos como una carga.
De acuerdo con el secretario, la prueba piloto le apuesta a tener una intervención psicosocial en la que se tendrá la participación de psicólogos y trabajadores sociales que van a realizar un trabajo integral con las familias para buscar que el abuelo o pariente sea visto como una persona con una condición diferente dentro del hogar.
“También vamos a hacer un trabajo integral con los pacientes de Manizales para que su capacidad funcional no se desgaste de una manera tan acelerada; y por último vamos a entregar unas ayudas reflejadas en kits alimentarios con el fin de que puedan suplir lo que están pagando por tener un concentrador de energía conectado”.
La prueba piloto empieza con 70 cupos en Manizales a través de un proceso que consta de tres etapas: preinscripción, inscripción e inicio de las visitas y acompañamientos.
Este proceso se busca tenerlo hasta finales de este año, tiempo en el que se hará una evaluación del resultado para, en la vigencia 2023, ampliar el número de cupos y llevar la atención entre 10 y 12 meses.
“Nosotros hoy podemos ver que más o menos hay entre 1.000 y 1.300 personas que pueden ser oxígeno-dependientes y que tienen algún grado de vulnerabilidad. Por eso debemos recordar que estos programas van enfocados a las personas que tienen dificultades en este aspecto”, recalcó Ramírez García.
Requisitos para hacer parte del programa
- El solicitante debe tener una clasificación en la metodología Sisbén IV, en el grupo A1 hasta A5, y B1 hasta B7.
- El solicitante debe estar en el Régimen Subsidiado de Salud.
- Debe estar conectado al concentrador de oxígeno como mínimo 15 horas diarias.
De igual forma, las personas interesadas en hacer parte de la prueba piloto en Manizales deben presentar documento de identificación, Certificado DNP metodología IV del Sisbén Manizales y copia de la historia clínica, que evidencie que debe estar conectado al concentrador de oxígeno.
El plan piloto tiene un costo aproximado de 180 millones de pesos en su primera etapa y cuenta con un componente técnico y científico que es aportado por la Universidad de Manizales.
David Islém Ramírez, con relación al tema de la posibilidad de rebaja o tarifas especiales de cobro a estas familias a través de la factura de la Central Hidroeléctrica de Caldas, Chec, aclaró que hay un tema de regulación que existen para los servicios públicos y lo que se evidenció es que esa empresa no puede hacer una disminución de tarifas y que la Alcaldía no puede pagar esas facturas por lo que el camino es de tipo psicosocial para cerrar las brechas en las familias que tiene estos pacientes.