Con el paso de los días y la preocupación por la posible erupción del volcán Nevado del Ruiz, que se encuentra en alerta naranja, ha causado la difusión de información no oficial que podría causar pánico y temor por especulaciones en cuanto a afectaciones o consecuencias de la erupción del volcán en caso de que ocurriera.
Entre los mitos que han sido difundidos se alerta sobre la circulación de una información que se refiere al consumo de agua potable en caso de que ocurra la emergencia volcánica.
La información errada es que no podrá consumirse agua en ningún lugar cercano al volcán, mientras que desde el Servicio Geológico Colombia (SGC) indicaron que esa situación se trataría dependiendo a la distancia y que lo que realmente no se podría consumir sería el agua de ríos y quebradas de las montañas cercanas al volcán.
Desde la Gobernación de Caldas indicaron que en los municipios aledaños y ciudades, el servicio de agua permite la eliminación de la contaminación a través de su proceso de tratamiento antes de salir por la llave.
“El proceso elimina la ceniza permitiendo su consumo cotidiano”, mencionaron las autoridades de la Gobernación de Caldas.
Otra información que fue aclarada desde la entidad fue la alerta sobre un posible terremoto, dado el caso que el volcán del Nevado del Ruiz haga erupción.
Según dijo Londoño, la difusión de este tipo de información causa temor y desinformación, pues no hay reporte o alerta de que el supuesto terremoto pueda ocurrir si la emergencia volcánica alcanza niveles máximos de alerta.
“Dicen que si hay una erupción grande, va a haber un terremoto que destruirá Manizales. ¡Eso es falso!”, dijo Londoño.
De acuerdo con el último informe entregado este martes 25 por parte del Servicio Geológico, ayer 24 de abril y en lo que va del día de hoy, la actividad sísmica relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos mostró aumento en la energía sísmica respecto al día anterior (23 de abril) y ha estado asociada a varias emisiones pulsátiles de ceniza que fueron confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico.
“La altura máxima de la columna de gases y/o ceniza observada fue de 2.200 m medidos desde la cima del volcán correspondiente a una emisión de ceniza registrada en la mañana de hoy a la 05:51 a. m., con dirección de dispersión de la columna hacia el noroccidente”, dijeron en el informe.
Reiteraron que continúa la desgasificación de dióxido de azufre a la atmósfera y la salida de vapor de agua en el volcán. En cuanto a la sismicidad asociada de fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico, esta mostró aumento en la energía sísmica en comparación con la registrada el 23 de abril.
“Los sismos se localizaron en los sectores oriental, nororiental y suroccidental del volcán, así como en el cráter Arenas, a profundidades entre 1 y 5 km. La magnitud máxima fue de 1,7 correspondientes al sismo de las 05:35 p. m., localizado a 4,1 km al oriente del cráter, a 3,2 km de profundidad. Este sismo fue reportado como sentido por habitantes en el cañón del río Lagunilla.”, se lee en la información oficial.
Todos estos indicadores ratifican lo que desde el SGC se ha reiterado: que la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable. Es posible que los niveles de actividad sísmica, así como los niveles de desgasificación o salida de ceniza, disminuyan o sean oscilatorios, en el sentido de aumentar unos días y disminuir otros.
Sin embargo, esto no implica que el volcán haya retornado a sus niveles normales de actividad. Aseveran las autoridades.
“Es importante mencionar que si bien no siempre es posible detectar anomalías térmicas desde las plataformas de monitoreo satelital, principalmente debido al mal tiempo, esto no quiere decir que estas no continúen presentes en el fondo del cráter. Por ello, reiteramos que la actividad del volcán Nevado del Ruiz continúa en nivel naranja”, dijeron en el informe.
Lo anterior indica que existe una probabilidad de que en días o semanas haga una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años. Para cambiar de nivel y retornar a nivel amarillo se requiere un tiempo prudencial donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad y, en caso de que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo.