Se empieza a tener claridad por el fallecimiento de una turista que se encontraba hospedada en el Hotel Estelar Altamira de la ciudad de Ibagué, en hechos que se registraron este domingo, 1 de enero de 2023.
Desde el centro turístico se informó que una mujer procedente de Bogotá se encontraba en la zona de la piscina cuando empezó a sentirse mal por un fuerte dolor en el pecho, ante lo cual se le brindó la atención inicial por parte del personal del hotel y, posteriormente, se coordinó su traslado a un centro médico.
“Lamentamos informar el fallecimiento de la señora Piedad Eugenia Blanco Graz, quien se hospedaba en el Hotel Estelar de Ibagué. La huésped falleció el día de ayer luego de ser atendida de emergencia y brindarle los primeros auxilios en el Hotel y de ser trasladada a la Clínica Nuestra de esta ciudad”, señala la comunicación.
Igualmente, se indica que desde el primer momento se ha brindado toda la información necesaria a las autoridades para que se aclaren las causas de este triste incidente, en el que lamentablemente no fue posible la recuperación de la persona afectada a pesar de que se le prestaron rápidamente los primeros auxilios.
También se conoció el pronunciamiento de la Clínica Nuestra, que es a donde fue llevada la paciente, que destaca el acompañamiento prestado por parte del personal salvavidas del Hotel Estelar Altamira hasta su arribo al centro médico.
“El día primero de enero de 2023 ingresa a la Clínica Nuestra Ibagué a las 10:55 a. m. una paciente femenina de 56 años, identificada como Piedad Eugenia Blanco. La paciente ingresa acompañada por un personal salvavidas perteneciente al hotel del cual fue trasladada, quien venía realizándole maniobras de reanimación; ingresó con un paro respiratorio, por lo cual se le brindan de manera inmediata los primeros auxilios necesarios sin respuesta positiva, posteriormente fallece debido a la gravedad de su estado”, precisa el comunicado.
La parada cardíaca súbita es una pérdida del pulso y del conocimiento que ocurre por un fallo inesperado del corazón, que pierde su capacidad para bombear sangre al cerebro y el resto del organismo.
Es fundamental realizar maniobras de reanimación rápidamente, ya que se calcula en un 10 por ciento la disminución de probabilidades de que el paciente afectado sobreviva con cada minuto que pasa.
De esta forma se establece que una persona en parada cardiorrespiratoria prácticamente no tendría ninguna opción de seguir con vida, después de 10 minutos de haber entrado en este estado.
La Organización Mundial de la Salud establece que las afecciones cardíacas constituyen la causa más frecuente del fallecimiento de las personas, con cerca de 6 millones de muertes registradas cada año.
Acerca de las compresiones torácicas, los expertos recomiendan que se realicen en el centro del pecho con las manos enlazadas y encima del esternón con los codos entendidos, a una velocidad de 100 a 120 empujones por cada minuto sin parar.
En la actualidad, el tratamiento más adecuado se hace mediante la utilización de un desfibrilador semiautomático, que es un elemento portátil y de tamaño pequeño que incluso puede ser empleado por una persona sin conocimientos médicos en caso de urgencia; ya que muchos están programados para darle al usuario las instrucciones de voz para una correcta utilización.
Después de conectar los electrodos en el pecho del paciente, este equipo determina de forma automática si es indispensable o no aplicar la descarga eléctrica para proceder con la reanimación.
En Colombia se promulgó en el año 2017 la ley 1831, que obliga al uso de desfibriladores en lugares de alta afluencia de público como sistemas de transporte, entidades públicas, centros penitenciarios, resguardos indígenas, centros comerciales, escenarios culturales, comandos de Policía, centros educativos y complejos hoteleros o turísticos, entre otros.