El Servicio Geológico Colombiano (SGC) sigue monitoreando el volcán Nevado del Ruiz, debido a que su nivel de actividad continúa en naranja desde que se reportó esta situación a principios de abril.
Por tal motivo, todos los indicadores que analizan los expertos ratifican que la actividad del edificio volcánico sigue siendo muy inestable; sin embargo, esto tendría una explicación lógica, según lo dio a conocer John Makario Londoño, director técnico de Geoamenazas del SGC.
De acuerdo con la entidad, la actividad del volcán al día de hoy 8 de mayo es similar a la del domingo 7 de mayo, debido a que se han detectado algunas anomalías térmicas que han alcanzado valores mayores a los que se han podido detectar en días anteriores.
“Aunque hay sismicidad de fractura, este está en baja cantidad y baja energía. Normalmente, se localizan en el cráter en sus alrededores y lo que más predomina es que sigue siendo la actividad sísmica asociada a esta actividad fluidos al interior del cráter, sobre todo la salida de emisión de gases y ceniza por las fumarolas que tiene el volcán y predominan o continúan predominando las anomalías térmicas, algunas de ellas con valores importantes”, señaló Londoño.
Esto quiere decir que es posible que los niveles de actividad sísmica, así como los niveles de desgasificación o salida de ceniza disminuyan o sean oscilatorios, en el sentido de aumentar unos días y disminuir otros.
“El volcán continúa en niveles inestables y, por lo tanto, esta actividad naranja que es la probabilidad de que haga erupción en días o semanas se mantiene. Por eso es importante seguir las recomendaciones las autoridades”, detalló el director técnico de Geoamenazas del SGC.
Cabe mencionar que este mismo experto recalcó en días pasados que la actividad del volcán no se puede volver parte del paisaje y que los ciudadanos no deben acostumbrarse a las condiciones actuales, pues se debe tener presente que aún son anómalas.
Así mismo, afirmó que el nivel de actividad se mantendrá como está y explicó por qué no va a variar de momento. Además, señaló que la calma puede ser señal de una erupción, aunque no necesariamente vaya a ocurrir.
“Este nivel naranja persistirá todavía porque el volcán no ha retornado a los niveles que tenía hace unos meses; segundo, no podemos cambiar a rojo tampoco porque la erupción uno no sabe si va a ocurrir o no realmente, y tercero, es importante recordar que a veces el volcán ha mostrado que cuando se calma mucho después de haber tenido una actividad sísmica y otro tipo mucho más alta, es cuando ha hecho erupciones”, enfatizó.
Para que el nivel de actividad baje a amarillo tiene que pasar un tiempo prudencial “donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad, el cual puede extenderse a varias semanas”.
Así las cosas, el experto pidió no dejar de prestar atención a las informaciones que emitan las autoridades. “Es importante estar muy pendientes, no quiere decir entonces que en este momento va a tener que hacer una erupción, sino que estas condiciones a veces hacen que las autoridades y la comunidad general se acostumbren a ciertos niveles de actividad que, vuelvo y repito, no son normales”, recalcó el director técnico de geoamenazas del SGC.