Sin solución a la vista se encuentran los 14 comerciantes que tienen instalados sus negocios de comidas o food trucks, como son conocidos popularmente, en el mirador del barrio Chipre de Manizales, uno de lo lugares más visitados por los habitantes de la ciudad y los turistas; ya que desde allí se pueden observar unas impresionantes puestas de sol e incluso algunos municipios de Caldas a simple vista, mientras se deleita el paladar con los platos, bebidas y el café típico que allí se ofrecen.

La Alcaldía de Manizales, la Personería y los propios comerciantes afectados habían hecho una solicitud para que el plazo de desalojo no se venciera este pasado 8 de diciembre, sino en abril de 2023, teniendo en cuenta que ya viene la temporada de fin de año y la ferias, donde se reúne en este lugar una gran cantidad de personas.

Además se buscaba que en este tiempo se alcanzara una solución concertada para evitar el cierre de los establecimientos, pero el Tribunal Administrativo de Caldas fue contundente al mantenerse en la decisión de desalojo.

Toda esta pesadilla empezó con la demanda del ciudadano Enrique Arbeláez Mutis, quien aseguró que este es un espacio que debe ser utilizado como mirador y para el parqueo de vehículos, pero no para la comercialización de alimentos y bebidas, ya que estos negocios no cuentan con ningún permiso para darle este uso al lugar.

Después de analizar la situación, la Sala Segunda del Tribunal Administrativo de Caldas le ordenó a la Alcaldía de Manizales que realizara todos los trámites que fueran necesarios a nivel administrativo y de acciones policiales, para desalojar a los comerciantes de esa zona y recuperar el espacio público.

Los dueños de negocios en el sector indicaron en su momento que no es la primera vez que se enfrentan a esta clase de situaciones, y de hecho lograron que a finales de octubre esta orden de desalojo se suspendiera, ya que el Juzgado Segundo Civil de Manizales admitió una tutela presentada por varios de ellos, alegando que se vulneraba el derecho al mínimo vital para las casi 70 personas que trabajan en estos negocios.

Los comerciantes manifiestan que hace aproximadamente 7 años que llegaron a ese lugar era un foco de inseguridad, ya que sus visitantes habituales eran habitantes en condición de calle y consumidores de sustancias estupefacientes.

Entre las soluciones que se plantearon por parte de los propietarios de los food trucks estaba la de trasladarse a Monumento a los Colonizadores, que está justo en frente de la bahía que actualmente ocupan y es un lugar muy concurrido, y pagar un canon de arrendamiento mensual que estaría entre los 500 y los 600 mil pesos.

Algunas entidades les han mostrado un respaldo pleno como es el caso de Fenalco, cuyas directivas en Caldas destacan la creación de 70 puestos de trabajo en temporada normal y cerca de 150 en época de navidad y durante la Feria de Manizales.

Resaltaron además la recuperación de un espacio en el que eran constantes las denuncias de los ciudadanos porque eran atracados, debido a que es una zona que no tiene viviendas cercanas sino el Monumento a los Colonizadores y está sobre la ladera del barrio Chipre, por lo que los delincuentes podían esconderse para sorprender a las personas y luego huir con facilidad.

Se espera una solución que satisfaga a todas las partes implicadas y sobre todo que brinde la posibilidad de que estos comerciantes continúen con su actividad, para que no aumenten las cifras de desempleo en la ciudad precisamente en estos momentos que fue distinguida como la capital de Colombia en la que menos personas están desocupadas.