Momentos angustiosos vivió un hombre en Manizales cuando luchaba para evitar que una corriente de agua se terminara llevando su motocicleta, durante la fuerte tormenta que se desató este jueves 10 de noviembre en el sector de Maltería, que alberga un gran número de empresas que tienen su sede en la capital caldense.
Aunque finalmente logró salvar su vehículo, este ciudadano corrió un serio riesgo de ser arrastrado y por eso los organismos de socorro le piden a la comunidad que no circule por determinadas zonas cuando llueve.
De acuerdo con los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en la ciudad se continuarán registrando precipitaciones muy intensas y en periodos cortos de tiempo, por lo que desde los organismos de socorro y la Unidad de Gestión del Riesgo les piden a los ciudadanos que no salgan de sus casas de no ser necesario.
En caso de tener que estar por fuera, es indispensable transitar con cuidado y no cruzar por aquellos lugares en los que exista el riesgo de formarse corrientes de agua.
También se recuerda la importancia de comunicarles oportunamente a las entidades destinadas la atención de emergencias, si se nota un aumento considerable en el nivel de las aguas en los ríos y las quebradas o su represamiento; así mismo, la inclinación de postes o caída de cables.
No se les recomienda a las personas refugiarse durante una tormenta debajo de los árboles porque podrían ser impactadas por un rayo, pero también por la probabilidad de que las ramas de estos se encuentren afectadas por el viento y el agua, por lo que podrían terminar desprendiéndose y generar una lesión grave o incluso la muerte. Tampoco estar cerca de objetos que puedan conducir la electricidad como mallas, alambrados o tendederos de ropa.
Para quienes deban desplazarse a otros sitios se recomienda no atravesar bateas, canales, ni ningún sitio por donde circule el agua, debido a la probabilidad de que se presente una creciente súbita, conducir a velocidades bajas y mantener una distancia de seguridad prudente con los demás automotores para evitar colisiones.
Sin embargo, el comportamiento de la comunidad es vital para la prevención de los desastres al no arrojar basuras o escombros a laderas, cunetas, vías o alcantarillas para evitar el taponamiento de los conductos de desagüe; así mismo, realizar un mantenimiento periódico a las canales y bajantes.
En los tejados es importante llevar a cabo labores de amarre y reforzamiento de los anclajes para que no sean arrastrados por los vientos huracanados, al igual que las puertas y ventanas.
Debido a que en Manizales las lluvias se registran prácticamente todos los días, fue necesaria la declaratoria de la alerta amarilla en el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo. La directora de la UGR, Alexa Yadira Morales Correa, indicó que las 14 estaciones meteorológicas que están distribuidas en la ciudad muestran un promedio superior a los 200 milímetros de lluvia.
Explicó que esa situación hace que la saturación del suelo por la gran cantidad de agua eleve el riesgo de que ocurran deslizamientos, por lo que se están monitoreando constantemente las zonas de alta pendiente para determinar, si fuera necesario, adelantar programas de evacuación preventiva o de reubicación.
Un estudio que realizó hace poco la empresa Budget Direct, basándose en los datos de la organización Climate Data, hizo posible la elaboración de un escalafón con las ciudades más lluviosas del mundo. Entre las 64.429 que fueron analizadas, el primer lugar se lo llevó Buenaventura, en el Valle del Cauca, con un promedio de 258 días del año con precipitaciones, mientras que Manizales fue segunda, con 257.