El país, y de manera especial los habitantes de la zona de influencia del volcán Nevado del Ruiz, sigue atento a la actividad que tiene el volcán, cuyo nivel subió a naranja el día 30 de marzo en horas de la noche por determinación del Servicio Geológico Colombiano.
El monitoreo de este sistema volcánico se ejecuta 7/24 por parte de la entidad, por intermedio de los equipos como cámaras web, que están ubicadas en la zona y que cuyos datos son recibidos en el Observatorio Vulcanológico y Sismológico que tiene su sede en el barrio Chipre de Manizales.
Los registros de los últimos días confirman que la actividad ha tenido variaciones mostrando disminuciones en algunos aspectos que son propios de un volcán activo. Entre estos se encuentra el número de sismos, asociado a la actividad de los fluidos al interior del volcán.
John Makario Londoño Bonilla, director técnico de geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano, explicó que esto puede indicar varias cosas “primero que puede haber la posibilidad de que el volcán esté empezando un periodo de más estabilidad o que como en otras ocasiones ha mostrado el volcán: hay una disminución importante en toda su actividad después de haber estado en un periodo de mucha actividad y puede hacer una erupción importante”.
De acuerdo con el experto, estas son las razones por las que estas semanas son calificadas de críticas para ellos en el sentido de estar evaluando cuál va a ser la evolución del volcán y por eso hay que aumentar el monitoreo para tener información más detallada del estado de actividad.
“Con eso podemos tener la base para pensar en una posible disminución del nivel de actividad en las próximas semanas, si esta continua en los niveles que está y no se reactiva nuevamente”, explicó Londoño Bonilla.
Con relación a los niveles de actividad de los volcanes es necesario tener en cuenta que estos son:
- Verde o IV: volcán activo y comportamiento estable. Puede presentar un estado base que caracteriza el periodo de reposo o quietud, o registrar actividad sísmica, fumarólica u otras manifestaciones de actividad en superficie que afectan fundamentalmente la zona más inmediata o próxima al centro de emisión, sin representar riesgo para las poblaciones y actividades económicas de su zona de influencia.
- Amarillo o III: cambios en el comportamiento de la actividad volcánica. Variaciones en los niveles de los parámetros derivados de la vigilancia indican que el volcán está por encima del estado base y que el sistema es inestable pudiendo evolucionar aumentando o disminuyendo esos niveles. Pueden registrarse fenómenos como enjambres de sismos, algunos de ellos sentidos; emisiones de ceniza; lahares; cambios morfológicos; ruidos; olores de gases volcánicos entre otros, que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica.
- Naranja o II: erupción probable en términos de días o semanas. Variaciones significativas en el desarrollo del proceso volcánico derivadas del análisis de los indicadores de los parámetros de vigilancia, las cuales pueden evolucionar en evento(s) eruptivo(s) de carácter explosivo o efusivo.
- Rojo o I: erupción inminente o en curso. Proceso eruptivo en progreso cuyo clímax se puede alcanzar en horas o evento eruptivo en curso. La fase eruptiva sea explosiva o efusiva puede estar compuesta de varios episodios. El tiempo de preparación y respuesta es muy corto.
Frente al caso específico del Nevado del Ruiz, John Makario Londoño Bonilla afirmó que en oportunidades esas fluctuaciones que ha tenido las muestra y aumenta la cantidad de las columnas de ceniza. “En este momento estamos viendo que esas columnas han ido disminuyendo en la altura, pero continua la emisión de ceniza que es un parámetro importante en la evaluación de un volcán”.
Confirmó que si otros parámetros empiezan a mostrar cierta disminución desde la entidad pueden tener la oportunidad de que se pueda disminuir el nivel a amarillo aunque continúe emitiendo ceniza pero en menores cantidades.
El funcionario reiteró el llamado a no bajar la guardia y tener presente que el solo hecho de tener anomalías térmicas, así sean pequeñas en el fondo del cráter, son indicativos de que el volcán está muy inestable.