Una factura por $ 6.210.000 está causando revuelo en Medellín. Esa fue la cifra que pagó un grupo de personas en un restaurante de El Poblado. El tema hoy se debate ampliamente por los presuntos cobros excesivos de sus productos.

Entre los 21 servicios que los clientes solicitaron durante su estadía en el establecimiento comercial, llamó la atención el precio de una arepa gratinada por $ 160.000. La lluvia de críticas no ha parado, pues muchos lo consideran descomunal.

Las dudas también se han sembrado en otros elementos de la carta que fueron costeados por los clientes: un shot de crema de whisky Baileys por $ 90.000, un trago de whisky Jack Daniel’s por $ 60.000 y un plato de dedos de pollo por $ 140.000.

Esta factura suma 200 mil reproducciones en X, donde abundan los comentarios al respecto: “Medellín se dirige a pasos gigantes a convertirse en el próximo Cartagena”; “Mucho se habla de Cartagena, pero poco de Medellín en este sentido”; “¿Estamos en Barú?”.

La Asociación de Empresarios de Bares (Asobares) en Antioquia le puso la lupa a la queja y aseguró que, en medio de sus verificaciones, este episodio tiene relación con un ejercicio de oferta y demanda dirigida a turistas internacionales.

“Tenemos entendido que el establecimiento ofrece sus servicios a extranjeros y, en todo caso, está completamente dispuesto a verificar que haya una posible irregularidad dentro de la cuenta”, dijo el vocero del gremio, Juan Pablo Valenzuela.

Arepa, producto típico colombiano. Esta imagen es de referencia, no corresponde a la consumida en el restaurante en mención. | Foto: Getty Images

Además, comentó que los precios de los productos del restaurante están visibles a los clientes y se comparten por diferentes medios para que estén a su alcance. A pesar de esto, la polémica no para en internet ni las comparaciones con Cartagena.

En la capital de Bolívar también se han denunciado cientos de excesos en establecimientos, donde las víctimas frecuentes son extranjeros. Allí se emprendió un control para evitar este fenómeno, que ya deja varios procesados.

Esa es una de las grandes dudas tras el episodio conocido en Medellín: “¿Quién controla esos precios? Más que los precios, ¿cómo no han cerrado un local que sugiere el 15 % de propina?”, afirmó otro usuario en redes sociales.

Ante cualquier inconveniente con un precio, cuyos oferentes tienen la obligación de suministrarlo de manera veraz y suficiente, los consumidores pueden presentar una queja ante la Superintendencia de Industria y Comercio en sus líneas de atención.

“De conformidad con lo dispuesto en el artículo 26 de la Ley 1480 de 2011, el proveedor es quien está obligado a informar al consumidor el precio de venta de los productos que ofrezca al público”, se lee en un comunicado de la Superintendencia.