Las terminales de transporte de la capital de Antioquia están a reventar de pasajeros. Si bien en un 22 de diciembre no es común que los tiquetes se empiecen a agotar, este año hay un escenario diferente que está obligando a las empresas a multiplicar los vehículos. Cerca de tres millones de personas se movilizarán por las estaciones de la ciudad.
Usuarios han tenido que esperar hasta 48 horas para acceder a un tiquete que los lleve al sitio donde pasarán las festividades de Navidad. La alta demanda de los servicios se mantiene en los trayectos que salen de Medellín hacia Santander, Norte de Santander y la costa atlántica. En su mayoría, se debe al flujo de personas que se dirigen hacia Venezuela.
La apertura de la frontera animó a los migrantes a pasar esta época del año junto a los suyos. Varios de ellos toman las terminales de esta región como una escala para continuar sus viajes, cuyos recorridos empiezan en Perú, Ecuador y departamentos del sur de Colombia. Esa sería la razón por la que hay represamiento de pasajeros en las terminales.
Aunque las compañías anticiparon que este fenómeno ocurría, la oferta se está quedando pequeña. Las personas se están quejando de las demoras en las asignaciones de los puestos a razón de que no hay buses para todos. Las molestias se están reportando en los automotores que van hacia las ciudades de Cúcuta, Bucaramanga, Maicao y Valledupar.
Sin embargo, la Asociación de Transportadores de Pasajeros de Antioquia informó que otros itinerarios ya reportan una alta demanda que no están vinculados al flujo de extranjeros. Por ejemplo, ya escasean las boletas para los departamentos donde se concentra la actividad turística del país, como Cali, Cartagena y Barranquilla.
Mientras que en el departamento ya hay complicaciones para encontrar tiquetes para movilizarse vía terrestre hacia las subregiones de Urabá, suroeste y oriente antioqueño. Entre los más apetecidos están los municipios de San Rafael, Guatapé, El Peñol, Andes, Apartadó, Chigorodó, Santa Fe de Antioquia, Caucasia, Carepa y Arboletes.
“Nosotros estamos en la fecha más complicada del año. Tradicionalmente, esto arrancaba el 23 y 24 de diciembre. Hoy estamos con una alta demanda de usuarios desde el 21. Muchas empresas están preparadas y tienen buses adicionales para operar, pero les pedimos paciencia a los pasajeros”, informó la agremiación de conductores.
Otra de las novedades que están encontrando las personas es el incremento de las tarifas en los viajes nacionales y departamentales. Aunque no se han denunciado sobrecostos, la Asociación de Transportadores aclaró que cada uno de los precios que se exponen en las taquillas de las terminales son regulados por la Superintendencia de Transporte.
Algunos sectores ya muestran un alza cercana al 10 % que se calcula con base en el aumento del costo de las operaciones vehiculares, como la gasolina y los repuestos para los motores que también se han levantado en las últimas semanas. Esa condición también se repetirá en el mes de enero, en los primeros días se espera otro incremento en los pasajes.
Sobre la mesa hay otras preocupaciones como lo es el transporte de servicio público informal. Se conoció en las últimas horas que en las inmediaciones de las terminales de Medellín se están parqueando vehículos que ofrecen viajes hacia la costa atlántica y el sector de Santanderes sin cumplir con todos los requisitos exigidos por la ley.
Muchas veces porque el saldo es menor al que ofrecen las compañías certificadas, los pasajeros patrocinan esos trayectos que, entre tanto, no están blindados con las pólizas que cubre todos los riesgos en dado caso de que se presente un accidente de tránsito.