La capital de Antioquia y el resto de los municipios que integran el Valle de Aburrá vivirán el primer episodio de calidad del aire de 2023. Es decir, empeorará por múltiples factores y podría ser dañino para algunas personas. Las autoridades recomiendan protección.
De acuerdo con los estudios del área metropolitana, este escenario se vivirá entre el lunes 20 de febrero y el sábado 1 de abril. De momento, no se contemplan nuevas medidas en el pico y placa para frenar la circulación de vehículos tras la situación de contaminación.
Son varios los argumentos para explicar el fenómeno. En primer lugar, este año se han registrado siete mil incendios en las regiones del Amazonas, norte de Colombia y Venezuela. Ese material podría incidir de manera desfavorable en Medellín.
También se presentarían menos lluvias para dispersar esos elementos, luego de un periodo intenso que cobró varias vidas y dejó a cientos de familias damnificadas. Así lo explicó el director de la entidad ambiental de la subregión, Juan David Palacio Cardona.
“El episodio estará influenciado por la transición del fenómeno de La Niña a condiciones neutras y, por esta razón, se espera [en] los próximos meses la disminución en los acumulados de precipitación [en el Valle de Aburrá]”, indicó el funcionario.
En algunos sectores la emergencia será más crítica. Es probable que la mala calidad se concentre en las zonas donde operan las compañías industriales y el flujo de carros sea alto. Mientras que en los circuitos residenciales de los municipios sería mucho menor.
Esto se debe a las diferentes dinámicas ambientales que se generan en estos sitios. Por un lado, están los cientos de vehículos que operan a gasolina y, por el otro, las emisiones de las empresas que están cercanas a los puntos de medición de la calidad del aire.
Con base en el calendario del Sistema de Alertas Tempranas, hay tres periodos que serán de difícil manejo en toda el Área Metropolitana dado que el ambiente podría llegar a ser dañino para los grupos sensibles: niños, mujeres en embarazo y adultos mayores.
Se presume, en un nivel mucho más bajo que el anterior, que en un momento las estaciones de monitoreo emitan una alerta roja que traduce que el aire es dañino para la salud de todos los habitantes. Aunque todo podría comportarse en sus límites normales.
Esto tendría lugar entre el 20 de febrero y el 4 de marzo, volvería el 6 del mismo mes y se extendería hasta el 25, pero se repetiría desde el 27 de marzo hasta el 1 de abril. La advertencia ya está dada y son muchas las recomendaciones que se pueden seguir.
Elegir la bicicleta como medio alternativo de transporte, compartir el vehículo, utilizar el transporte público, usar el tapabocas y promover el trabajo remoto o escalonado con el propósito de evitar efectos secundarios que perjudiquen la salud de los ciudadanos.
El profesional en Medicina Interna y miembro activo de la Asociación de Medicina Interna de Colombia, Manuel Dávila Rodríguez, sugirió que, durante el inicio del episodio de calidad del aire, es importante que las personas tengan al día su esquema de vacunación.
El ‘jalón de orejas’ es para los pacientes que no cuenten de manera completa con las dosis, principalmente, de la influenza, ni el neumococo, con el fin de frenar el incremento de enfermedades respiratorias en el Valle de Aburrá y no colapsar el sistema.
Para reducir las emisiones de contaminantes, se endurecieron las políticas de restricción a la movilidad en toda la subregión antes de oficializar el episodio del aire. Si bien el pico y placa tenía carreteras exentas, ya no se podrá disfrutar del beneficio.