Nuevamente este lunes, 17 de abril, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, se pronunció sobre los hechos vandálicos ocurridos en la tarde del domingo 16 dentro del estadio Atanasio Girardot, donde se pretendía jugar el partido entre Atlético Nacional y América de Cali.
El alcalde Quintero ha dicho que no prestará el estadio al equipo verdolaga si no hay garantías para ello, para justificar estas declaraciones sumó que “tener que sacar 800 Policías de la calle para ponerlos a cuidar un partido de Nacional que es un negocio privado es inaceptable”.
Y añadió que son las directivas quienes deben proporcionar vigilancia privada.
“La ley es clara en que son las directivas las que deben contratar servicios de vigilancia privada”, dice otra parte del trino.
En el trino el mandatario adjuntó una foto en la que se lee el Código Nacional de la Policía, que habla sobre la “participación de la seguridad privada en las actividades que involucran aglomeraciones de público complejas”, con ellos asegura que no es tarea del distrito.
“La seguridad interna y externa en las actividades que involucran aglomeraciones de público complejas será responsabilidad de los organizadores, quienes deberán contratarla con empresas de vigilancia y seguridad privada y/o empresa de logística legalmente constituidas”, dice el código.
A eso, según el código, “las empresas de seguridad y vigilancia privada y/o empresas de logística podrán designar de manera específica a miembros de la empresa para que informen de manera inmediata a las autoridades de Policía sobre aquellas personas que estén contrariando la ley y las normas de convivencia en las actividades que involucran aglomeraciones de público complejas”.
Y frente al uso de policías en el estadio que argumenta el alcalde como un negocio privado inaceptable, el código dice:
“En casos excepcionales de riesgo grave a la convivencia y a la seguridad ciudadana, la Policía Nacional podrá, sin descuidar sus responsabilidades frente al resto de la población, complementar la seguridad privada en las actividades que involucran aglomeraciones de público complejas”.
Por este hecho, en el estadio la Alcaldía de Medellín informó que fueron en total 89 personas fueron atendidas por los organismos de socorro en medio de la asonada que protagonizaron las barras bravas de Atlético Nacional. Al menos 30 miembros de la Policía están en la lista de afectados.
De acuerdo con los datos recopilados por la misma administración, los actos de violencia se desataron por las inconformidades que hay entre algunos fanáticos con las directivas del club.
Aunque algunos funcionarios trataron de apagar las llamas entre las partes, los esfuerzos fueron insuficientes y los seguidores tomaron las vías de hecho. Ellos atacaron a los miembros de la fuerza pública y destrozaron los elementos que se encontraron en el camino.
Una vez las personas pretendieron ingresar a la cancha y se abalanzaron sobre los uniformados, el Escuadrón Móvil Antidisturbios -rebautizado como Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden- lanzó gases lacrimógenos para retomar el control.
En ese momento tomó fuerza el caos. La escena quedó registrada en múltiples videos que fueron colgados en las redes sociales donde se observa a los fans acorralar a los policías, mientras el resto de los asistentes maniobran para esquivar los golpes y químicos.
Las autoridades cancelaron el encuentro deportivo entre Nacional y América. También se pidió evacuar de inmediato al estadio Atanasio Girardot. En menos de quince minutos, las graderías quedaron vacías y el malestar de los cientos de hinchas se trasladó a internet.
El alcalde encargado de Medellín, Óscar Hurtado, dijo que cerca de los 30 heridos eran miembros de la Policía Metropolitana del Aburrá.
“Las autoridades, como Cruz Roja, Dagrd y Secretaría de Salud nos reportan que atendieron en sus puestos a 89 personas. Más o menos unos treinta policiales y más de cincuenta ciudadanos. De ellos, solo se trasladaron a cuatro a los hospitales”, manifestó.