El nuevo informe publicado por el grupo Medellín Cómo Vamos, que le mide la temperatura a las condiciones sociales y económicas de la capital de Antioquia, le practicó una radiografía a la situación de la primera infancia en la ciudad. Una de las conclusiones advierte que este grupo poblacional estaría en riesgo por las deficiencias en su atención.
El estudio se armó con base en las estadísticas de 2021 y tomando mano de las declaraciones de las comunidades del distrito sobre los menores de edad que se encuentran entre los cero y cinco años. Los hallazgos nadan en contra de lo señalado por la Alcaldía, cuyos funcionarios aseguran el éxito de los programas infantiles activos.
Uno de ellos es Buen Comienzo, que bajo el liderazgo de Daniel Quintero Calle inyectó en el último año una millonaria cantidad de dinero para sostener la atención en todas las comunas y corregimientos. Mientras que en 2019 la inversión fue de 162 mil millones de pesos, en 2021 escaló a los doscientos mil millones de pesos.
Medellín Cómo Vamos le reprocha que hay más plata, pero con menos beneficiarios. 97 mil en 2019 y 93 mil en 2021. En consecuencia, le recomiendan a la administración del distrito mejorar este índice porque no se ha recuperado el número de personas que fueron atendidas en el programa antes de la pandemia.
“Buen Comienzo debe ampliar su cobertura. Hoy tenemos un número creciente de niños, niñas y madres venezolanas que han entrado al programa y, además, las familias desplazadas que llegan a Medellín”, se lee en el documento que armó el grupo de investigadores, proceso financiado por organizaciones del sector privado desde 2006.
Otra de las preocupaciones que se resaltaron es que durante la emergencia que generó la propagación de covid-19 se habrían descuidado los sectores donde hay “menor proporción en la atención” de Buen Comienzo. En algunas zonas, como La Candelaria, La América y Robledo, se habría registrado un incremento en la pobreza multidimensional.
Mientras que las condiciones de vida de las niñas y niños estarían en cuidados intensivos en las comunas de Robledo, Manrique, San Javier, Doce de Octubre, Villa Hermosa y Popular, calles donde se concentró la mayor proporción de menores de cinco años durante el 2021. El informe calificó el escenario como “las peores condiciones”.
Otra de las aristas que llaman la atención es el acceso a la educación. Medellín Cómo Vamos denunció que cada vez más niños y niñas están empezando tarde preescolar. A juicio de los analistas, esta situación podría aumentar la probabilidad de tener peores resultados en el desarrollo escolar futuro. También les inquieta la escasez de menores en las bibliotecas de la ciudad.
“Más niños y niñas sufren de desnutrición crónica o están en riesgo de padecerla”, es otra de las conclusiones del estudio. Eso está sostenido con un dato suministrado por la administración del distrito: en 2021, el 7,8 % de los pacientes que asistieron al control de crecimiento y desarrollo estaba bajo de peso, contrario a los requerimientos.
La Secretaría de Salud también pasó al tablero: “En Medellín disminuyó la vacunación en menores de un año. La vacunación evita enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades como el sarampión y la viruela”, describió el grupo de investigadores que, en informes anteriores, los hallazgos han sido refutados por el alcalde Quintero Calle.
Finalmente, se recomendó garantizar entornos seguros para esta población, a razón de que la ciudad está entre las tres principales urbes del país con mayores tasas de denuncia por violencia intrafamiliar contra la primera infancia. No obstante, hay una disminución considerable en los homicidios que vinculen a los menores de edad.