Aunque la Organización Indígena de Antioquia (OIA) denunció en las últimas horas que cuatro menores de edad fallecieron producto de la malaria en el municipio de Urrao, las autoridades departamentales dieron a conocer que no se tiene el registro de las muertes. Sin embargo, confirmaron ese diagnóstico en siete niños de esta población del suroeste.
La enfermedad se evidenció durante el mes de septiembre. En ese período, los organismos sanitarios del suroeste antioqueño dieron cuenta de que ocho indígenas fueron atendidos en el hospital local por presentar síntomas asociados a la picadura. Luego de practicarles la prueba, uno de ellos salió negativo, los demás marcaron positivo.
“Se identificaron siete menores de cinco años de comunidades indígenas diagnosticados quienes, a través de la institución prestadora de servicios del municipio, recibieron la atención con los medicamentos y los tratamientos indicados”, afirmó la Secretaría de Salud de Antioquia a través de un comunicado de prensa.
Pero la comunidad declaró que las brigadas de prevención no se están realizando por los combates que sostienen los integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como también se hace llamar el Clan del Golfo, con las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ambos bandos se están peleando el control territorial.
Frente a este escenario, la Gobernación de Antioquia respondió que, actualmente, se les brinda acompañamiento a los líderes del cabildo indígena del municipio de Urrao para ejecutar procesos de vigilancia, como la identificación de los riesgos y síntomas que podrían presentar las personas, con el objetivo de facilitar la atención médica.
“La Secretaría otorga un acompañamiento con concurrencia económica para la contratación de gestores indígenas que desarrollarán acciones en el marco de La estrategia primaria en salud dirigidas a las comunidades de este territorio”, señaló el departamento ante las dudas por su gestión en el municipio de Urrao.
A la discusión también entró la Defensoría del Pueblo, que lamentó la muerte de los cuatro niños en el resguardo de Andabú. De paso, solicitó la intervención urgente de las autoridades locales y departamentales con el fin de tomar acciones que garanticen la vida y los derechos de los integrantes de estos grupos que también son víctimas de la violencia.
“Es importante recordar que el primero de agosto del 2022, en el Comité de Justicia Transicional, la Defensoría del Pueblo, a través de la regional Antioquia, le solicitó a la Alcaldía de Urrao que adelantara una brigada de salud enfocada en los menores de edad, quienes gozan de especial protección de Estado”, indicó el Ministerio Público.
Ante los casos de malaria identificados, la Defensoría le envió un oficio al alcalde de Urrao para que brinde información sobre las tareas que se han adelantado por parte de la administración para garantizar el derecho a la vida, a la integridad personal y a la salud de esta comunidad que sigue confinada por las balas que se cruzan en sus parcelas.
Ahora bien, la Gobernación de Antioquia concluyó que en los próximos días se programará una vista al territorio para llevar las brigadas con todas las dependencias de la Secretaría de Salud, donde “se reitera su compromiso con el bienestar de las comunidades indígenas del departamento”, se lee en el comunicado difundido en sus canales oficiales.
Esta situación se suma a la crisis que hay en el resguardo por las confrontaciones armadas que los mantienen en confinamientos constantes. Las AGC y el ELN están en una lucha a muerte para acaparar las rutas que flexibilizan la movilidad de las economías ilegales entre los departamentos de Antioquia y Chocó, principalmente el narcotráfico.