La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá fue advertida sobre la presencia de un grupo de personas que portaban armas de fuego en medio de un sepelio que se realizaba en el cementerio de San Pedro de Medellín.
Al parecer, las pretendían accionar en la despedida del difunto. Hubo alerta en la comuna de Aranjuez.
Una vez se encendieron las alarmas, se despacharon a 20 uniformados hacia el camposanto para que adelantaran un operativo de control y registro, dado que se podría ocurrir un incidente.
Ellos se encontraron a 200 feligreses que estaban participando en el evento religioso, en las que estarían los supuestos sicarios. Uno a uno fueron requisados hasta que identificaron a las tres personas que tenían las pistolas.
En sus pertenencias hallaron dos revólveres y dos armas, calibre nueve milímetros, con sus respectivas municiones. Ante el hecho, se ordenó privarlos de la libertad por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas.
Se trata de dos hombres de 22 y 65 años, también una mujer de 26, los cuales fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación.
La Policía Nacional aseguró que siguen atentos a la manipulación irregular de pistolas en la subregión del Valle de Aburrá, dado que representan una amenaza para la ciudadanía.
“La Metropolitana continuará desarrollando operaciones con el fin de fortalecer la convivencia y seguridad ciudadana, además, invita a la comunidad a denunciar oportunamente cualquier hecho delictivo que afecte la convivencia y seguridad”, comentó la institución.
Madre entregó a su hijo homicida a las autoridades de Medellín
Un joven de 16 años se presentó ante las autoridades judiciales de la capital de Antioquia y reconoció, en compañía de su madre, que le propinó tres puñaladas a un taxista en el municipio de Bello, heridas que le causaron la muerte.
La víctima fue identificada como Sergio Isaza y su cadáver apareció tendido a un lado del automotor en el barrio París. El crimen generó preocupación en el gremio de conductores y pidió agilizar las investigaciones para esclarecer el hecho.
Luego de la presión de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y de la propia familia, el menor de edad aceptó las responsabilidades ante la Fiscalía General de la Nación. Para sostener la tesis, suministró las pruebas que lo incriminan.
“El joven se presenta con su mamá y hace entregar, incluso, de la ropa que él utilizó en el momento que cometió el homicidio”, detalló este 23 de mayo la directora del ente de acusación en la ciudad de Medellín, Yiri Milena Amado.
Una vez hizo la confesión, un funcionario logró que se le impusiera una medida preventiva en un centro especializado para menores. Allí deberá esperar el avance del juicio y la pena que recibirá por matar al taxista de 32 años en Bello.
De momento, se desconocen las razones del crimen. Lo cierto es que la inseguridad está desbordad en el norte del Valle de Aburrá. Según las cuentas de la Policía Nacional, entre enero y abril, fallecieron 15 ciudadanos.
Por otro lado, un productor musical de 22 años perdió la vida de manera violenta cuando disfrutaba de una fiesta en la ciudad de Medellín. Junto a él, otro sujeto resultó gravemente herido.
Lo que empezó como una parranda terminó en tragedia en el barrio Los Pinos. Al parecer, varios jóvenes estaban ingiriendo bebidas alcohólicas al interior de un inquilinato cuando tomó fuerza una discusión.
Ellos pasaron de las ofensas a ataques físicos. Una vez los vecinos percibieron el incidente, encendieron las alarmas ante la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
Una vez los uniformados llegaron al sector, confirmaron el fallecimiento del artista, identificado como Esteban Gutiérrez López, quien tenía una herida en su cuerpo ocasionada con un arma cortopunzante. Otro hombre que tuvo una lesión parecida logró sobrevivir.