Grupos delincuenciales se infiltraron en las citas a ciegas que los jóvenes pactan en las redes sociales para satisfacer los deseos de amor, sexo y compañía en Medellín. SEMANA revela detalles de los aterradores planes que tienen en alerta a las autoridades.
Los gais y extranjeros son las víctimas frecuentes. En la Fiscalía hay denuncias por hurtos, homicidios y secuestros en los encuentros que se gestionan en Tinder y Grindr, aplicaciones que permiten conocer a personas con base en los gustos del usuario.
Con un intercambio de palabras y poca información sobre el otro, se agendan reuniones privadas en establecimientos comerciales y hoteles. El desconocimiento de los intereses se ha llevado por delante ocho vidas en los últimos 15 meses en la capital de Antioquia.
De acuerdo con los cálculos de la Alcaldía, seis víctimas eran integrantes de la comunidad LGTBI. Las investigaciones ponen en evidencia que ellos aceptaron tener contacto con los sujetos que se escondían en los perfiles que guardaban un objetivo diferente al suyo.
Los cadáveres aparecieron con signos de violencia y, en muchas ocasiones, fueron despojados de los objetos de valor. Sobre la mesa hay dos hipótesis: los atacaron por robarlos o por ser gais, esta última es la que cobra más relevancia en la discusión.
Conforme a la información que ha recibido la Gerencia de Diversidades de Medellín de las autoridades, la homofobia sería el detonante: “No es que quieran robar, en el fondo son personas que no están de acuerdo con la diversidad y son extremistas”, dijo la entidad.
Es decir, habría material probatorio para sostener que sujetos se escabullen en los sitios digitales para engañar a los hombres que buscan sexo con el fin de hacerles daño. Por lo general, reemplazan sus nombres y buscan rostros atractivos para llamar la atención.
Sin embargo, la Fiscalía no ha identificado homicidas seriales o grupos que se dediquen a matar gais con el apoyo de internet en Medellín. Cosa contraria ocurre con los extranjeros que llegan de visita al Valle de Aburrá y rastrean el amor en las redes.
Unidades del ente de acusación y la Policía Nacional confirmaron la presencia de organizaciones delincuenciales expertas en contactar a turistas en Tinder, convencerlos de acudir a citas en las zonas rosas, darles escopolamina con licor y quitarles la plata.
Aunque las victimarias visibles son mujeres con características físicas seductoras, tendrían el apoyo de más personas cuando aseguran el control sobre el cuerpo del hombre. El modus operandi es el mismo y se repite en los lugares más exclusivos de la ciudad.
La cita termina en la habitación donde el extranjero tiene sus pertenencias y espera tener relaciones sexuales con ella, se ganan su confianza para conocer las contraseñas del teléfono y la ubicación de los elementos que puedan vender en el mercado negro.
El hallazgo más reciente del grupo de Delitos Informáticos de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá es que tienen intereses por los activos digitales. Mientras un iPhone les puede dar 5 millones de pesos, el cambio de un bitcóin les genera 130 millones.
Los expertos de esta unidad, junto con la Fiscalía, les siguen las pistas a varios casos que empezaron con una cita en las aplicaciones. Lo cierto es que las mismas autoridades reconocen que hay un subregistro porque a muchas personas les da pena alertar.
“No denuncio porque soy casado y mi esposa no se puede enterar de lo que pasó”, comentó un extranjero inmerso en un proceso en Medellín. El temor es que, por guardar silencio, las organizaciones tomen fuerza y sean más las víctimas que caigan en la trampa.
La fórmula que recomienda la Alcaldía para mitigar los riesgos es tener datos de la persona con la que se va a tener el encuentro e informar a conocidos. De igual manera, tomarle una fotografía, advertirle del registro y compartir la ubicación de la cita.