Según las mediciones del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, el aire que se respira este 15 de abril en Medellín es dañino para los grupos sensibles: personas con enfermedades cardiacas, menores de edad, adultos mayores, mujeres embarazadas y deportistas que practican actividades a cielo abierto.
13 de las 19 estaciones que monitorean la contaminación están en color naranja y las restantes en amarillo. Las situaciones críticas reportadas en la mañana de este lunes se mantienen en la capital de Antioquia y los municipios de Caldas, La Estrella, Sabaneta, Itagüí, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa.
De acuerdo con el distrito, en la transición de lluvias, la subregión se cubre con una capa de nubes de baja altura y estas generan que los contaminantes se concentren en el territorio, convirtiéndose en un factor de riesgo ambiental y sanitario que preocupa a las autoridades y a los habitantes, como ocurre cada mes de abril.
¿Qué ayuda a que la calidad del aire mejore?
Algunas acciones que permiten mejorar la calidad del aire en el Valle de Aburrá, según la Alcaldía de Medellín, son las siguientes:
- Fortalecer los medios de movilidad sostenibles y amigables con el medio ambiente, como el uso del transporte público y la bicicleta.
- Implementar el teletrabajo y los horarios flexibles.
- Reducir el uso del transporte particular, en caso de tener que hacerlo, que éste sea compartido.
- Renovar el parque automotor público y privado con vehículos de bajas o cero emisiones.
- Renovar las tecnologías de procesos productivos industriales, logrando la transición a sistemas de consumo más responsable.
- Evitar el consumismo, optando por productos e industrias con etiquetados y certificaciones ecológicas.
- Hacer uso responsable de la energía eléctrica, teniendo en cuenta el consumo de energía requerido por los diferentes equipos y electrodomésticos.
Bogotá y Medellín, con la peor calidad de aire en el país
En los últimos años, en Colombia el control de la contaminación atmosférica ha tomado una relevancia sin precedentes, especialmente porque según cifras de la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho muertes en el mundo son ocasionadas por la contaminación del aire. Además, de acuerdo con el Ideam, el contaminante con mayor potencial de afectación es el Material Particulado (PM) menor a 2,5 micras, generado principalmente por los vehículos que utilizan combustibles fósiles como el diésel.
Garantizar en las principales ciudades una movilidad sostenible es un enorme desafío, especialmente en Bogotá, Medellín y sus municipios aledaños, que han sido catalogados por indicadores internacionales como los de peor calidad del aire en el país. Según Darío Hidalgo, docente de Transporte y Logística de la Universidad Javeriana y experto en movilidad, el mecanismo más efectivo para mitigar la contaminación del aire en las ciudades es la promoción de un transporte público de alta calidad. “Por ejemplo, nunca se había visto un nivel de inversión tan alto como ahora en Bogotá, que incluye la construcción y ampliación de corredores vitales como los 180 kilómetros para la primera línea del metro; el Regiotram de Occidente, y la extensión de troncales como la Caracas al sur, la Avenida Cali, la Avenida 68 y la Carrera Séptima, las cuales serán asistidas con flota netamente eléctrica”, aseguró.
En Bogotá, según la Secretaría de Ambiente, se incentiva la Política Pública de Movilidad Motorizada de Cero y Bajas Emisiones, con la que en 2023 se logró que por las vías circularan 30.014 vehículos híbridos, de los cuales 335 hacen parte del Sistema Integrado de Transporte Público y 1.485 son buses de TransMilenio ciento por ciento eléctricos, con los que se reducen 94.300 toneladas de CO2 al año. Esto equivale a sembrar 3.425.500 árboles. También ruedan 7.068 vehículos eléctricos y 2.144 buses del Sitp se mueven a gas.
En el caso de Medellín, todo se desarrolla a través del Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire (Pigeca), que contempla 10 acciones integrales y sistémicas, además de cinco medidas transversales para revertir el deterioro ambiental en la ciudad. De acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, “durante 2023, el 80 por ciento del índice de calidad del aire se mantuvo entre bueno y aceptable, de acuerdo con los límites máximos permisibles establecidos en la norma nacional vigente para el PM 2.5, el PM10 y el ozono.