Al menos 42 personas ingresaron al servicio de urgencias del hospital local de Jericó, Antioquia, luego de presentar síntomas asociados a intoxicación durante este fin de semana. De acuerdo con el reporte de la administración, los pacientes llegaron al centro médico luego de que se distribuyeran almuerzos en todo el pueblo con motivo de las fiestas populares.

El plato fue distribuido entre las personas que acudieron al Día del Campesino: la parranda fue frenada por un daño estomacal que se multiplicó con las horas en esta localidad del suroeste antioqueño. La Alcaldía firmó un contrato con una empresa para que preparara cerca de 3.000 porciones de almuerzo para el domingo 16 de octubre. Así se cumplió.

Aunque al mediodía todos los convocados disfrutaron de los alimentos, cuando empezó a caer el día la indigestión los obligó a terminar la fiesta en el hospital. Como un gotero arribaron los enfermos. Cuando el número superó la normalidad de todos los días, se encendieron las alarmas para atender a los pacientes y frenar la producción de la comida.

El alcalde de este municipio, David Alonso Toro, explicó que la firma que ejecutó el acuerdo tiene toda la reglamentación al día, por lo que no habría indicios de malos manejos en la preparación. Sin embargo, las autoridades ya abrieron las investigaciones con el fin de esclarecer cuál fue la razón que desató la intoxicación en los asistentes.

Las autoridades sospechan que el efecto pudo haber sido mayor por la cantidad de almuerzos que se distribuyeron entre las personas que viajaron desde las diferentes veredas para disfrutar de la celebración de las festividades en la cabecera municipal. La emergencia comenzó a las tres de la tarde y se dio por terminada este lunes festivo.

“Según el registro del hospital, se presentaron 42 personas con problemas de vómito, algunos con diarrea y dolores fuertes de estómago. Todos fueron atendidos en el hospital local, ninguno de gravedad y ninguna remisión. El último paciente salió a la medianoche. Se está haciendo la averiguación de qué pudo haber pasado”, manifestó el mandatario.

También agregó que la persona que gestionó la producción de alimentos cuenta con toda la documentación para certificar la calidad de los almuerzos. Además, como respaldo tienen a los establecimientos comerciales donde fueron comprados cada uno de los productos utilizados en la preparación que oscureció la fiesta campesina.

Otro caso

El extraño comportamiento de once alumnos de Bucaramanga llamó la atención de los profesores de un colegio de la ciudad. Luego los puso en alerta el dolor de cabeza, malestar general y náuseas que empezaron a tener los estudiantes dentro del aula de clase. Un alimento que consumieron generó la emergencia que los hizo terminar en un hospital.

De acuerdo con un informe emitido por la administración de la capital de Santander, los protagonistas adquirieron a través de las redes sociales un producto que contenía alucinógenos. Una vez sintieron los primeros síntomas de la intoxicación que les provocó el alimento, les confesaron a los directivos que se trataba de brownie con marihuana.

La primera decisión que se tomó fue avisarles a las unidades de la Policía de Infancia y Adolescencia para que tomaran cartas en el asunto. Después llamaron a cada uno de los padres de familia con el objetivo de que hicieran presencia en la institución, dado que los menores de edad debían ser trasladados a un centro médico por las complicaciones.

Los once estudiantes llegaron al servicio de urgencias de la Unidad Materno Infantil Santa Teresita. En ese sitio reiteraron la versión que entregaron en el colegio. Así lo confirmó la subsecretaria de Salud de Bucaramanga, Laura Milena Parra, luego de que el caso hiciera estruendo en toda la ciudad.